Alonso, bajo vigilancia

El asturiano será sometido hoy a un pequeño examen médico que debe superar para poder disputar el GP de Baréin este fin de semana

Este fin de semana se disputa en Baréin la segunda cita de la temporada 2016 de la Fórmula-1, un duro examen para las mecánicas y también para los pilotos. El dominio de Mercedes quedó patente ya en la prueba inaugural pero, sin duda, el principal tema de conversación fue el accidente sufrido por Fernando Alonso. Afortunadamente, el español salió completamente ileso y por su propio pie del monoplaza. No hay más que ver el estado en el que quedó el coche para darse cuenta de la gravedad del choque y todo lo que pudo haber ocurrido. Sin embargo, y aunque la célula de seguridad del McLaren aguantó perfectamente la colisión, esta semana se ha conocido algún detalles más. El asiento quedó agrietado después de sufrir una fuerza de 46G y, por seguridad, el equipo pondrá uno nuevo en el coche de Alonso este fin de semana. Se rumoreó que esta pieza se partió, lo que encendió todas las alarmas en el seno de la FIA, una entidad que hace muchas cosas mal, pero aspectos como la seguridad lo cuidan mucho. Casi de forma obsesiva, algo que de forma positiva tiene su continuidad en los coches de calle, ya que adquieren mucha información sobre materiales y sistemas de retención. Finalmente, este extremo fue desmentido por la escudería inglesa. Si realmente el asiento se hubiera partido, Alonso, probablemente, habría sufrido heridas de consideración ya que en un accidente de estas características no hay nada peor que el hecho de que el asiento no esté bien fijado, puesto que los cinturones perderían algo de efectividad.

Tras un choque así, Alonso no ha podido ejercitarse como le hubiera gustado y hoy por la mañana pasará un pequeño examen médico por parte de los facultativos de la Federación Internacional. Le harán pruebas sencillas y todo apunta a que el ovetense no tendrá ningún impedimento para correr. En el paddock se comenta la enorme fortaleza física y mental del español, que es considerado uno de los mejor preparados en este sentido.

Algo similar le ocurrió el pasado año. Sufrió un accidente (que a día de hoy todavía presenta muchas dudas por resolver) durante la pretemporada en Barcelona y tuvo que perderse la primera carrera. Se incorporó en el segundo asalto de la campaña y también debió superar unas pruebas médicas en el propio circuito. Se trata de un protocolo muy estricto que vela, en primer lugar, por el propio piloto, y en segundo, por el resto de compañeros en pista.

«Estoy contento por poder ir a Baréin después del choque de Australia. He pasado algo de tiempo descansando y no puedo esperar para volver al coche. Aunque pueda parecer que la carrera de Melbourne no fue un buen Gran Premio para nosotros, antes del choque tuve buenas luchas y el coche parecía prometedor, así que espero que en Baréin tengamos más de lo mismo», comentó el español a su llegada al trazado de Manama. El Gran Premio arrancará el domingo a las 17:00 horas (hora española).