LaLiga Santander
2-1. Pan comido
Segundo clásico para el Madrid, que vence al deprimido Barça con 7 suplentes. La distancia se reduce a 13 puntos, difícil para el milagro
Segundo clásico para el Madrid, que vence al deprimido Barça con 7 suplentes. La distancia se reduce a 13 puntos, difícil para el milagro
El Madrid evoluciona, progresa adecuadamente con vistas al crucial encuentro del martes en Mánchester contra el United y recorta tres puntos al líder de la Liga, de 16 a 13. El Barça es un equipo derrotado, sin alma ni fuerzas, ni siquiera suerte. Mereció perder en el Bernabéu, como así ocurrió (2-1); pero pudo empatar si Pérez Lasa se hubiese atrevido a señalar el penalti de Ramos a Adriano en el minuto 93. La desesperación de Valdés en el campo, terminado el partido, era lógica; su reacción, inapropiada y exagerada. Dudó de la honorabilidad del árbitro y vio la roja. En un clásico «blandiblú», hubo once tarjetas en el segundo tiempo. Desmesurado. Se adelantó el Madrid (Benzema), empató Messi (marca en 16 encuentros de Liga consecutivos, suma 39 goles) y Sergio Ramos cabeceó el 2-1 en un córner que sacó Modric.
En las alineaciones, siete cambios del Madrid por cuatro del Barcelona con respecto al partido de Copa. Distintos hombres, idénticos planteamientos, de fútbol lo justito y segunda victoria madridista consecutiva contra los azulgrana en cuatro días. Conclusión tras 180 minutos: el Barça está bloqueado, es pan comido. Su fortuna es que ganó la Liga en una primera vuelta inigualable. Pero que no se descuide, porque cuesta abajo en la rodada puede terminar despampanado.
El Madrid compareció con la defensa en el medio campo, agazapado y presto para el contragolpe. Como en el Camp Nou; pero con Pepe como cabeza visible en el centro del campo. Era el doble pivote de Modric, pero se antojaba el cacique de la parcela ancha. El Barça «tiquitaqueó» en la primera parte; en la segunda, ni eso. Su falta de velocidad es preocupante y desesperante su ausencia de recursos. Resumen del clásico en la primera mitad y en casi toda la segunda, menos intensidad y menos pasión; primaba la intrascendencia. Hasta tal punto que al filo de la media hora Pérez Lasa había señalado seis faltas, tres por bando, y en algunos pasajes la competitividad rozó mínimos. Tras el 1-0 de Benzema, a centro de Morata, y el 1-1 de Messi, que aprovechó el metro que le regaló Ramos y que Diego López le tiene alergia a su palo, el duelo ofreció escasos detalles.
En el Madrid llevaba Pepe la batuta y se vaciaban Callejón, por defender el lateral de Essien, y Morata, que trabajó lo indecible y se adueñó de la banda izquierda. Al canterano sólo le faltó el gol. Pudo marcarlo en el segundo tiempo (min 76), tras el fantástico pase en profundidad de Pepe y su excepcional control, pero Valdés aguantó el uno contra uno, cubrió bien y despejó el posible 2-1.
Los dos primeros goles fueron fallos defensivos, aunque los zagueros se impusieron a los delanteros, y el tercero lo encajó el Barcelona a la salida de un córner. Dos le hizo Varane así en la Copa; el de ayer se lo metió Ramos, que superó en el salto a Piqué. Si antes la norma azulgrana era golear y terminar con la puerta a cero, ahora no hay partido en que no la vea perforada. Es lo habitual, y lo inaudito, su comportamiento. Ni siquiera brilla Iniesta. Messi no hizo más que su golito y, salvo Valdés, nadie dejó un detalle. Villa, titular, fue el quiero y no puedo, o no sé, como el equipo, que necesitaría comerse una tortilla de Prozac para superar la depresión en la que se halla sumido. Tiene que espabilar y rápido si el próximo día 12 no quiere acabar sepultado por el Milan en el Camp Nou.
Y como era de esperar, Mourinho recurrió a Cristiano minutos después del descanso. Entró por Varane, y Khedira por Kaká, que empezó bien y terminó desaparecido. Con Ronaldo, el Madrid multiplica las pulsaciones, y las ocasiones de gol. Valdés le despejó una falta y, después del 2-1 de Sergio Ramos, estrelló otro golpe franco en la cruceta.
El segundo tiempo fue del Madrid y, ante la «incomparecencia» de sus compañeros, Valdés salvó al Barcelona de una derrota más abultada... En éstas, y una vez que Pérez Lasa intervino para ganarse el papel de protagonista, que no el sueldo, se produjo el penalti del minuto 93. Entró Adriano en el área y Sergio Ramos metió la pata, perdón, la pierna. Era lo que necesitaba el brasileño para tirarse. El árbitro, que tantas acciones punibles había imaginado, no vio la zancadilla y el Barça retornó a casa con la sensación de que le habían «robado». Que no se engañe, eso sólo es la anécdota, lo que debe preocuparle es que, empezando por Messi, el equipo necesita un revulsivo.
Ficha técnica:
2 - Real Madrid: Diego López; Essien, Varane, Sergio Ramos, Coentrao (Arbeloa, m.69); Pepe, Modric; Callejón, Kaká (Khedira, m.58), Morata; y Benzema (Cristiano Ronaldo, m.58).
1 Barcelona:Víctor Valdés, Alvés, Piqué, Mascherano, Jordi Alba, Sergio Busquets, Thiago, Iniesta, Pedro (Adriano, m.77), Messi y Villa (Alexis, m.67).
Goles: 1-0, m.6: Benzema. 1-1, m.18: Messi. 2-1, m.83: Sergio Ramos.
Árbitro: Pérez Lasa (comité vasco). Amonestó a Sergio Ramos (52), Coentrao (62), Morata (68) y Arbeloa (92) por el Real Madrid, y a Alba (55), Piqué (58), Thiago (64), Alves (90) e Iniesta (93) por el Barcelona. Expulsó a Valdés con doble amonestación con el partido acabado por protestar insistentemente.
Incidencias: encuentro correspondiente a la 26ª jornada de la Liga BBVA, celebrado en el estadio Santiago Bernabéu lleno, con la presencia de 83.500 espectadores. Estuvieron en el palco de honor, entre otras personalidades, el exfutbolista Diego Armando Maradona y el seleccionador francés Didier Deschamps.
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