Pólemica
Así ha sido la polémica expulsión de Huijsen en el Real Sociedad - Real Madrid
El central del equipo de Xabi Alonso se siente muy perjudicado por una jugada en la que el VAR no quiso entrar
La tarde en Anoeta comenzó con un homenaje cargado de emoción y luego todo se volvió polémico con la expulsión de Huijsen. John Toshack recibió el cariño de la grada y de las dos aficiones antes de que el balón echara a rodar. El técnico que marcó época en San Sebastián, acompañado por su familia y por Jokin Aperribay, presidente de la Real Sociedad, fue ovacionado en un acto que llenó de simbolismo el inicio del partido. Pero la solemnidad dio paso pronto a la tensión futbolística: Real Sociedad y Real Madrid se midieron en un duelo de alto voltaje que ya está marcado por una decisión arbitral clave, la expulsión de Dean Huijsen.
Un arranque trepidante
El encuentro arrancó con ritmo alto y un Madrid que golpeó primero. Ya en los primeros compases, Mbappé y Güler conectaron para batir a Remiro, pero el gol fue anulado por un ajustado fuera de juego semiautomático del francés. La acción dejó claro que el equipo de Ancelotti había salido con la directa puesta: dominaba la posesión, encadenaba llegadas y obligaba a la Real a defender muy cerca de su área.
El premio para los visitantes no tardó en llegar. En el minuto 12, un error en la salida de balón local lo aprovechó Mbappé para plantarse solo ante Remiro. El francés definió con potencia y adelantó al Real Madrid. Era el 0-1 y la confirmación de que el campeón de Europa llegaba a Anoeta con la misma ambición arrolladora que le caracteriza.
Mbappé incluso estuvo a punto de doblar la ventaja minutos después. Primero con un disparo que se estrelló en el poste tras un gran recorte, y luego con otra acción en la que Zubeldia apenas pudo frenarle. Cada vez que el delantero galo arrancaba desde el costado izquierdo, el estadio contenía la respiración. Vinicius, más interior, y Güler, con sus apariciones entre líneas, completaban un ataque desbordante.
La Real, sin embargo, no se arrugó del todo. Barrenetxea probó suerte con un disparo potente que se marchó por el lateral de la red, y Guedes generó alguna ocasión desde la banda. Aun así, el dominio era blanco y Remiro tuvo que multiplicarse para mantener a los suyos en el partido, sacando dos manos providenciales a remates de Militao en jugadas de estrategia.
La jugada que lo cambió todo
El partido parecía bajo control madridista hasta que, en el minuto 32, llegó la acción que lo cambió todo. Huijsen, central del Real Madrid, derribó a Oyarzabal cuando el delantero de la Real enfilaba portería, pero aún cerca del centro del campo. Gil Manzano no lo dudó: roja directa. El argumento arbitral fue claro: agarrón en carrera, ocasión manifiesta de gol.
La decisión desató la tormenta. Los jugadores del Madrid protestaron con insistencia, señalando que Militao estaba cerca de la jugada y en posición de cobertura. Huijsen, incrédulo, protestó antes de abandonar el césped. Y en la banda se vivió la imagen de la tarde: un enfado monumental de Xabi Alonso. El técnico de la Real explotó, gesticulando con una intensidad nunca antes vista en él en Anoeta. Su protesta reflejaba la importancia de la decisión y la sensación de que el partido quedaba condicionado. "¡Qué vergüenza!", decía.
La roja dividió inmediatamente opiniones. Para unos, el agarrón era evidente y suficiente para expulsar. Para otros, con Militao cerca, debía haberse resuelto con amarilla. En cualquier caso, el Madrid se quedaba con diez en un partido que dominaba con claridad.