La FIA baja a Alonso del coche

Era optimista, pero las pruebas han revelado que tiene «alguna costilla fracturada» y un neumotórax en el pulmón izquierdo

Todo el universo del Mundial de F-1, menos Fernando Alonso, esperaba una decisión como la que adoptó ayer la FIA. El bicampeón del mundo no correrá este fin de semana en Bahréin debido a que todavía no se ha recuperado de las lesiones sufridas en el fortísimo accidente vivido en la primera cita de la temporada en Australia. El piloto asturiano salió por su propio pie del McLaren en Melbourne y sin, aparentemente, lesiones de consideración. Pero ayer él mismo reconoció que tiene «alguna costilla fracturada» y que todavía no se ha recuperado de un neumotórax en el pulmón.

Alonso pasó la rutinaria revisión que los médicos de la FIA realizan a todo piloto que sufre un fuerte accidente en carreras anteriores. El propio piloto indicó en sus cuentas en las redes sociales que estaba deseando subirse al monoplaza, pero ocultaba el riesgo que corría. Los responsables de la FIA llevaron a cabo unas simples pruebas y cotejaron los escáner que Alonso se ha realizado en la última semana. El diagnóstico era claro. El de McLaren todavía tiene alguna costilla fracturada y no se ha recuperado del neumotórax en el pulmón. «He pasado días con dolor, pero estaba dispuesto a soportarlo. Los médicos han considerado que hay otros riesgos a tener en cuenta y hay que intentar minimizarlos. He venido aquí y he intentado correr hasta el último momento. Así que estoy triste, pero las cosas son como son», reconocía Alonso.

Las lesiones sufridas son habituales en la F-1 y se multiplican en especialidades como el karting, donde la protección es menor ante la ausencia de carrocería. Se trata de golpes secos que provocan fisuras y fracturas muy dolorosas, molestas y cuya recuperación requiere mucho tiempo, reposo y paciencia. Y, la edad no juega a favor. No es lo mismo sufrir esta clase de lesión con 20 años que con los 33 que tiene ya Alonso, a pesar de ser considerado uno de los pilotos mejor preparados físicamente de toda la parrilla.

«Estoy decepcionado. Todos queremos correr. Así que, cuando llegas aquí y no puedes ni siquiera intentarlo, es triste, pero las cosas son como son», dijo Alonso. Él era optimista porque «la pasada semana estaba bien, el domingo –el día del accidente– me dolía un poco la rodilla. El lunes, sentía algunos dolores generales, pero nada serio. Volé de regreso a casa. Llegué a España y el dolor era similar o algo superior, así que decidimos hacer un chequeo apropiado, una tomografíacomputorizada. Tenía un pequeño neumotórax en el pulmón. Así que seguimos el consejo de los médicos de descansar en casa, esperar a recobrar la normalidad y repetir la prueba el pasado lunes». Los últimos exámenes han revelado que «el neumotórax sigue más o menos igual, pero hay algunas fracturas en las costillas y es arriesgado pilotar, ya que la Fórmula Uno requiere llevar una posición muy especial en el coche». Alonso siguió explicándose: «También está el tema de las fuerzas G, que podrían ocasionar que alguna costilla fracturada se clavase en el pulmón».

¿Y el futuro más inmediato? «No es seguro al ciento por ciento que vaya a poder correr en China, pero espero que sí. Antes tendré que pasar otros exámenes médicos, en ocho o diez días, y después la FIA evaluará de nuevo, tal y como ha hecho ahora. Lo primero de todo es la seguridad, así que espero que todo esté bien, aunque habrá que esperar al siguiente chequeo», afirmó Alonso.

El segundo accidente

Fernando Alonso no se ha caracterizado en sus 15 años en el Mundial de F-1 por tener pequeñas salidas de pista ni fuertes choques. Salvo el sufrido en Brasil en 2003, cuando se topó con un neumático que le dejó sin dirección, los contratiempos han sido mínimos. La historia ha cambiado en los últimos trece meses. Dos fuertes colisiones que le han impedido correr en sendos grandes premios. La primera llegó bajo unas circunstancias todavía no aclaradas –probablemente no achacables a él–durante la pretemporada de 2015 en Barcelona. Aquel choque le dejó sin correr el Gran Premio de Australia, precisamente donde sufrió el último accidente. Por un error de cálculo, chocó con el coche de Gutiérrez y se fue contra el muro. Stoffel Vandoorne será su sustituto.