Automovilismo

El oasis de Alonso

El español disputa mañana las 6 horas de Fuji con Toyota en el Mundial de Resistencia. Parte como el gran favorito al triunfo.

La presencia de Alonso en Fuji dentro de un equipo japonés ha desatado la «locura» entre los fieles seguidores nipones
La presencia de Alonso en Fuji dentro de un equipo japonés ha desatado la «locura» entre los fieles seguidores niponeslarazon

El español disputa mañana las 6 horas de Fuji con Toyota en el Mundial de Resistencia. Parte como el gran favorito al triunfo.

Este fin de semana no hay Fórmula 1, pero el piloto español Fernando Alonso no descansa. El asturiano disputa el domingo las 6 horas de Fuji, prueba puntuable para el mundial de resistencia 18/19 (WEC) donde el ovetense compite con Toyota y en el que, de momento, suma ya dos triunfos y una descalificación por causas ajenas al propio piloto. Alonso firmará su tercer fin de semana consecutivo compitiendo, dos en F-1 (Sochi y Suzuka) y ahora también en Fuji, Japón. Y no acabará aquí porque después volará a Estados Unidos y a México para disputar sendos Grandes Premios también durante dos fines de semana seguidos. Todo un maratón que no resulta fácil de afrontar. Sin embargo, Alonso encara esta carrera con un talante distinto, con otro planteamiento que se resume en ganar o ganar. Un ambiente diferente al que respira en la F-1 donde el desencanto es su principal argumento para huir de esa categoría.

En Fuji Alonso vuelve a la senda del éxito, a correr por ganar, por subir a lo más alto del podio y a arriesgar por una victoria y no por sumar un triste punto si tenemos en cuenta su palmarés y rendimiento. Sin olvidar que es bicampeón del mundo. El español vuelve a formar equipo con Buemi y Nakajima, los mismos con los que venció en las 24 horas de Le Mans, que se enfrentarán a sus propios compañeros de box, los pilotos que conducen la otra unidad de Toyota (Conway, López y Kobayashi). La lucha será entre ellos y no deberán despistarse mucho porque el resto de los competidores de la categoría LMP1 están más cerca de lo previsto en este escenario.

Ídolo en Japón

En Fuji la admiración por Alonso es muy elevada. El español se ha convertido en la principal atracción y no es para menos, porque los organizadores y los promotores del campeonato accedieron a cambiar la fecha prevista para que no coincidiera con la Formula 1 y así asegurar la presencia del piloto español. Algo que no gustó a otros participantes, ya que tenían cerrado su programa y ahora coincide con una prueba del certamen americano de GT (IMSA).

Alonso protagonizará dentro de un mes la retirada más inverosímil de la F-1, ya que todos en el «paddock» le consideran uno de los mejores, sus virtudes como piloto siguen intactas y su capacidad de seguimiento por parte de los aficionados en todo el mundo es masivo. Y eso lo saben los organizadores de la F-1, Liberty Media, que en los últimos días ha sido objeto de muchas críticas por no haber sabido mantener la figura del corredor en la categoría reina. Por no hablar de los «palos» que se están llevando en Ferrari a cuenta del pobre rendimiento de Vettel teniendo, por fin, un coche ganador, y las comparaciones con Alonso, que en cinco años no cometió los fallos del alemán en los últimos Grandes Premios.

En 2019 Alonso tiene asegurada la presencia en la recta final del mundial de resistencia, cuya temporada está compuesta por carreras que se celebran en 2018 y 2019, incluyendo dos ediciones de Le Mans. El resto todavía es una incógnita. Está claro que competirá en Estados unidos, pero se desconoce si lo hará de forma completa en la IndyCar o en algunas carreras preparatorias de las 500 Millas de Indianapolis, su verdadero objetivo y casi obsesión. En 2007, Alonso corrió en Fuji por primera vez y lo hizo en uno de los momentos más críticos , cuando peleaba por el título con Lewis Hamilton en aquella controvertida campaña dentro de McLaren. La carrera se disputó bajo una intensa lluvia, baja visibilidad y muchos nervios que acabaron en una fuerte salida de pista protagonizada por el asturiano. Un accidente que le costó buena parte de sus opciones finales a la corona de aquel año. En 2008, ya en Renault, se desquitaría con un rotundo triunfo. Diez años después es el favorito a la victoria, aunque sea en un campeonato diferente. Los japoneses lo adoran, su afición lo idolatra y todo, pese a sus críticas a su venerada fábrica de automóviles, Honda. Cuestión de honor.