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Sevilla F.C.

0-0. El Sevilla se encomienda al Pizjuán

El jugador del FC Basilea Renato Steffen cae al suelo junto a Steven N'Zonzi, del Sevilla FC larazon

No gana el Sevilla fuera, ni en Liga ni en Europa, desde que empezó la temporada, de modo que el empate de Basilea debe considerarse como el mejor resultado posible para esta tropa tan inepta en los desplazamientos. Sobre todo, porque este equipo es un Mister Hyde viajero, sí, pero en casa, muestra su mejor cara. Está intratable en Nervión, donde todos los visitantes son laminados, y su viejo coliseo deberá por tanto dar cuenta de estos suizos, animosos y honrados pero, en verdad, bastante bizcochables. Tanto que un Sevilla en buen estado seguro que habría resuelto la cosa en la tierra de Federer.

Pero todo es más laborioso esta temporada y ningún indicio permite pensar que el tetracampeón de la Liga Europa se ganará el prefijo «penta» en la ciudad donde jugó ayer, que acogerá la final el 18 de mayo. Casi habría que estar muy vigilante ante un posible susto en la vuelta, pues la igualada sin goles fue recibida como una bendición por los helvéticos, que pasarán ronda si no pierden en el Sánchez Pizjuán. Están vivos a mitad de camino después de haber tenido, como mínimo, las mismas ocasiones que su rival para obtener ventaja en el duelo de ayer.

Marko Janko, un delantero grandote sin otra cualidad que su voluminosa anatomía, estuvo a punto de descerrajar a David Soria a los cinco minutos. Suplía el joven portero madrileño a Sergio Rico, lesionado, pero ni titular ni suplente habrían podido hacer nada si el testarazo cruzado del austríaco, tras un magnífico centro de Steffen, hubiese cogido puerta. Se fue por un pelo el balón y con él la primera de las dos ocasiones claras del Basilea en todo el partido. La segunda, llegó en el inicio de la segunda mitad, cuando Bjarnasson mandó a las nubes el remate franco que le había brindado un error de Rami.

Del juego del Sevilla hay poco que contar, excepto lo sabido: que se ilumina cuando Éver Banega entra en contacto con el balón. El argentino, ahora que Gameiro y Vitolo andan sin chispa alguna, es el único argumento creativo de un equipo apelmazado, que se mueve por el campo como quien trata de escapar de una trampa de arenas movedizas. La única aparición seria en ataque de los sevillistas, así, fue un pase magnífico de Banega al que respondió N’Zonzi con un control excelso y un remate cruzado que salvó el pie del portero Vaclick.

Al final, para colmo, el Sevilla jugó en inferioridad numérica por expulsión del mencionado N’Zonzi, pero ninguna circunstancia cambiaría el plan conservador del técnico local.

- Ficha técnica:

0 - Basilea: Vaclík; Lang (Traoré, m.46), Suchý, Samuel (Hoegh, m.90), Safari; Bjarnason, Xhaka, Zuffi, Steffen; Matías Delgado (Fransson, m.83); y Janko.

0 - Sevilla: David Soria; Coke, Rami, Kolodziejczak, Tremoulinas; N'Zonzi, Cristóforo; Vitolo (Konoplyanka, m.64), Éver Banega (Carriço, m.93), Krohn-Dehli; Gameiro (Llorente, m.73).

Árbitro: Anthony Taylor (Inglaterra). Expulsó por doble amarilla al sevillista N'Zonzi, que las vio en los minutos 75 y 87. Además, amonestó a los locales Samuel (m.8) y Steffen (m.90), y a los visitantes Banega (m.36), Cristóforo (m.40), N'Zonzi (m.75) y Tremoulinas (m.85).

Incidencias: Partido de ida de los octavos de final de la Liga Europa, disputado en el estadio St. Jakob Park. ante cerca de 30.000 espectadores. Césped en perfecto estado.

Efe