Deportes

Fútbol

Un error de Remiro da el empate al Athletic contra la Real y dispara los memes en las redes

El líder de LaLiga perdió dos puntos al final del encuentro tras un mal despeje de su guardameta

Alejandro Remiro, en el Real Sociedad-Athletic de LaLiga
Alejandro Remiro, en el Real Sociedad-Athletic de LaLigaAFP7 vía Europa PressAFP7 vía Europa Press

La Real Sociedad sigue siendo el líder de LaLiga, pero ahora tiene al Real Madrid y al Sevilla al acecho porque se complicó la vida en los últimos instantes del derbi contra el Athletic. Se le escaparon dos puntos que debería haber cerrado antes y el empate, y el primer puesto en la clasificación, tiene un sabor agridulce. Está bien, es inesperado, pero estuvo tan cerca de estar mucho mejor, faltó tan poco para ganar al máximo rival y seguir con ventaja arriba que una pequeña decepción se coló ayer en los aficionados.

Una de las imágenes del partido ocurrió al final, cuando Muniain abrazó a Remiro, el portero de la Real Sociedad. El delantero del Athletic había lanzado una falta cuando el encuentro llegaba a su final y el guardameta local aún debe estar dando vueltas a lo que pretendió hacer ante ese balón, por qué quiso despejar de puños cuando no parecía la mejor opción. No despejó bien y el balón entró en la portería para su desesperación.

El empate puede sin embargo que fuese lo más justo para lo visto en el campo. Fue el Athletic ce Marcelino quien mejor empezó el partido y el que llevó el peligro al área rival gracias a la velocidad de Iñaki Williams, que pelea con Vinicius el ser el futbolista más rápido de LaLiga. Marcelino demostró que había estudiado bien el encuentro y que no iba a intentar dejar sin opciones al líder. Casi le salió. Pero el error humano es más poderoso que las decisiones de los entrenadores.

El Athletic tenía el partido en el terreno que quería, hasta que Íñigo Martínez hizo el penalti con el que Isak, uno de los futbolistas más en forma en este primer trampo de la temporada, marcó el primer tanto del partido. Pese a que no era su día más feliz,se ponía de cara para los locales.

Más aún cuando Íñigo Martínez vio la segunda amarilla y a falta de cinco minutos fue expulsado, ante el jolgorio de la afición que ni paga traidores ni tiene ganas de olvidar el pasado.

Con uno menos y un gol, todo tendría que estar decidido. Pero el error humano, otra vez, equilibró el derbi.