1-4. El Barça evita la tormenta

Recupera el liderato en otro partido irregular, que remontó gracias a la inspiración de Iniesta y la contundecia de Messi.

La lluvía caía de lado y en gran cantidad, y los paraguas se daban la vuelta y casi volaban en las gradas mientras Messi chutó desde fuera del área para culminar un contragolpe. Gol. Tata Martino lo celebró con desesperación porque el equipo no estaba funcionando y porque el campo cada vez se ponía peor para jugar al fútbol con el balón pegado al césped, la especialidad de los azulgrana. Messi marcó a tiempo y el temporal (figurado) que se preveía en la Ciudad Condal en caso de derrota cesó. La Liga está en un puño con tres equipos en los mismos puntos (57), con liderato para el Barcelona por la diferencia de goles.

Tendrá que mejorar el conjunto de Martino si quiere conservar esa privilegiada posición. Las maniobras de Iniesta, por fin titular, los goles de Messi y los fallos del Sevilla en momentos clave permitieron el triunfo de los visitantes en otro ejercicio que dejó muchas dudas. Problemas en defensa, donde Piqué volvió a tener una mala noche, y fundamentalmente en la continuidad del juego. El Barcelona fue durante años el mejor equipo del continente, dominador de los partidos de principio a fin. Se puede decir que sólo jugaba él. Ahora hace buenas jugadas, pero le cuesta cuajar buenos partidos completos. No manda, sufre atrás, la pelota ya no va en una sola dirección y muchas veces es previsible en el ataque. Lentos los azulgrana al comienzo, el Sevilla, bien colocado y peleón, mantenía su rival lejos de su área y aprovechó la primera ocasión para marcar, por medio de Alberto Moreno después de que Bacca pudiera con Piqué. El gol descompuso al Barça, que tuvo suerte en un cabezazo del colombiano que se estrelló contra el palo. Cada falta o córner que voló al área fue un drama para los catalanes, con Valdés echo un flan. Por ahí pudieron recibir más goles.

Después llegó el error del árbitro, porque el remate de Alexis, más con la chepa que con la cabeza, fue en claro fuera de juego. En los últimos partidos (Valencia, Real...) el Barcelona está teniendo buena suerte con los colegiados, aunque después no le pitaran un penalti de Fazio a Messi. A partir de ahí, se entonó un poco el Barça y tras el primer tanto de Leo encontró más espacios en la segunda mitad. Fueron diez minutos de inspiración, agarrados a Iniesta y a la contundencia de Messi, y posteriores a dos goles cantados que fallaron Vitolo (había hecho falta previa a Montoya) y Gameiro. Resolvió el «10», pero el Sevilla acumuló más ocasiones para dar al menos un susto. Sólo en los últimos diez minutos el Barça se pareció a sí mismo, dominó por completo y Cesc hizo el quinto.