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Opinión

La Liga de 14 jornadas del Atlético

Si alguien en el club rojiblanco sabe de dónde viene, ese es el consejero delegado, Miguel Ángel Gil

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Volver a la senda de la victoria con continuidad. Eso es lo que necesita el Atlético de Madrid para salir del bucle de inseguridad y pánico que invade actualmente el vestuario rojiblanco. Ganar con autoridad en Pamplona debe ser un comienzo, pero no hay que olvidar las veces que los de Simeone han dejado pasar oportunidades parecidas.

Analizando el partido, solo se entienden los pocos minutos de los que ha disfrutado Héctor Herrera por la preferencia del entrenador en defender por encima de atacar, pues es indiscutible que el equipo cuenta con una mejor salida de pelota con el mexicano, que tiende a hacer mejores a sus compañeros. Si Joao Félix se siente importante y con la reaparición de Griezmann, que está a punto de caramelo, el equipo tiene capacidad suficiente para ganar la nueva liga de 14 partidos que se avecina y en la que el consejero delegado ha pedido enfocar todos los esfuerzos.

Entre dimes y diretes, nombres de entrenadores filtrados con todo el interés por si el Cholo no siguiera al frente del equipo el próximo curso, unas supuestas repentinas malas relaciones entre el míster y el director deportivo, y todo tipo de rumores que surgen cuando vienen mal dadas, Gil Marín ha transmitido toda su confianza al mismo grupo de trabajo que hace seis meses fue campeón de Liga, porque si hay alguien que no se olvida de dónde viene, es él.

En la situación actual, llega un Manchester United en los octavos de la Champions capaz de lo mejor y de lo peor, en un duelo imposible de dilucidar. El equipo necesita urgentemente ganar para coger confianza, pero pensar en hacer en Europa algo importante parece una ingenuidad. Eso de conectarse en función de la competición es algo que no suele ocurrir, menos aún en un equipo que tiene que estar bien mentalmente, sentirse sólido y con las ideas claras para encontrar su mejor versión, de la que ahora mismo está muy lejos.

No conviene despistarse del objetivo impepinable de la cuarta plaza en Liga para poder disputar la próxima Champions, indispensable para no frenar en seco el crecimiento de un club que está en horas bajas debido a su crisis de identidad.