Desastre y momento de tensión para Carlos Sainz: su Ferrari, en llamas

Drama para Carlos Sainz en el Gran Premio de Austria, que ha terminado antes de tiempo y de la peor forma posible para el piloto madrileño. Cuando se disponía a adelantar a Verstappen y ponerse segundo en la carrera a falta de veinte vueltas, de repente, el motor de su Ferrari perdió potencia en una recta y se paró de golpe. Adiós a sumar muchos puntos en el campeonato y a intentar pelearse la victoria a Charles Leclerc en los últimos giros.

Carlos Sainz decía: “No, no, no”, mientras se apartaba de la trazada y se salía al césped por la escapatoria. En ese momento, el motor de su Ferrari empezó a arder de manera muy peligrosa, todavía con el piloto dentro del coche.

Las asistencias tardaron demasiado en calzar el monoplaza y se vivieron algunos segundos de tensión, porque el incendio iba a más y Carlos no podía abandonar el vehículo. Finalmente llegaron los comisarios con los extintores y Sainz se alejó del monoplaza en el que es su cuarto abandono de la temporada.

Lo primero que hizo fue sentarse junto a las protecciones mirando al suelo y maldiciendo su mala suerte. No es un coche fiable el Ferrari este curso, capaz de ganar carreras con facilidad unos días y dejar tirados a los pilotos al siguiente Gran Premio.