Fútbol
La durísima carta de despedida de RDT al dejar el Espanyol para fichar por el Rayo Vallecano
El futbolista ha escrito en las redes sociales un largo comunicado en el que expresa todo lo que ha estado callando hasta ahora.
Raúl de Tomás ha hablado por primera vez desde que ha fichado por el Rayo Vallecano y no se ha guardado nada. Los hechos en los que me he visto envuelto estas últimas semanas, me obligan - muy a mi pesar-a hacer público el siguiente comunicado. Soy, por naturaleza, partidario de la discreción y procuro pasar lo más desapercibido posible puesto que sólo me considero un jugador de fútbol más y creo que el único interés que de verdad promuevo es lo que haga en el campo. Aun así, tengo que manifestar”, asegura en Instagram.
“Lo más importante de todo: quiero dejar evidentes mi agradecimiento y mi respeto hacia el RCD Espanyol en la gran mayoría de sus estamentos, desde los trabajadores del club, siguiendo por los compañeros de equipo y, sobre todo, por la afición que me ha dado siempre muestras sobradas de afecto y solidaridad que no olvidaré jamás. Siempre permaneceré en deuda con cada uno de ellos. Durante las dos temporadas y media en las que he vestido, con el mayor de los orgullos, la camiseta del Espanyol, he procurado dedicar todas mis fuerzas y mi entera voluntad a entregarme en cuerpo y alma a este equipo, sin que me hayan importado la categoría o la situación en la tabla”, asegura en el comienzo de su adiós. “El resultado de mi esfuerzo queda ahí presente y sería pretencioso por mi parte andar recordándolo: me basta de sobra con las consecuencias que ha tenido para el bien del club y la satisfacción de sus seguidores”.
Y pasa el ataque. “En cuanto a aquéllos que se han aprovechado de mi silencio para engrandecer sus intereses personalistas de una manera ruin y cobarde, usándolo también como cortina de humo para tapar una gestión directiva desafortunada tendrán que responder de sus actos sin parapetarse detrás de mí. Lo mismo que deberán ser ellos quienes expliquen el porqué del empeño por expulsarme de un equipo al que consideraba como a mi propia casa, poniendo en marcha una campaña desproporcionada de ataques personales que no deseo que sufra nadie”, dice.
Habla del entrenador y no con cariño: " “Tengo en la estima que se merecen a Diego Catoira Mosquera y a Diego Martínez Penas, actuales director deportivo y entrenador respectivamente del RCD Espanyol; sus méritos profesionales y su historial les preceden y les avalan sobradamente, creo. Ellos tendrán sus razones, para haberme arrinconado e infravalorado, aunque no las vaya a cuestionar públicamente. Tengo muy claro que la disciplina, la fidelidad y la obediencia son valores básicos para cualquier deportista, así me lo inculcaron desde muy niño y no voy a traicionarlos ahora”. Y dice que sva sin reproches: “Por eso, acato sin crítica alguna la determinaciónde los dos técnicos de no contar conmigo en absoluto.En la misma línea, supongo que ellos entenderán que yo haya procurado encontrar una salida digna que me permitiera proseguir mi ilusión más profunda, la dejugar y dar lo mejor de mí en este deporte. Una ilusión a la que sitúo por encima de la retribución económica, o cualquier otro tipo de ventaja; a la vista está.“
Su odio y ataque más duro va contra el periodismo: “Guardo desde siempre hacia el periodismo deportivo un enorme respeto que hago extensivo a las empresas y a los periodistas. Recíprocamente, el ámbito de la información me lo ha devuelto en iguales proporciones y así lo he percibido hasta que el redactor del diario As, Alberto Martinez, optó por contravenir las normas éticas de su oficio en vísperas del cierre de mercado. Difundió falsedad tras falsedad, dio crédito a una serie de rumores sin la más mínima constatación y no dudó en difamarme a mí y, lo que es peor, a los valores y a la educación provenientes de mi familia. El daño que me ha causado toda esta atmósfera de animadversión resulta ya algo irreversible y no hay reparación que lo compense. De todas formas, lo más doloroso ha sido la tremenda decepción, ver como alguien es capaz de saltarse todos los principios con tal de lograr una efímera notoriedad a mí costa”, dice. Admito, como no puede ser de otra manera, todas las críticas que se me hagan en relación a mi oficio, ya sea en el terreno de juego o fuera de él, pero no puedo admitir el recurso a la falsedad y a la calumnia. ¿Qué pensaría de mí el señor Alberto Martínez - y otros colegas de profesión - si montase todo un tinglado de odios y falsedades sobre él y su familia; es más, ¿qué pensaría yo, de mí mismo, si lo hiciese?, ¿seguiría mirándome al espejo con la conciencia tranquila? frefiero creer que todo ha sido un momento desafortunado y estaría dispuesto a pasar página con una petición pública de disculpas, porque pública ha sido también la ofensa. En caso contrario, haré uso de los procedimientos legales que me amparan”, amenaza.
Y acaba declarándose espanyolista. “Nada me hubiera gustado más que no haber tenido que difundir jamás este comunicado y centrarme únicamente en jugar al fútbol y en tratar de dar a los aficionados lo que de verdad esperan de mí, pero, precisamente por respeto hacia ellos y por respeto a mí mismo debo afrontarlo, aunque me resulte difícil. Aunque todo se haya desencadenado de una manera tan traumática, siempre me sentiré “perico” hasta la médula y feliz por lo que he batallado para este club durante dos años y medio. ¡¡¡GRACIAS ETERNAS, RCDE ESPANYOL!!!”
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