Madrid
Con Adrián resucitó el Atlético
Un gol del asturiano en la segunda parte dio el triunfo a los de Simeone
Adrián acabó con la resistencia del Celta y el Atlético se fue de vacaciones con cuarenta puntos, el segundo puesto consolidado y unos números que hacen historia. Mejor imposible, pese a que anoche el juego no tuvo continuidad; los rojiblancos se movieron a impulsos, bajo la batuta de Arda, y sufrieron para menoscabar la resistencia del conjunto de Paco Herrera, que planteó bien el partido, pero que encajó el gol cuando había movido el sistema y actuaba con cinco defensas para frenar la avalancha atlética en el tramo final.
Porque el gol llegó a trece minutos del final. Simeone había sacado a Cristian Rodríguez, a Adrián y a Raúl García para darle mayor intensidad al juego, ya que Falcao y Diego Costa no habían podido con la defensa celeste y sólo un disparo de Koke al palo en el primer tiempo llevó peligro al área gallega.
Y en una acción por la derecha Adrián peleó con Oubiña y el rechace del balón volvió al asturiano, que largó un zapatazo al que no llegó Varas. Era el gol del triunfo y de la reivindicación de un jugador que este curso no ha encontrado el espectacular juego de la temporada pasada. Adrián lo celebró con ganas y el Atlético trató de controlar el partido ante un Celta excesivamente blando en algunas acciones, que asustó poco a Courtois. Su mejor ocasión fue una falta en la frontal (min 86), en la jugada de la expulsión de Miranda (segunda tarjeta). El lanzamiento era propicio, pero el resbalón de Iago Aspas mandó el balón a las nubes.
Ganó el Atlético porque fue más intenso. Comenzó mejor el equipo de Simeone, pero se paró muy pronto. Se movió a través de Koke y Arda, dos jugadores con altibajos, aunque el turco fue el que más contacto tuvo con la pelota y el que mejor entendió el partido ante un Celta que estuvo por debajo de su nivel en el primer tiempo y que no creó peligro. Detalles de Álex López, pocas cosas de Iago Aspas, un Oubiña muy defensivo y demasiados hombres en el centro del campo que colocó Paco Herrera para impedir maniobrar al Atlético.
Falcao remató con peligro una sola vez. Vio la quinta tarjeta y quedó atrapado en la red de Cabral y Túñez. Lo mismo le pasó a Diego Costa, mientras que Gabi y Tiago trataron de ayudar a Koke y Arda. Con los cambios, con Cristian Rodríguez y Adrián, el Atlético fue más vertical y más profundo, y obligó a los defensores gallegos a abrirse.
Simeone fue valiente, arriesgó y acertó. Adrián puso la guinda con su gol a un partido en el que el Atlético no salía del atasco. Un gol para resucitar en el día en que los mayas anunciaban el fin del mundo. Hay Atlético para rato.
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