Motor
Fórmula 1: Las dudas de Alpine que afectan a Fernando Alonso
La apuesta de la escudería por Oscar Piastri, su piloto suplente, puede condicionar el futuro del bicampeón
La F-1 como deporte de élite entiende poco de sentimientos. En más de 70 años de historia la parrilla de salida del Mundial ha estado formada por grandísimos pilotos, pero sólo unos pocos fueron los elegidos para la gloria. Hay innumerables injusticias tanto a nivel de pilotos como de escuderías. Fue el caso de Mercedes y Michael Schumacher. La compañía alemana pagó los pasos finales del piloto en las categorías superiores y cuando tuvo que dar el salto definitivo a la F-1 se encontraron sin equipo propio y con Briatore arrebatándoles al piloto que habían tutelado. Le pagaron la formación, pero no pudieron disfrutar los éxitos que se llevó Ferrari, que ganó cinco títulos con el alemán. Schumacher luego quiso volver a la F-1 para devolver el favor a Mercedes, que había creado su propia escudería. Pero fueron los dos primeros años y los éxitos llegaron justo después de su retirada definitiva. Le sustituyó Lewis Hamilton.
Otro tanto le ocurrió a Ferrari con Alonso cuando el asturiano ni siquiera había pisado todavía la Fórmula Uno. Ferrari le hizo una gran oferta, aunque no dejó claro cuál sería su camino. La escuderia italiana postó más por Massa (cuyo representante era Nicolas Todt, hijo del jefe por aquel entonces, Jean Todt) y Adrián Campos, mánager de Alonso, optó por Renault, que le ofrecía una senda más clara. Con el tiempo, Ferrari fichó a Alonso a golpe de talonario a razón de 40 millones de euros.
Igual le pasó a otros como Carlos Sainz, hoy en Ferrari, pero procedente de la cantera de Red Bull, que lo «desechó» a finales de 2017 y ya no tiene ninguna vinculación con ellos.
Ahora, en el horizonte de Alpine se atisba otra gran polémica muy similar. Desde hace tres años pagan la factura de Oscar Piastri, un joven australiano que está llamado a ser la revelación de la F-1 en los próximos años. Esta temporada ejerce de piloto reserva y en su contrato con Alpine queda bien claro que si no lo suben a la Fórmula Uno pueden perder sus derechos. Es decir, perder la inversión realizada con él durante este tiempo atrás y perder a la que puede ser una gran figura. Pero claro, el asiento del australiano lo ocupa ahora Fernando Alonso, que acaba contrato a final de 2022 y no está demasiado contento, aunque tampoco tiene demasiado margen de maniobra.
La polémica que se avecina es grande porque en el fondo Alpine no quiere prescindir de Alonso, al menos durante dos años más, pero tampoco puede permitirse perder a Piastri. Las negociaciones van en ese sentido. El equipo Williams necesita aliviar la factura de motores que tiene con Mercedes y ha llamado a la puerta de Renault-Alpine, que podría rebajar el gasto si además acogen a Piastri como piloto para que vaya cogiendo experiencia. Se trataría de una cesión a menos que Alonso sea capaz de convencer a Zak Brown (sobre todo al jefe de equipo, Andreas Seidl, que no está por la labor…) en McLaren y ocupe el asiento de Ricciardo. Sería el enésimo salto del asturiano, aunque es cierto que la escudería inglesa está en mejores condiciones que Alpine, que ha confirmado que tardará al menos dos campañas en aspirar a lo máximo.
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