LaLiga Santander

A pesar de Willy

Los jugadores del Real Madrid felicitan a Angel di María (c) que consiguó el primer gol
Los jugadores del Real Madrid felicitan a Angel di María (c) que consiguó el primer gollarazon

El Real Madrid progresa adecuadamente. Bueno para Ancelotti. Frente al orden ultradefensivo del Málaga, inoperante y romo en vanguardia, ofreció solidez atrás –Diego López no tuvo que hacer ni una parada y por primera vez desde el 17 de febrero mantuvo en Liga su portería a cero en el Bernabéu–, evitó lagunas escandalosas en la media y en la delantera le faltó puntería o le sobró Caballero; posiblemente, ambas cosas. Sin embargo, la pregunta que hay que hacerse a cuatro días de la visita de la Juve y a una semana del clásico en el Camp Nou es si lo expuesto frente al disciplinado grupo de Bernd Schuster es suficiente para sacar los dos próximos encuentros adelante. El de «Champions» presenta menos complicaciones que el de Liga a corto, medio y largo plazo; el miércoles, ningún resultado será definitivo; pero el del sábado es caza mayor: tres puntos es desventaja asumible y seis, doble castigo. Mas todo se arregla con fútbol, que es de lo que se trata, y los muchachos de «Carletto» han dado un paso al frente, tímido, pero apreciable.

El 2-0 del Madrid llegó en el minuto 91 después de caer once veces en fuera de juego, de convertir a Willy Caballero en el héroe de la jornada, no sólo del partido, aunque le sorprendió el primer gol, y de aguantar la respiración cuando el Málaga se estiraba, suceso tan aislado como imprevisto, pero bastó que una vez lo consiguiera para pintar el miedo en la grada. Fue en el minuto 60 cuando El Hamdaoui entró hasta la línea de fondo por la banda de Carvajal –cada partido que le dejan jugar, más afianzado– y ni Samuel ni Eliseu acertaron a rematar en medio del desconcierto defensivo madridista.

Fue la gran ocasión malacitana, el momento de empatar y de cambiar la cara al partido. Las otras dos veces que se acercaron a Diego López tampoco ocurrió nada. En el 40 el envío de Gámez fue a las manos del portero, fácil; en el 42, Eliseu tiró fuera y el meta exigió a sus compañeros más rigor defensivo. Todo eso dio de sí el equipo malagueño en ataque. Donde brilló fue atrás, sobre todo al practicar el fuera de juego a discreción hasta desesperar a los delanteros madridistas.

Uno de esos jugadores de ataque fue Morata, jugador vital e imprescindible en la Sub-21, ¿también en el Madrid? «Vayamos por partes», que dijo Jack «El Destripador». Morata es un buen pelotero a quien propulsa la desazón de Benzema, que será titular contra la Juve; tiene planta, ganas de comerse el mundo y el apoyo incondicional de la afición, que ve en él a un salvador. Demasiada responsabilidad. Se nota. Lucha por cada balón, incluso por el que no tendría que perseguir. Ese denuedo juvenil de quien quiere meter el segundo gol antes que el primero termina por agotar y así se desvanece el momento culminante, porque falta aire o claridad para centrar o rematar. Pero él lucha, avanza, y el público le arropa y recompensa su esfuerzo; hace muy bien, pero la sobreexcitación no siempre es lo más efectivo. Sus dos remates de cabeza acabaron en las manos del portero o fuera. Estaba ahí, y también en fuera de juego. De esto la culpa la tuvo el Málaga.

Cuando Cristiano consiguió por fin batir a Caballero, de penalti cuya trayectoria intuyó el argentino, en lugar de celebrarlo pidió perdón al respetable. En vez de golpearse el pecho, juntó las palmas de las manos y se disculpó, alegando, con razón, que no había sido su mejor día y que corear su nombre después de haber fallado en el regate, en el centro y en el disparo no era oportuno.

El gesto de Cristiano, tantas veces criticado por sus aspavientos, engrandece su figura y fue también el resumen del choque. El Madrid jugó mejor que en partidos precedentes, no perdió la concentración, no se distrajo y no se desesperó por las magníficas paradas de Caballero y por el fino trazo de la línea del fuera de juego ejecutado magistralmente por el Málaga; pero no estuvo fino, no cautivó. Las novedosas apariciones de Khedira por la derecha resultaron después de todo infructuosas. El alemán era capaz de sortear rivales, de profundizar, de pisar la línea de fondo e incapaz de dar un centro en condiciones. También se trabucaba Cristiano con el balón cuando se enfrentaba a tres zagueros; y le sucedía a Isco. Sólo Illarramendi, el pivote, acertaba en la descongestión y en el reparto del juego porque se movía lejos de la muralla malaguista. Hasta 22 veces disparó el equipo de Ancelotti, que sólo cometió cinco faltas, y el primer gol lo metió recién iniciado el segundo tiempo, en el que podría considerarse único semifallo del portero. Centró Di María desde la derecha, botó el balón en el área chica y sorprendió al meta.

Más tarde entró Bale (min 76) por Morata, y después Jesé (min 81) por Di María; de no ser por el penaltito que sufrió el galés, por el toque tan inoportuno como sutil de Weligton, porque Gareth se iba a caer, el canario habría sido en menos tiempo mucho más protagonista que el británico. Jesé dio un centro de gol a Cristiano, que Willy abortó, y de su bota derecha partió el disparo que iba a ser el 2-0, pero la monumental estirada de Caballero lo evitó.

A pesar de Willy, venció el Madrid, lo mereció porque hizo mucho más por la victoria y porque ya no está tan descolocado, tan despistado y tan perdido como en partidos anteriores; pero si quiere recuperar en el Camp Nou terreno perdido, tendrá que dar el salto de calidad.

Ficha técnica:

2 - Real Madrid: Diego López; Carvajal, Pepe, Sergio Ramos, Marcelo; Khedira, Illarramendi, Isco (Modric, m.74); Di María (Jesé, m.81), Cristiano Ronaldo; y Morata (Bale, m.76).

0 - Málaga: Caballero; Gámez, Sergio Sánchez, Weligton, Antunes (Barber, m.77); Portillo (Santa Cruz, m.77), Camacho, Tissone, Eliseu; Samuel (Anderson, m.70) y El Hamdaoui.

Goles: 1-0, m.46: Di María. 2-0, m.91: Cristiano Ronaldo, de penalti.

Árbitro: Ayza Gámez (comité valenciano). Amonestó a Antunes (11), Eliseu (49) y Sergio Sánchez (79) por el Málaga; y a Carvajal (93), por el Real Madrid.

Incidencias: encuentro correspondiente a la novena jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante unos 79.000 espectadores. La plantilla de baloncesto del Real Madrid fue homenajeada y dedicó el título de Liga a su afición. Los jugadores de Real Madrid y Málaga portaron brazaletes rosas en apoyo al día contra el cáncer de mama.