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Polémica

Fernando Alonso grita a Aston Martin por cómo le tratan: "Os habéis olvidado de mí"

El piloto español se desesperó porque no entendía lo que estaba haciendo su equipo con su carrera

Fernando Alonso, enfadado con Aston Martin SANDER KONINGEFE

El Gran Premio de Países Bajos 2025 dejó un sabor amargo para Fernando Alonso y para la escudería Aston Martin. Lo que debía ser una oportunidad de sumar puntos importantes se convirtió en otra carrera frustrante, marcada por decisiones estratégicas que, en lugar de beneficiarlo, acabaron lastrando sus opciones. Una vez más, la gestión desde el muro se convirtió en el talón de Aquiles del equipo, algo que Fernando Alonso no dudó en señalar con dureza.

Desde las primeras vueltas, la estrategia de Aston Martin no se mostró acertada. La elección de parar temprano parecía responder a una intención de proteger el desgaste de neumáticos y mantener un ritmo constante, pero todo se torció cuando apareció un coche de seguridad justo después de que Fernando Alonso realizara su primera detención. Esa circunstancia hizo que todos los rivales directos pudieran entrar en boxes con el beneficio del “pit stop gratis”, situando al español en clara desventaja y deshaciendo en segundos cualquier posible ganancia.

La bronca de Fernando Alonso

El asturiano, con la sinceridad y franqueza que siempre lo han caracterizado, no se guardó su malestar. A través de la radio, recriminó a su ingenieros la falta de atención y coordinación durante la primera parte de la carrera. En un mensaje cargado de ironía y evidente enfado, lanzó: “Os habéis olvidado de mí en la primera mitad de la carrera, a ver si os acordáis de que estoy aquí en la segunda, haced algo”. Sus palabras reflejaban no solo la frustración del momento, sino también una tendencia que se repite carrera tras carrera: la sensación de que las decisiones desde el muro no maximizan sus posibilidades.

En la zona mixta, ya con la calma que permite analizar el conjunto, Fernando Alonso fue más explicativo. Reconoció que cada una de sus paradas coincidió con la aparición de un coche de seguridad, lo que otorgó una ventaja clara a sus rivales. Lo resumió con claridad: “Cada vez que parábamos, en las siguientes vueltas había un Safety Car y paraban los demás gratis”. El resultado de esa secuencia fue que, en lugar de avanzar posiciones gracias a su ritmo en pista, el español siempre se veía relegado o neutralizado por la mala fortuna y la falta de previsión.

Otro de los puntos que Fernando Alonso lamentó fue no haber podido sacar partido al doble juego de neumáticos duros. En un trazado exigente como Zandvoort, donde la degradación suele jugar un papel clave, haber tenido esa oportunidad podría haber sido una baza importante para consolidar una mejor posición. Sin embargo, la forma en que se desarrollaron los acontecimientos, unida a las interrupciones constantes, anuló cualquier beneficio potencial.

Buen resultado al final

A pesar de todo, el bicampeón del mundo no dejó de reconocer que hubo circunstancias externas que jugaron a su favor. La carrera estuvo marcada por abandonos de otros pilotos y sanciones que alteraron el orden natural de la clasificación. Entre ellas, la penalización a Antonelli, que fue especialmente decisiva para que Alonso escalara posiciones. El propio piloto lo admitió: tuvieron “muy buena suerte” en ese sentido, lo que maquilló un domingo que, de otro modo, hubiera sido aún más decepcionante.

El resultado final, un octavo puesto, se sintió casi como un regalo inesperado. Fernando Alonso lo describió con claridad al calificarlo de “pequeño milagro”. En sus palabras, “Hemos acabado octavos, pero ha sido un pequeño milagro, y seguramente no nos merecíamos hoy los puntos”. Esa reflexión sintetiza a la perfección el contraste entre el rendimiento real del equipo y el desenlace en la tabla de resultados. Sin los factores externos, la puntuación habría sido prácticamente imposible de alcanzar.

Más allá del análisis puntual, Fernando Alonso dejó un mensaje de fondo: el equipo debe revisar lo sucedido. No es la primera vez que los domingos se complican por la falta de reacción estratégica o por decisiones erráticas en momentos críticos. El asturiano subrayó que Aston Martin necesita comprender por qué se repiten estas situaciones y buscar soluciones que les permitan aspirar a algo más que simples milagros. La F1 es un deporte en el que los detalles marcan la diferencia, y la falta de precisión en el muro puede arruinar el esfuerzo de un piloto que todavía demuestra estar en plena forma.