Liga de Naciones

Francia remonta a España (1-2) y se lleva la Liga de las Naciones

Oyarzabal marcó primero y Benzema empató con un golazo un minuto después. El duelo entró entonces en un ida y vuelta hasta que Mbappé hizo el segundo. Lloris evitó la prórroga

Mbappé despertó justo a tiempo para llevar la final al lado de Francia. Arrancó al límite del fuera de juego para recoger un pase interior de Theo. Después, con tranquilidad remató con la izquierda para superar la salida de Unai Simón. Un gol discutido, que tuvo que revisar el VAR, que le terminó dando validez por un toque de Eric García cuando se lanzó a cortar el pase.

La estrella de Francia se había dedicado hasta entonces a desperdiciar los pases que le enviaba Benzema. Especialmente uno en el que remató flojo, sin fe, a las manos de Unai. Era el peor de los tres jugadores de ataque de Francia, pero apareció justo para decidir el partido.

Aunque fueron sus compañeros los que lo llevaron hasta allí. Un grandioso Pogba, un gran Griezmann, que manejaba todas las jugadas de ataque, y un extraordinario Benzema, que respondió a tiempo al gol de Oyarzabal. Con el tiempo justo después de sacar de centro, Karim puso la pelota en la escuadra de la portería española. Un golazo que dejaba el partido como si volviera a empezar, pero mucho más vivo. Porque el tanto de Oyarzabal llegó justo después de que Francia amenazara con un disparo al larguero de Theo.

El jugador de la Real aprovechó un error de Upamecano, un amigo en la defensa francesa, para llevar la final a otra dimensión. Lo que hasta entonces era poco más que un juego de pizarra en el que había más tensión que fútbol se convirtió de repente en una final extraordinaria. En un partido de ida y vuelta que acumulaba en la última media hora las ocasiones que no había tenido en los sesenta minutos anteriores.

España se había adaptado perfectamente a un partido de los que, en teoría, no le favorecen. No le tiene miedo a nada ni a nadie la selección de Luis Enrique. Ni a la campeona de Europa ni a la campeona del mundo y no se deja impresionar ni por los nombre ni por el físico del rival. Puede que le siga faltando condición física de base, como se lamentaba Luis Aragonés antes de hacer a la Roja campeona de Europa, pero hace tiempo que aprendió a competir.

Y Gavi, con 17 años y un cuerpo menudo, no se asusta ante Pogba, que lo perseguía cada vez que España tenía la posesión del balón. A eso jugaba Francia, a presionar a España en la salida del balón. Cada uno de sus centrocampistas tapaba a uno de los interiores de España y Griezmann se encargaba de obstaculizar a Busquets en la salida del balón.

El esquema se repetía cuando los franceses controlaban la pelota. Y España, siempre pendiente del ataque, se concentraba en los ejercicios defensivos. Para eso había metido Luis Enrique a Rodri desde el comienzo, para sujetar más al equipo y evitar el peligro de los contraataques franceses.

Eric García, uno de los hombres en los que más confía Luis Enrique y de los más discutidos en la selección, se aplicaba en la defensa a Mbappé. El central del Barcelona era una de las novedades en la alineación y respondió a la confianza del seleccionador con una contundencia desacostumbrada. Y Mbappé no aparecía y tampoco sus compañeros en ataque, Griezmann y Benzema. El madridista se dejaba ver un poco más, pero no lo suficiente para poner en peligro la portería de Unai Simón.

Tampoco España conseguía asomarse al área de Lloris y sólo Ferran Torres sacaba el partido de la monotonía para intentar profundizar. No se lo notaba el golpe que puso en duda su participación en el partido. Puso Luis Enrique a calentar a Yeremy Pino con los titulares, pero no hizo falta.

El canario tuvo la oportunidad en la segunda mitad, cuando el partido ya era otro. Y aprovechaba la debilidad de Francia en el costado derecho. Jugaba con tres centrales y el extremo llegaba a terreno de nadie, entre el desafortunado Pavard y el desastroso Upamecano.

Por ahí se encontraba con Marcos Alonso, una de las buenas noticias de España en el torneo. Un lateral que da al equipo la profundidad que necesita por el costado.

Pero no fue suficiente la debilidad de Francia por ese lado derecho para que España pudiera equilibrar el partido. Lo intentó de todas las maneras, pero se encontró con la respuesta de Lloris, que sacó un disparo de Oyarzabal antes de salvar de nuevo a Francia en los últimos instantes en una jugada en la que incluso subió a rematar Unai Simón.

Se quedó sin el gol España, pero con muchas conclusiones positivas. Va dando pasos hacia los títulos, una sensación que había olvidado desde hace años. Fue semifinalista en la Eurocopa y finalista en la Liga de Naciones. Y quedan trece meses para que llegue el Mundial de Qatar y los jóvenes sigan creciendo de la mano de Luis Enrique.

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