Eurocopa 2016

Chico de pueblo, héroe nacional

Jonas Hector, autor del último gol alemán en la tanda ante Italia, apenas lleva dos años en la élite.

Schweinsteiger, Jonas Hector y Götze, ayer, en el entrenamiento de la selección alemana
Schweinsteiger, Jonas Hector y Götze, ayer, en el entrenamiento de la selección alemanalarazon

Jonas Hector, autor del último gol alemán en la tanda ante Italia, apenas lleva dos años en la élite.

Sólo quedaban tres lanzadores por cada equipo en la casi cómica tanda que protagonizaron Alemania e Italia en cuartos de la Eurocopa. En los germanos faltaban el portero Neuer, Höwedes y Jonas Hector, el más inexperto de todos, novato en una gran competición. Fue él quien asumió la responsabilidad «con el corazón en un puño», como confesó después, y con la idea de lanzar abajo a la derecha. Más o menos la cumplió, aunque le salió algo centrado, pero Buffon no acertó a despejar y Alemania logró por fin la clasificación ante su bestia negra particular con un héroe inesperado. «Tuvimos suerte», confesó después el aplicado Hector, que había tirado penaltis de juvenil, pero no en la élite, y que es uno de los hombres de Löw, aunque no lo parezca. Un futbolista que huye del protagonismo, que no tiene Facebook ni Twitter ni Instagram, que se dedica al fútbol y a sus estudios de administración de empresas. «Feo, fuerte y formal», le cantaría Loquillo.

El ahora indiscutible lateral izquierdo de Alemania ha disputado todos los minutos de la Eurocopa y no se ha cansado de subir por la banda zurda para abrir el campo en un equipo repleto de futbolistas capaces de jugar por los pasillos interiores. Como en España, las bandas alemanas son para los laterales y Hector la está explotando a la perfección. Además, tiene fuerza para subir y bajar. En silencio, será una de las grandes amenazas hoy para Francia. Juega en el modesto Colonia y su debut en la Bundesliga fue el 4 de octubre de 2014, pocos meses después de que Alemania se proclamara campeona del mundo en Brasil. Con sólo dos temporadas al máximo nivel y pese a su tardía explosión (26 años), tiene toda la confianza de Löw, que lo hizo debutar cuando únicamente había disputado once encuentros en la primera división alemana y ha sido su futbolista más utilizado los últimos 18 meses. En él ha visto el lateral puro del que carecía en los últimos tiempos, aunque al principio Hector actuaba de centrocampista. En Brasil Löw tuvo que tirar de un central, Höwedes, para ocupar esa zona del campo.

Hector no ha pasado por ninguna de las categorías inferiores de Alemania. Con 20 años hizo una prueba para formar parte del filial del Bayern, pero fue rechazado por el mítico Scholl. En el cuerpo técnico le llaman «míster confiable» y consideran que hace una buena lectura del fútbol, que no es simplemente un corredor de banda. En el partido contra Italia, además del penalti, fue quien asistió a Özil, con algo de suerte por un rebote, para que anotara el tanto del partido.

Nacido en Auersmacher, un pueblo que no llega a los 3.000 habitantes, allí empezó a jugar al fútbol, contagiado por la afición de su padre, que fue entrenador. Tras la Eurocopa no tardarán en lloverle las ofertas.