Xabi Alonso llega al Real Madrid en un momento de máxima exigencia, de cambio, y con un abanico de decisiones cruciales que marcarán el inicio de su proyecto. Su desembarco en Valdebebas no solo implica un cambio de entrenador, sino una transformación profunda en la estructura, el estilo y la mentalidad del equipo, tras un año en el que ha competido por debajo de lo que se esperaba

Refuerzos clave: central, lateral izquierdo y Alexander-Arnold

Uno de los primeros movimientos que debe concretar Xabi Alonso es la incorporación de tres fichajes estratégicos para apuntalar la defensa. El club ya tiene cerrado a Trent Alexander-Arnold, lateral derecho del Liverpool, cuya llegada aportará profundidad ofensiva y calidad en la salida de balón. Sin embargo, aún resta por definir los nombres del central y el lateral izquierdo que completarán la renovación de la zaga. El perfil que busca Alonso para el central es claro: un jugador joven, dominante y con capacidad para liderar lo que podía ser una defensa de tres, como ha jugado en el Bayer Leverkusen. Dean Huijsen, el joven central español es el que más está sonando. Para la banda izquierda, ni Mendy, que se lesiona demasiado ni Fran García convencen,

¿Un 3-5-2 revolucionario?

Xabi Alonso podría instaurar un sistema 3-4-3, una formación que ya le dio grandes resultados en Alemania y que supone una revolución respecto al clásico 4-3-3 del Madrid de los últimos años. Esta estructura se apoya una ínea de tres centrales: Requiere defensores sólidos, con jerarquía y buen trato de balón. Militao y Rüdiger, en principio y recuperados, parten como titulares, pero se necesita un tercer central de garantías para completar la línea. Otra cosa es que en el Real Madrid, que casi nunca ha jugado así (sí lo hizo Del Bosque, por urgencias en la Octava) aplique ese sistema.

Recuperar la autoestima y el hambre competitivo

El Real Madrid llega al nuevo ciclo tras una temporada de altibajos y con la necesidad de recuperar la confianza y la ambición que históricamente han caracterizado al club. Xabi Alonso debe trabajar tanto en el aspecto táctico como en el psicológico, devolviendo la autoestima a un vestuario que ha sufrido golpes duros en los últimos meses.

La gestión de la plantilla será fundamental. Hay jugadores que han perdido protagonismo y otros que necesitan sentirse importantes para rendir al máximo. La comunicación constante, la meritocracia y la claridad en los roles serán claves para que todos remen en la misma dirección y se recupere el espíritu competitivo.

El gran reto: la conexión Vinicius-Mbappé

Quizá la decisión más trascendental de Xabi Alonso será lograr una conexión fluida y letal entre Vinicius Jr. y Kylian Mbappé, dos de los jugadores más determinantes del mundo. Integrar sus talentos en un mismo sistema no es sencillo: ambos son explosivos, acostumbrados a ser la referencia ofensiva y a jugar con libertad en el último tercio del campo. Ancelotti no ha conseguido que congenien. El reto de Xabi Alonso será diseñar mecanismos y automatismos que potencien sus virtudes sin que se solapen.