Primera División

Así está el Fair Play Financiero de los equipos de LaLiga para el mercado de fichajes 2025/2026

Las previsiones apuntan a un gasto total que podría superar los 700 millones de euros este verano

Sede de LaLiga en la calle Torrelaguna (Madrid)
Sede de LaLiga en la calle Torrelaguna (Madrid)LaLiga

A las puertas del mes de agosto, el mercado de fichajes de LaLiga entra en su fase decisiva. Más allá de los rumores y movimientos confirmados, hay un factor determinante que condiciona las operaciones de todos los clubes: el Fair Play Financiero. Con nuevas reglas introducidas este año por LaLiga para flexibilizar la inscripción de jugadores sin renunciar al control económico, el panorama es dispar entre los grandes y los modestos.

En la temporada 2025/2026, LaLiga ha reformulado su normativa económica para facilitar que los clubes puedan fichar sin comprometer su sostenibilidad. Entre los cambios más relevantes, destaca la introducción de un mínimo garantizado del 30 % del límite salarial respecto a la cifra de negocio para todos los clubes de Primera División. Esta medida busca evitar casos como los que vivió el FC Barcelona en 2022 o el Sevilla en este mismo año, cuando sus límites estaban por debajo del nivel competitivo exigido.

Además, se ha habilitado un sistema de 'visados provisionales' que permite a clubes excedidos en su límite salarial inscribir hasta tres fichajes (uno con traspaso y dos libres) mientras corrigen su situación financiera en la siguiente temporada. También se ha flexibilizado la inscripción de canteranos menores de 24 años que lleven tres temporadas en el primer equipo, incluso si el club está fuera del margen 1:1.

El Barça, a la espera de luz verde

El caso más seguido y complejo en este mercado es el del FC Barcelona, que sigue operando bajo restricciones. A día de hoy, el club no cumple con la regla 1:1 del Fair Play Financiero, lo que le impide inscribir con normalidad a sus fichajes.

La situación se ha agravado después de que LaLiga retirara en abril unos 100 millones de euros en ingresos procedentes de la venta anticipada de palcos VIP en el nuevo Camp Nou, al considerarlos no verificados. El club ha presentado documentación adicional para intentar que esos ingresos vuelvan a ser contabilizados y confía en recuperar la regla 1:1 a mediados de agosto.

Mientras tanto, los azulgranas se han visto obligados a liberar masa salarial con las salidas de Ansu Fati (cedido al Mónaco) y Clément Lenglet (traspasado al Atlético de Madrid), entre otras operaciones. Estas maniobras habrían permitido rebajar unos 14 millones de euros en costes de plantilla, aunque todavía insuficientes para operar con libertad.

A esto se suma la sanción impuesta por la UEFA por incumplimientos del Fair Play en temporadas anteriores: 15 millones de euros a pagar esta temporada y otros 45 millones condicionados al cumplimiento de los nuevos márgenes en los dos próximos ejercicios. El club no podrá superar un déficit de 5 millones de euros en 2025/2026 si quiere evitar esa penalización extra.

Real Madrid, el gigante sin ataduras

En el extremo opuesto se encuentra el Real Madrid, que lidera la clasificación de límites salariales con cerca de 755 millones de euros, más de 300 millones por encima del FC Barcelona. El club blanco no solo cumple con la regla 1:1, sino que disfruta de una posición privilegiada para realizar grandes incorporaciones sin necesidad de ventas.

Esta solidez financiera se ha traducido ya en inversiones importantes este verano. Los de Chamartín han gastado más de 167 millones de euros hasta la fecha, encabezando el ranking nacional en cuanto a inversión de mercado.

Atlético de Madrid, en equilibrio

El Atlético de Madrid también mantiene el equilibrio en sus cuentas, con un límite salarial de alrededor de 310 millones de euros. Aunque no cuenta con el músculo financiero del Real Madrid, su situación le permite fichar con margen y competir al más alto nivel sin los problemas de otros clubes.

El club colchonero ha sido uno de los más activos en los despachos este verano, cerrando siete fichajes con una inversión total de 149 millones de euros.

Sevilla, Espanyol y los clubes más castigados

En el lado más vulnerable del sistema están varios equipos que, por su estructura o problemas financieros arrastrados, apenas disponen de margen para fichar. El caso más extremo es el del Sevilla, cuyo límite salarial es de tan solo 684.000 euros, el más bajo de toda LaLiga. El club hispalense, que ha vivido una caída dramática en ingresos, solo puede realizar fichajes a través de los visados provisionales autorizados por LaLiga.

Le sigue el Espanyol, con un límite de apenas 7,8 millones de euros, también operando bajo esta fórmula temporal. Ambos deben comprometerse a sanear sus cuentas antes de la próxima temporada si quieren evitar sanciones mayores o bloqueos totales de inscripción.

Otros equipos con margen limitado

En un escalón algo más cómodo, aunque todavía restringido, encontramos a clubes como el Getafe (39,2 millones), Rayo Vallecano (45,4 millones) o Deportivo Alavés (46 millones). Todos ellos disponen de margen reducido para fichar y han optado por reforzar sus plantillas mediante incorporaciones libres, cesiones o inversiones muy ajustadas.

Zona media: estabilidad y operaciones puntuales

En una posición intermedia encontramos a equipos como Osasuna (52,8 millones), Mallorca (58,8 millones) y Celta (77,6  millones). Estos clubes mantienen el equilibrio financiero sin recurrir a mecanismos extraordinarios y han realizado fichajes puntuales sin salirse del guion presupuestario.

El Celta, por ejemplo, ha invertido unos 11 millones de euros este verano, mientras que Osasuna y Mallorca han reforzado su plantilla con operaciones de bajo coste.

Parte alta de la tabla

Más arriba en el ranking financiero, clubes como el Valencia (80 millones), Girona (98,9 millones), Athletic Club (106  millones), Real Betis (108 millones), Villarreal (136  millones) y la Real Sociedad (160 millones) cuentan con bastante margen dentro del Fair Play.

Los recién ascendidos, ante el reto del equilibrio

El regreso a Primera División de Levante, Elche y Real Oviedo supone también su entrada directa en el exigente sistema del Fair Play Financiero de LaLiga. El Elche, que logró el ascenso como segundo clasificado, parte desde una situación relativamente sólida. Su límite salarial en Segunda fue uno de los más altos de la categoría, rozando los 16 millones de euros. Aun así, el club ilicitano deberá ser prudente si no quiere chocar pronto con los nuevos controles financieros.

El caso del Real Oviedo es especial: tras 25 años fuera de la élite, su retorno ha sido celebrado por toda Asturias. Su tope salarial en Segunda rondaba los 13 millones, una cifra que le situaba entre los cinco presupuestos más altos de la categoría. El ascenso abrirá un flujo inmediato de ingresos por televisión (cercanos a los 60 millones de euros), lo que permitirá al club ovetense negociar con LaLiga un nuevo margen salarial más amplio.

Donde más preocupaciones genera el salto de categoría es en el Levante, campeón de Segunda pero con el menor límite salarial entre los aspirantes al ascenso: apenas 4,2 millones de euros en la última estimación oficial. El club granota está negociando actualmente una ampliación de capital de entre 18 y 25 millones de euros y confía en cerrar varias ventas importantes para generar margen. En paralelo, necesita refinanciar deuda a corto plazo. Si no logra mejorar significativamente su situación financiera, tendrá que acogerse a los mecanismos de inscripción provisional que permite LaLiga a los clubes excedidos.

Un mercado condicionado

A pesar de las restricciones, el mercado de LaLiga se mantiene activo. Las previsiones apuntan a un gasto total que podría superar los 700 millones de euros este verano. Una cifra considerable teniendo en cuenta el control económico vigente, que refleja la voluntad de los clubes de competir sin comprometer sus cuentas.

El reto para muchos será consolidar esa inversión de forma sostenible. El nuevo Fair Play busca precisamente eso: permitir cierta maniobra en tiempos de dificultad, pero bajo la promesa de regularización a corto plazo.