F-1
El pinchazo de un negocio de Fernando Alonso que podría abrirle las puertas de Red Bull
RAW Superdrink entra en concurso de acreedores, convirtiéndose en el segundo fiasco empresarial del asturiano en los últimos años.
La confirmación de que Lewis Hamilton, siete veces campeón del mundo, abandonará Mercedes al finalizar la próxima temporada para vestir de rojo con Ferrari en 2025, ha desatado una serie de especulaciones y movimientos potenciales que podrían alterar significativamente la alineación de pilotos en el futuro cercano.
Este cambio no solo implica la salida de Carlos Sainz de Ferrari, sino que también abre un abanico de posibilidades en lo que promete ser una temporada de traspasos particularmente agitada. La búsqueda de Mercedes por un piloto que pueda llenar el vacío dejado por Hamilton y devolver a la escudería alemana a su era dorada de dominio entre 2014 y 2021, coloca a Fernando Alonso en el punto de mira como un candidato principal para acompañar a George Russell. Un pronósctico con el que coincide la Fórmula 1.
Sin embargo, a las puertas de la silly season -temporada de fichajes en el mercado de pilotos- más apasionante de los últimos años, en el Gran Circo también se especula con el desembarco de Fernando Alonso en Red Bull después del escándalo desatado por el "caso Horner". Unos rumores que se encargan de calentar desde la propia escudería. El equipo alemán ha publicado un mensaje en redes sociales de cara al GP de Australia en el que no ha dudado en adjuntar cuatro fotografias y... ¡Fernando Alonso aparece en tres!.
"¿Quién está listo para ver a este grupo nuevamente unido?" se puede leer en el tuit que ha enloquecido a los fans del asturiano.
Una llegada a Red Bull que podría facilitar su último fracaso empresarial. Fernando Alonso decidió, en 2018, entrar en el accionariado de la empresa de bebidas energéticas ecológicas RAW Superdrink pero el negocio, según adelanta El Español ha resultado ser un fiasco. Y es que, según el citado medio, RAW Superdrink, con Rubén González a la cabeza, habría presentado el concurso voluntario de acreedores el pasado 8 de marzo.
Debido a este vículo empresarial, Fernando Alonso había lucido el logo de la marca en su casco y sus gorras, sobre todo en la etapa en la que fue piloto de Alpine. Los logos de la marca también lucieron en los karts y los monos de la academia de karting que el piloto asturiano tiene en Oviedo. Y también lo promocionó en su redes sociales. Sin embargo, todo esa promoción ha desaparecido y desde el citado medio aseguran que se debe a que ya no existe ninguna relación entre el bicampeón del mundo y la compañía.
Su obsesión por lo sostenible
Este no es el único fracaso sonado del asturiano. Su gran interés por todo lo “sostenible” le llevó a embarcarse en el mundo de la moda con su marca de ropa Kimoa, que se basa en ropa fabricada a base de materiales reciclados.
De poco sirvió que Fernando Alonso promocionara Kimoa en todas las competiciones, entrevistas a pie de pista o en apariciones en televisión como ‘El hormiguero’. El piloto tuvo finalmente que tomar la decisión de venderla ante las millonarias pérdidas acumuladas durante cuatro años. A pesar de la enorme exposición mediática que tuvo Kimoa, la empresa no alcanzó la rentabilidad esperada y, en 2020, acumuló pérdidas de 650.000 euros. La situación en 2020, un año muy complicado para la industria textil por la pandemia, llevó a Alonso y a sus socios a tomar la decisión de vender la práctica totalidad de la marca.
Sin embargo, todo tiene su parte positiva y es que el hecho de que Fernando Alonso no esté ligado a ninguna bebida elimina de un plumazo un conflicto de interese y podría facilitar su entrada a Red Bull.
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