Atlético de Madrid
0-0. El Atlético, sin alta definición
El equipo de Simeone tuvo las mejores ocasiones, pero se topó con Casilla. La segunda parte la jugó con diez por expulsión de Miranda
Los de Simeone se quedaron sin Miranda por roja directa al borde del descanso y continúan con la mala racha que les ha hecho perder la tercera plaza.
Miranda, Casilla, Vicandi, Simeone, Griezmann. Nombres propios para un partido que al Atlético le cuesta el tercer puesto. Los rojiblancos no supieron ganar; fueron mejores que el Espanyol, pero se toparon con el portero rival, que evitó, con dos manos prodigiosas, los goles de Torres y Raúl García. Al final, un empate insulso y las dudas que genera el Atlético, por su falta de definición, ante el decisivo encuentro del martes ante el Bayer Leverkusen.
El protagonismo del partido fue todo del Atlético. El Espanyol fue el convidado de piedra, que dio por bueno el punto, y que hizo muy poco –Moyá no tuvo trabajo– por ganar. Con un portero espléndido, que enmendó la pifia de hace ocho días ante la Real, y una defensa correcta, aguantó las embestidas de un Atlético, que salió a por el partido, que tuvo el control y que gozó de las mejores oportunidades. Griezmann era pura velocidad y desborde, mientras Torres le echaba una mano. Y entre los dos crearon problemas a Álvaro y Héctor Moreno.
Pronto se hizo notar Casilla. Una falta lanzada por Koke la remató Torres de cabeza y apareció la mano salvadora del meta para evitar el gol. El Atlético estaba cómodo. Con defectos, con Raúl García y Gabi en tono gris; con Koke, esforzándose por recuperar las buenas sensaciones, no tenía problemas el cuadro de Simeone para imponer su criterio. Era un Atlético trabajador, efectivo, que no sufría en defensa y que se estiraba más por la izquierda con Gámez que por la derecha con Juanfran.
El mando rojiblanco tampoco se traducía en ocasiones de gol y el Espanyol parecía jugar al fallo, a encontrar un hueco para Caicedo y Sergio García entre Godín y Miranda. Y fue el brasileño el que les echó una mano –más bien un codo– porque se autoexpulsó en la última jugada del primer tiempo. Su codazo a Abraham no tiene ninguna justificación. A Simeone le entró el pánico y metió a Giménez por Torres sin esperar al descanso. Los de Sergio González, al menos, cobraban ventaja numérica para el segundo acto.
Pero fue el Atlético el que asumió su situación. Quería ganar. Entró Arda por el desdibujado Gabi. Antes Griezmann había marcado, pero con falta previa, según Vicandi, de Godín y Giménez a Casilla El juego no era de alta escuela, había más faltas que pases medidos, pero el equipo de Simeone, bien plantado, era el que más insistía. El problema es que sin Torres, Griezmann acabó agotado. Marcar un gol al contragolpe era la solución. Y fue el francés quien le puso un balón de oro a Raúl García, que remató con fuerza y obligó a Casilla a la parada de la tarde. El meta volvió a lucirse luego ante Arda cuando ya andaba Raúl Jiménez metido en el fregado.
No llegó el gol, el Espanyol se agarró al punto, y el Atlético se apunta a otro empate que le descabalga de la Liga –Simeone nunca ha apostado por el título–, del tercer puesto y que abre un par de días de debate antes de enfrentarse al Bayer Leverkusen. Se supone que estará Mandzukic, ayer ausente por sanción. Y se supone que Miranda tomará los galones del sancionado Godín y no cometerá la tontería de ayer. Una tontería que pudo ser decisiva.
Ficha técnica:
0 - RCD Espanyol: Kiko Casilla; Arbilla, Álvaro, Héctor Moreno, Duarte, Lucas Vázquez, Abraham (Cañas, min.46), Javi López, Víctor Sánchez (Salva Sevilla, min.79); Sergio García y Caicedo (Stuani, min.63).
0 - Atlético de Madrid: Moyá; Juanfran, Miranda, Godín, Gámez; García, Gabi (Arda, min.65), Tiago, Koke; Torres (Giménez, min.45) y Griezmann (Raúl Jiménez, min.81).
Árbitro: Vicandi Garrido (comité vasco). Expulsó a Miranda (min.45). Amonestó a Álvaro (min.7), Víctor Sánchez (min.34), Gabi (min.41), Tiago (min.56), Javi López (min.60), Raúl García (min.78).
Incidencias: partido correspondiente a la vigesimoséptima jornada de la Liga BBVA disputado en el Power8 Stadium ante 22.538 espectadores.
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