Real Madrid

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1-0. El Madrid tiene un problema

El defensa francés del Real Madrid, Raphaël Varane, lucha por el balón frente al centrocampista del Deportivo Alavés, Jony Rodríguez / Foto. Efe
El defensa francés del Real Madrid, Raphaël Varane, lucha por el balón frente al centrocampista del Deportivo Alavés, Jony Rodríguez / Foto. Efelarazon

Ya no es un síntoma, ahora ya es un problema. Sin goles no se ganan los partidos y si no consigues mantener tu portería a cero, encima se pierden

Ya no es un síntoma, ahora ya es un problema. Sin goles no se ganan los partidos y si no consigues mantener tu portería a cero, encima los pierdes. El Madrid cayó en Vitoria en un encuentro que dominó con las mismas sensaciones que en Rusia: para nada, para dejarse la ilusión al borde del área, como si ahí hubiese un muro o quizá tuviesen los jugadores un ataque de ceguera. Seguramente sí que sufrieron un ataque de pánico. Porque lo que podía ser una anécdota el primer día, un accidente el segundo; el cuarto, lo de no marcar ya se ha convertido en una obsesión. Y eso es lo peligroso: darle vueltas sin llegar a ningún sitio, buscar soluciones y acabar siempre en el mismo sitio, es decir, lejos del área, sin oportunidades claras. El encuentro en Vitoria terminó sin Bale ni Benzema y con Mariano y Vinicius, ya a la carga, pero no cambió el resultado. Lo peor, ahora, es que da la sensación de que Lopetegui no sabe lo que es mejor para su equipo. Si la sangre demasiado fría de Benzema o la sangre demasiado caliente de Mariano; si la presencia de un Asensio en horas bajas o los fuegos artificiales de Ceballos, que toca mucho y no parece claro que se sepa para qué lo hace. Si cree en Vinicius o considera que es un cortafuegos.

El entrenador, que hace tan poco, contra la Roma, parecía tener todo controlado, tras cuatro encuentros sin marcar, parece superado por lo que se avecina y sin respuestas para la sequía. Quiere que el equipo juegue y toque la pelota, pero no ha conseguido que eso lleve al sitio adecuado. Es un dominio sin filo, sin desborde, es tener el balón donde tenerlo no sirve para nada. Era un partido para cambiar la tendencia y para lo único que sirvió el choque contra el Alavés fue para acentuar la sensación de que este equipo tiene un problema grave.

Ni siquiera pudo mantener el empate y sumar un punto. Cuando tendría que estar volcado en la portería contraria, al menos por el carácter histórico de este club, en el que la derrota es un deshonor, en lugar de olvidarse del fútbol que no consigue trenzar y lanzarse al abordaje, el partido terminó en el área blanca, en un córner a favor del Alavés. Durante la segunda parte, el conjunto de Abelardo había estado agazapado atrás, ya cansado de correr, esperando que el tiempo pasase y que el colegiado no añadiese mucho, con Pacheco, el portero cojeando a veces, (aunque apenas se notó porque no le probaron). Creía el conjunto local que los minutos añadidos iban a ir en su contra, pero no son las cosas así esta campaña.

Fue a su favor: tuvo el último córner y se aprovechó de que al Madrid le puede el agobio y se angustia. Remató en el segundo palo, sacó una mano Courtois, pero el balón quedó flojo, volando para que Manu lo empujase dentro y todas las palabras pesimistas saliesen del baúl para describir a este Madrid.

Fue el golpe de gracia para un Lopetegui que no consigue dominar la situación y al que las bajas le están matando. Sin Isco ni Marcelo ni Carvajal, el entrenador apostó por el equipo de siempre, pero en vez de Asensio, Ceballos. Es decir, un jugador más de centro de campo, para dominar el partido. Ceballos se mueve mucho, la pide más y no llega a ningún sitio. Lejos de las zonas de peligro, su desgaste no sirve. La única manera que encontró el Madrid de hacer daño fue por el lado de Odriozola. Fue su mejor jugada y la repitió todo el rato.

El Alavés aguantó el impulso inicial del conjunto blanco, esta vez sí decidido y después se fue quitando la presión. Al Madrid le crecía, en cambio. Los balones a Odriozola no terminaban en nada y los blancos iban perdiendo fuelle. Se fue Benzema, se fue Bale, ambos lesionados y salieron los deseados Mariano y Vinicius. No cambió nada el guión, nada cambia en este equipo sin gol, que ha caído en la monotonía. Quien ganó porque marcó fue el Alavés. Al Madrid se le ha olvidado.