Fútbol
De ganar la Bota de Oro a la casa de Gran Hermano después de dejar el alcohol y las drogas
Mario Jardel recorrió medio mundo jugando al fútbol y ganó una Supercopa de Europa al Real Madrid con el Galatasaray
Mario Jardel fue uno de los mejores rematadores del mundo en su momento. Ganó la Bota de Oro en 1999 con el Oporto y en 2002 con el Sporting de Portugal y entre medias le dio tiempo a ganar una Supercopa de Europa al Real Madrid con el Galatasaray.
Dice él mismo que fue quien enseñó a Cristiano Ronaldo a rematar de cabeza y que ahora valdría entre 150 y 200 millones de euros. Pero su vida en los últimos años de su carrera estuvo lejos de ser la de una estrella. Pasó incluso unas semanas en Vitoria como jugador del Alavés en la época de Piterman como propietario, aunque nunca llegó a debutar.
Se retiró en 2010 y ahora va a entrar en la edición portuguesa de Gran Hermano, que mezcla a famosos con personas anónimas. Lo hace después de haber superado sus problemas con las drogas y con el alcohol. “Entré en ese mundo por curiosidad cuando jugaba en Europa. Me la ofrecieron y comencé a consumirla con regularidad cuando estaba de vacaciones porque durante la competición tenía controles antidoping.Es uno de los problemas del fútbol. Tienes mucho dinero y hay muchas trampas, amistades, tentaciones y curiosidades”, admitía hace un par de años en una entrevista al canal de Youtube “Pilhados”.
Jardel reconoce que su mujer fue decisiva para que abandonara las drogas y el alcohol. “Estuvo a mi lado siempre. Cuando salía de fiesta se venía porque ahí es más fácil caer. Ahora quiero dar una buena imagen a mis hijos y trabajar para que los jóvenes no cometan los errores que yo cometí”, añadía.
“Sí, es verdad que voy a estar en la casa más vigilada del país. Es un gol más que quiero marcar, este es inédito en mi carrera. Gracias al apoyo que me han dado todos para que entre en esta gran experiencia que es la casa de Gran Hermano. Como siempre cuento con vuestro apoyo, que siempre tuve en todas mis conquistas. Abrazo de Súper Mario”,. ha escrito en su cuenta de Instagram.
El delantero brasileño, que tiene 46 años, también probó suerte en política, pero en 2016 le fue retirada su acta de diputado del estado de Rio Grande do Sul por acusaciones de corrupción, asociación para delinquir, malversación de fondos públicos, extorsión y falsificación de documentos.
Jardel encontró su refugio en la Iglesia después de medicarse para la depresión. Ahora su único confesionario estará ante las cámaras del Gran Hermano portugués.
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