La imagen más desoladora de Fernando Alonso tras el Gran Premio de Abu Dhabi de F1

El español Fernando Alonso (Alpine) abandonó, en la vuelta 28 de las 58 al circuito de Yas Marina, su último Gran Premio con Alpine, el que se celebró en Abu Dhabi, que cierra la temporada. Y se despide así de Alpine para empezar a trabajar con Aston Martin. El bicampeón del mundo sufrió su sexto abandono de la temporada cuando luchaba por los puntos, instantes después de haber ofrecido un doble adelantamiento al finlandés Valtteri Bottas (Alfa Romeo) y el japonés Yuki Tsunoda (Alpha Tauri). Un problema de agua en el motor hizo que el equipo le obligara a parar.

“Hemos ido más o menos rápido todas las carreras todo el año. Pero son seis abandonas, En Australia el coche se rompió en la crono, en Austria, que ni arrancó en la sprint race, en Canadá sin batería. No son sólo seis abandonos, son nueve o diez”, ha reflexionado el piloto español después de la carrera.

Fernando Alonso contaba lo que había sucedido: “El motor, una vez más. Creo que perdía agua y me pararon parar, Y lo hice, resumen del año”, ha dicho el español, con una sonrisa entre irónica y de resignación. Hay otra imagen que está circulando por las redes que es más dura. Es de cuando Fernando Alonso llega para dejar el coche y se pueden ver sus ojos húmedos, que bien pueden ser por el sudor o por lágrimas de tristeza.

Es un día triste, pero puede ser el comienzo de algo bueno. El próximo martes, en el mismo circuito, Alonso comenzará la preparación con su nuevo equipo, Aston Martin, en el que sustituye al alemán Sebastian Vettel. “Tengo ilusión de hacer el asiento, empezar un nuevo proyecto y será un 2023 con mucha más suerte, ha dicho el campeón español, que espera haber quemado este año todas sus cartas de mal fario.

Ha sido un año terrible porque el coche no ha estado a la altura de lo que le habían prometido al campeón español. Han sido seis abandonos, sanciones por cambiar el motor y otra sanción, que por suerte no se llevó a término.

Sin esos inconvenientes, como lo sucedido en este último Gran Premio, Fernando Alonso podría haber acabado algo más que en el noveno puesto y los 71 puntos con los que ha cerrado uana temporada que se puede calificar de dececpionante. En muy pocas carreras el coche de Fernando Alonso ha estado al nivel que el piloto español pedía: Azerbaiyán, Gran Bretaña, Francia y Países Bajos, un bagaje muy pobre para una escudería que había soñado y había vendido que iba a dar un salto de calidad para pelear con los mejores. Eso no ha sido posible, ni para Fernando Alonso ni para Esteban Ocon.

Ni siquiera los días raros, con mal tiempo, en el que se abría el abanico de posibilidades, los Alpine han podido estar a la altura. El piloto de Oviedo habla de mala suerte pero también se va porque espera que el año que viene, en Aston Martin, le acompañe también el coche.