eSports
Space Party revoluciona al viejo Pong para una fiesta muy actual
El nuevo título para Nintendo Switch presenta al mítico juego en una escena llena de luces, color y un modo multijugador frenético
Antes de que los videojuegos fueran un sinfín de gráficos y tramas espectaculares, los títulos enganchaban y entretenían igual que los de ahora y dejaban largas horas de entretenimiento tras de sí.
Uno de los primeros en ver la luz fue el emblemático Pong. Dos paredes y una bola para marcar al rival servían para que el pique entre un par de jugadores tuviera entretenidos en 1972 a millones de jugadores a lo largo del mundo.
Con el paso del tiempo y la evolución de las plataformas parece que este tipo de juegos ya no tienen tanto interés y se dedica el desarrollo a otros géneros, pero ¿hay tan poco atractivo?
Por lo que nos trae Nintendo Switch y GGTech parece que ese interés ha vuelto y es que Space Party trae a las pantallas al clásico Pong de una forma muy alocada y con mucha vivacidad.
Nada más entrar en la pantalla de título, el juego destaca por una música electrónica que bien recuerda a otros en los que tanto las luces y el sonido se implican en el desarrollo de la partida.
Por otro lado, la capacidad de poder jugar solo o con amigos (hasta un total de 8 personas) hace que la fiesta se monte por sí sola. La posibilidad de personalizar por tiempos, número de jugadores, vidas, velocidad de reacción o eventos durante la partida te hace estar pendiente de todos los elementos que hay en pantalla.
Sin embargo, lo que verdaderamente hace atractivo al título español es la fórmula por la que destacan ahora los juegos en familia. Juntar tantos jugadores delante de la pantalla en una tarde donde amigos o familiares mantiene la esencia de lo que se vivía en las recreativas arcade en los 80 y 90 desde un punto más doméstico.
Como contrapunto, cabe destacar que, al ser una interfaz tan simple a la hora de establecer una configuración previa al inicio de la partida, la posibilidad de encontrar varios modos de juego se restringe a uno sólo con la peculiaridad de poner cada partida a punto antes de empezar. Asimismo, como ya viene siendo una costumbre en una gran mayoría de juegos de la híbrida, la pantalla táctil no cumple ninguna función
Pese a esto, el componente de ser un clásico reformado y el incluir esos bonus y eventos de cada partida lo convierten en un party game que nadie quería pero que parece que hacía falta.
Ahora toca ponerse a los mandos y ver quién es el más habilidoso marcando puntos, saboteando al resto o quién aprovecha más los contrataques para escalar entre todos.
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