Fútbol
0-34 la goleada en el fútbol infantil por la que el ganador pidió perdón
Se dio en un partido de fútbol sala de niños de seis años. En algunas comunidades han cambiado las reglas para evitar esos marcadores
En el fútbol infantil a veces la ambición por ganar choca con la educación porque hay partidos donde la diferencia entre los dos equipos es tal que la goleada con la que termina el marcador deja a todo el mundo insatisfecho. A los que han goleado y a los goleados. Ha sucedido en un partido de fútbol sala en prebenjamines, de sólo 6 años en el que el Gimnástica Segoviana ganó por 0-34 al CD Carbonero y después de semejante fiesta ofensiva, se sintió culpable y en las redes sociales pidió perdón por lo que casi es un abuso. “Este resultado NO nos gusta. Pedimos perdón al CD Carbonero por un marcador innecesariamente abultado que choca con la idea de lo que tiene que ser el deporte base. Trabajaremos para que no suceda más. Hemos invitado a los niños del Carbonero al partido ante el Alcorcón B”, escribía el club en las redes sociales.
Uno de los debates habituales cuando sucede un marcador así es si los niños aprenden algo, si le hace ser más competitivo o si una goleada con esa diferencia quita a los rivales las ganas de seguir jugando. Los que piensan los segundo, que es una humillación sin sentido y a evitar han tomado medidas. En el fútbol valenciano por ejemplo, en algunas categorías, los partidos se dividen en cuatro partes de doce minutos cada una. Cada parte es un partido diferente y quien la gane sumará un gol. Es decir. Se puede ganar una parte por goleada, pero el resultado será un gol. Y si se ganan las cuatro partes por los resultados que sea, el marcador será 4-0. “Las medidas que se deben tomar para prevenir goleadas deben ser tomadas de manera que no desvirtúen el orden natural del juego o lo hagan en la menor medida posible. Se pueden adaptar medidas a las edades de los jugadores, pero siempre que sea para favorecer el transcurso del partido”, escribe el psicólogo Iván Pico en su página psicopico.com. ”Queremos olvidar lo sucedido; en especial por el bien de los chavales que son los que menos entienden de este debate”, aseguraban a La Vanguardia desde El Carbonero. Porque para los niños puede ser frustrante intentar jugar y apenas tocar la pelota o que cada vez que el rival la tenga sea gol. Son edades formativas, donde los entrenadores enseñan a los niños a jugar, a pasar, a colocarse, donde están empezando y para muchos expertos las goleadas no ayudan para nada.
“Al iniciar el partido y terminar el mismo debe existir la cordialidad entre equipos y el equipo que ha goleado debe acercarse al rival para apoyarlo en la derrota y quitarle ese peso del resultado. El entrenador es vital en esto y debe ser el primero en dar ejemplo. Se puede terminar un partido goleando pero dando muy buena imagen, solo depende de la actitud que se tenga en el campo, tanto durante el juego como cuando termina. Saludar al público, reunir a todos los jugadores rivales incluidos y fomentar así el compañerismo que además ayuda a quitar importancia al resultado. Estos gestos también son un refuerzo positivo para los jugadores a pesar de la derrota”, escribe Iván Pico acerca de cómo deben actuar los equipos más allá de lo que dice el marcador.
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