Fútbol

El año en que Marruecos gobernó en África

Al cuarto puesto logrado por el equipo de Regragui en el Mundial de Qatar se sumó el subcampeonato en la Copa de África del equipo femenino

Mohammed VI, en la recepción al combinado marroquí después del Mundial de Qatar
Mohammed VI, en la recepción al combinado marroquí después del Mundial de Qatar-Agencia EFE

El año que está a punto de concluir será recordado en Marruecos como el más exitoso en la historia de su fútbol. Sobre todo por la actuación del combinado norteafricano en la Copa del Mundo de Qatar, en la que terminaron cuartos tras eliminar en octavos y cuartos a España y Portugal, respectivamente. Pero no sólo: también 2022 ha sido el año de la consagración del equipo nacional femenino, que jugó la final de la Copa de África también por primera vez en su historia.

“Los Leones del Atlas” fueron la revelación del Mundial y, al margen de su cuarto puesto final tras perder ante Croacia, su mezcla de estilo, valores, ilusión e imagen les han hecho ganarse el cariño y el respeto del futbolero a nivel global. No sólo es inédito que Marruecos haya jugado una semifinal, sino también la primera vez que lo hace un equipo africano y árabe, una doble condición reivindicada por los marroquíes en Qatar. Una triple reclamación de los habitualmente postergados, al menos colectivamente, en las grandes competiciones deportivas.

Aunque con jugadores consagrados a nivel europeo, como el defensa Achraf Hakimi (PSG), el centrocampista Hakim Ziyech (Chelsea), el portero Bono (Sevilla) y revelaciones como el centrocampista Azzedine Oanahi (Angers), el logro de Marruecos ha sido, fundamentalmente, el de mostrar un bloque compacto y comprometido con una idea y un concepto.

El éxito es atribuible en gran medida al buen hacer del entrenador, Walid Regragui, viejo conocido del fútbol español –se desempeñó como defensa en el Racing de Santander en la década de 2000-, quien tomó las riendas del equipo el 31 de agosto. “Es un líder, un hombre de vestuario, que ha sido capaz de hacer un grupo en condiciones muy difíciles y en muy poco tiempo”, explica a LA RAZÓN el entrenador Jorvan Vieira, que fuera asistente del entrenador marroquí en el Mundial de México 86 (hasta este mes de diciembre, máximo logro de la selección magrebí con aquellos octavos de final) y técnico de los principales clubes de Marruecos.

La consagración de “Las Leonas”

Y si el éxito en Qatar ha contribuido a romper techos no sólo deportivos sino también sociales, no menos relevante ha sido para la consagración del fútbol femenino el segundo puesto de la selección marroquí en la última Copa de África (tras enfrentarse a Sudáfrica en la final el pasado julio). El año que está a punto de comenzar “Las Leonas del Atlas” jugarán, también por vez primera, el Mundial, que se disputará en Australia y Nueva Zelanda.

Además, apenas unos días antes del comienzo del Mundial de Qatar, el AS FAR de Rabat femenino lograba el éxito de proclamarse campeón de África de clubes, la “Champions” del continente, ante el Mamelodi Sundowns de Sudáfrica por un contundente 4-0. Dos éxitos que han contribuido a la expansión del fútbol femenino en el país en todos los ámbitos.

“El año 2022 ha sido muy bueno para el fútbol femenino, y hay que reconocer el impulso del Estado, ya sea a través de la Federación Marroquí, que ha creado la Primera y la Segunda División del fútbol femenino y asume el pago de los salarios de los jugadoras, como de la Academia Mohamed VI, en los últimos años. Y estos buenos resultados están contribuyendo, además, a mejorar la situación de la mujer en Marruecos”, asegura a este periódico la periodista deportiva marroquí Fatima Makhoukh.

Ha sido 2022 un año de logros en los terrenos de juego y lejos de ellos. En un país ávido de alegrías colectivas –como otros muchos, golpeado económicamente en este año pospandémico y bélico-, la afición marroquí ha correspondido con multitudinarias expresiones de alegría en las calles de sus ciudades y pueblos, sobre todo durante el Mundial de Qatar. El rey de Marruecos, Mohamed VI, correspondió hace apenas unos días a los jugadores –y a sus madres, convertidas en protagonistas tras dar la vuelta al mundo las imágenes de las celebraciones de los jugadores marroquíes y sus progenitoras al término de los partidos del pasado Mundial- con recepción, condecoraciones y todos los honores en Rabat.

Pero muchos son los retos aún por delante para Marruecos tanto en lo deportivo como en lo social. En gran medida, los éxitos de ambos combinados nacionales son los de jugadores formados y residentes fuera del país magrebí -14 futbolistas nacieron en países europeos hijos de emigrantes marroquíes-, cuyas circunstancias no son las que tienen que afrontar en Marruecos quienes profesionalmente o no se dedican a este deporte.