Fútbol
Informáticos, dependientes y 400 euros de salario: así es el fútbol humilde que sueña con la Copa
El San Agustín del Guadalix, que juega en preferente, recibe en diciembre a Osasuna en la primera eliminatoria con equipos de LaLiga, menos los que disputan la Supercopa
En las redes, algunos aficionados de Osasuna confundían Guadalix de la Sierra, «la casa de Gran Hermano», con San Agustín del Guadalix, su rival en la Copa del Rey tras el sorteo.
Y mientras esas dudas se resolvían, los jugadores del CF San Agustín celebraron el rival y se hicieron a la idea de que, en la primera semana de diciembre van a necesitar un día libre, como sucedió el miércoles para disputar el partido de clasificación. Los informáticos, dependientes y demás profesionales volverán a pedir en sus empresas que esa mañana les dejen ir a concentrarse, porque les espera el partido de sus vidas. «El equipo está muy contento, con mucho ánimo. Es una experiencia que no hemos tenido nunca en el club, así que vamos a competir y disfrutarlo», aseguraba a este periódico Juan Manuel García, presidente y fundador del club en 1987. Un aficionado al fútbol que luchó por tener un equipo, que estuvo fuera unos años y que en los últimos 17 ha llevado el mando de un club con una cantera de 20 equipos. Y que contra Osasuna llega a su punto más alto. «La gente del pueblo, también a la que no le gusta el fútbol, vino a felicitarme después de ganar el partido que nos clasificaba. Eso es lo que merece la pena», cuenta. Tras ganar 6-2 al Mora entró en el sorteo de la primera eliminatoria de la Copa, con todos los equipos de Primera menos los de la Supercopa.
Los futbolistas del San Agustín entrenan tres veces a la semana (lo hacían cuatro cuando jugaban en la antigua Tercera), cobran una media de 400 euros al mes y algunos tienen que recorrer una hora de coche para llegar desde su casa, en el otro punto de la Comunidad de Madrid, al campo de entrenamiento. Más los partidos del fin de semana. Son, como otros muchos futbolistas, el ejemplo de una pasión que supera los kilómetros, el frío, la desgana y cualquier otro inconveniente.
Ahora, para el San Agustín, como para el resto de equipos humildes que ayer conocieron sus rivales, han llegado los quince minutos de fama que pronosticó Andy Warhol. «En un partido caben 400 aficionados sentados y queremos tener entre 2.000 y 2.500 contra Osasuna con las gradas supletorias», dice el presidente. «Nuestro campo está bien, el césped es bueno», añade. Con una plantilla de 20 jugadores, considera que van a hacer todo para competir contra el poderoso rival. «Tenemos velocidad de mediocampo para arriba», avisa.
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