0-2. Messi, principio y final

El Barcelona conservó el liderato de la Liga al ganar por 0-2 al Eibar con dos goles de Lionel Messi, uno de ellos de penalti, en la primera visita del equipo catalán al estadio de Ipurúa.

Cuando Josep Maria Bartomeu anunció que Messi era el único líder del Barcelona, no estaba desautorizando a Luis Enrique, tampoco ninguneando a Luis Suárez y Neymar, dos jugadores en los que el club se ha gastado cerca de 200 millones de euros. El presidente del Barcelona sólo estaba reflejando una realidad. Messi es el futbolista más influyente del planeta no sólo por su talento, sino sobre todo por su capacidad para elegir dónde puede ser más determinante para el desarrollo del partido.

Después de varios años como delantero centro, este curso ha elegido la banda derecha como punto de partida. Se mueve hacia el centro para hacer jugadas increíbles, como la que hizo en la primera mitad, desparramando por el suelo a todos los rivales que salieron a su paso. Otras veces elige convertirse en un centrocampista más para organizar el juego del equipo. Messi elige el momento y la situación y el Barcelona le sigue.

Porque su poder, además de en su fútbol, está en su capacidad de contagiar su estado de ánimo a los compañeros. Cuando estaba desganado o deprimido, el Barcelona se hundió hasta hacer parecer un espejismo el buen comienzo de temporada, cuando el equipo presumía de victorias y de la imbatibilidad de Bravo.

Ahora, Messi está motivado y con los dos goles de ayer ya ha superado a Cristiano Ronaldo como máximo goleador del campeonato, algo impensable a finales del año pasado. Aunque para ello necesitara la ayuda involuntaria de Ekiza y del árbitro. El argentino disparó a puerta y la pelota, después de rechazar en un defensa, fue a parar al brazo de Ekiza, quien no hizo intención de ir a por el balón. Esta vez no perdonó el «10» del Barcelona. Eligió el disparo de seguridad, a la izquierda del portero, y su equipo ya se sentía ganador del partido.

Con un equipo lleno de suplentes, con Piqué como único titular en la defensa, sin Xavi y sin Iniesta y con Sergi Roberto y Rafinha como compañeros de Rakitic en el centro del campo, al Barcelona le bastaba para dominar el juego. El Eibar no es tan valiente como el Rayo. Prefirió esperar atrás en lugar de ir a buscar arriba a su rival. Y con el equipo preparado para defender, era incapaz de replantearse el partido.

Intentó Garitano dar una vuelta a la alineación para meter más presión a la defensa barcelonista. Entró Piovaccari por Manu del Moral y el Eibar encontró una alternativa para inquietar a Bravo. El italiano recibió en los últimos minutos un centro desde la derecha, paró la pelota con el pecho y disparó al larguero. Quiso asegurar el disparo rematando abajo y, tras el bote, la pelota salió despedida hasta el palo. Era la última oportunidad de los locales para sentirse más cerca del Barcelona. Para entonces, hacía un rato ya que Messi había marcado el segundo. De cabeza, a la salida de un córner. No hay límites para él.

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- Ficha técnica:

0 - Eibar: Jaime; Bóveda, Ekiza, Raúl Navas, Lillo, Dídac Vilà (Boateng, m. 76); Errasti (Capa, m. 58), Borja Fernández, Javi Lara; Manu del Moral (Piovaccari, m. 69) y Saúl Berjón.

2 - Barcelona: Bravo; Montoya, Piqué, Bartra, Adriano; Rafinha, Sergi Roberto, Rakitic (Xabi, m. 62); Messi, Luis Suárez, y Neymar (Pedro, m. 69).

Goles: 0-1. m.31: Messi, de penalti. 0-2. m.55: Messi;

Árbitro: Carlos del Cerro Grande (Comité madrileño). Amonestó al local Ekiza.

Incidencias: 5.439 espectadores acudieron al campo de Ipurúa para ver un partido de la jornada 27 de la Liga BBVA. Se puso el cartel de 'no hay billetes', porque todas las entradas estaban vendidas con antelación desde el jueves. Se estrenó el nuevo vídeo-marcador. Estuvieron en el palco la consejera de Medio Ambiente y Política Territorial del Gobierno Vasco, Ana Oregi; el Portavoz del Gobierno vasco y Consejero de Administración Pública y Justicia, Josu Erkoreka; y el director de Juventud y Deportes, Jon Redondo.