Italia

Alonso, harto de Ferrari

Fernando Alonso comenta detalles con sus mecánicos en Monza
Fernando Alonso comenta detalles con sus mecánicos en Monzalarazon

En casa de Ferrari, en Monza, también manda el Red Bull de Sebastian Vettel. El alemán logró la «pole» –la número 40 de su carrera– en un circuito a priori nada favorable para los coches energéticos. La escudería austríaca ha encontrado una solución aerodinámica que ha desconcertado a sus rivales. Mercedes y, especialmente, Ferrari se vieron sorprendidos por un coche y un piloto que van lanzados hacia su cuarto título mundial consecutivo. Alonso sólo pudo ser quinto, un puesto por detrás de Felipe Massa. «Estoy contento porque es lo máximo que podíamos hacer. Hemos estado con los mejores y en Spa fuimos novenos», comentó resignado el asturiano después de la clasificación.

El F-138 volvió a estar lejos del Red Bull, aunque eso quizá no fuera lo peor. Alonso, vía radio, cargó contra su equipo. Lo hizo segundos antes de consumar el desastre. Horas antes, el equipo italiano había ensayado con sus dos pilotos la posibilidad de que ambos practicaran rebufos para ganar algo de velocidad punta en las largas rectas del autódromo italiano. El pasado año ya lo hicieron y en esta oportunidad, el bajo rendimiento del monoplaza invitaba a repetirlo. No es propio de un equipo puntero, aunque no quedaba otra opción. Pero en el momento clave, Ferrari volvió a equivocarse. Salieron los dos monoplazas sin contar con la presencia de Ricciardo, que en un momento se interpuso entre ambos en una parte del circuito y eso fue crucial para que Massa se alejara y el español no pudiera aprovechar esa pequeña ventaja. Fue entonces cuando Alonso pronunció por radio las palabras que han «incendiado» a Italia y a los «ferraristas». Llamó estúpidos a sus ingenieros y cerró su alocución con una expresión típicamente italiana («mamma mia, ragazzi») en la que expresaba su estado de ánimode forma despectiva.

Sin embargo, tanto el español como la escudería negaron que empleara el término estúpidos («scemi») y alegaron haber usado el de genios («geni»). En cualquier caso, el mensaje estaba cargado de ironía, no era nada favorable a los miembros de la escudería y no cambia las sensaciones con las que cerró Alonso la sesión. Pese a todo, el bicampeón del mundo no se rinde: «Igual en la carrera tenemos nosotros un ritmo muy bueno, o una estrategia diferente a la de ellos; o llueve y de repente vamos muy bien. Y ganamos la carrera, que es lo que cuenta».

Para aumentar todavía más la tempestad, en el «paddock» del circuito italiano abundaron los rumores sobre la inminente llegada de Raikkonen a Maranello y Flavio Briatore se paseó a sus anchas por el «box» de Ferrari. Y es que ya hay quien le coloca como responsable de la escudería en 2014.