Bajarse al barro

El Atlético de Madrid, con un gol del francés Antoine Griezmann y dos del croata Mario Mandzukic, sentenció en menos de media hora sobre el embarrado campo de Ipurúa, al que se adaptó mejor que el Eibar.

Se remangó, se puso el traje de faena, se bajó al barro y en veinticinco minutos selló su triunfo. Un gol de Griezmann y dos de Mandzukic acabaron muy pronto con la resitencia del Eibar, que entró tarde y sin tensión en el partido, y que quiso remar contra corriente cuando ya era imposible porque el botín del Atlético estaba a buen recaudo y los guerrilleros de Simeone, olvidada la eliminación copera, querían seguir dando guerra en esta Liga que parece dual, pero que tiene el próximo sábado un derbi en el Calderón que puede cambiar la tendencia existente.

En Ipurúa no había conejos, ni un bote del balón irregular porque el balón no botaba. Había agua, barro, poca hierba y veintidós jabatos dispuestos a partirse la cara en busca del triunfo. Y fue el Atlético el que encontró las soluciones, el que se aclimató mejor a los elementos y el que logró a través de Griezmann, que hizo mucho daño por la izquierda, abrir el marcador. Con un campo en esas condiciones tomar ventaja era dar un paso grande. Y así fue. Un balón despejado por Tiago acabó en los pies de Griezmann que batió a Irureta cuando no se habían cumplido los diez minutos.

Y aunque el Atlético ante el Barça no había sabido defender el tempranero gol de Torres ayer fue distinto. El rival sólo se parece al Barça en la camiseta azulgrana y para el Eibar fue un quiero y no puedo, un auténtico sufrimiento, el buscar sus ocasiones ante Moyá. Lo intentó, pero se topó con una defensa disciplinada, comandada por Godín en donde no había lugar al error. Patadón sin contemplaciones cuando acechaba el peligro y la pelota no era clara. Además, en el juego aéreo se imponía el dúo uruguayo –Giménez estuvo acertado en la faceta cabeceadora– por lo que Arrubarrena y Piovaccari eran víctimas de su ansiedad.

Mandzukic ausente ante el Barça –el que no jugó un minuto ayer fue Torres– era feliz en su pelea con los centrales armeros. Y fue más feliz cuando Griezmann le puso un perfecto balón para marcar el segundo. Otro mazazo para el Eibar, que no encontraba las soluciones ofensivas y que tenía algunos despistes en defensa. Un error de Raúl Navas en el despeje dejó al croata en disposición de hacer el tercero. El Atlético encontraba oro antes de lo previsto. Se había remangado y había trabajado bien. Quizá, excesivo el castigo para el rival, zarandeado y sin respuesta, que, además, se encontró con Moyá en la última jugada del primer tiempo.

Tuvo el Atlético capacidad de trabajo y así basó el triunfo. Koke y Saúl se esforzaron; Tiago puso cordura, orden y capacidad para moverse entre líneas y Raúl García echaba una mano en esa pelea, que muchas veces fue aérea y en otras de cuerpo a cuerpo. Los laterales Gámez y Siqueira cerraban bien mientras que Mandzukic y Griezmann se entendían, se desmarcaban y creaban problemas a los defensores eibarreses, pese a que el Atlético no tiró mucho a puerta. Ayer, fue el rey de la eficacia ante un rival que sólo encontró consuelo al final con el gol de Piovaccari.

Un canto, pues, a la eficacia rojiblanca. Un triunfo trabajado, un Simeone más tranquilo –sin necesidad de cortes de mangas– y un Atlético preparado para el gran derbi del sábado.

- Ficha técnica:

1 - Eibar: Xabi Iruretagoiena; Lillo, Raúl Navas, Añibarro, Abraham; Errasti (Javi Lara, m. 46), Borja Fernández; Manu del Moral (Capa, m. 46), Arruabarrena (Lekic, m. 46), Saúl Berjón; y Piovaccari.

3 - Atlético de Madrid: Moyá; Jesús Gámez, Giménez, Godin, Siqueira; Saúl, Tiago; Raúl García (Mario Suárez, m. 54), Koke (Cani, m. 78), Griezmann (Raúl Jiménez, m. 54); y Mandzukic.

Goles: 0-1. m. 6. Griezmann; 0-2. m. 22. Mandzukic; 0-3. m. 24. Mandzukic; 1-3, m.89: Piovaccari.

Arbitro: Pedro Jesús Pérez Montero (Comité andaluz) Amonestó a los locales Piovaccari, Abraham y Lillo; y a los visitantes Griezmann, Koke, Saúl.

Incidencias: Unos 5.000 espectadores -entre ellos varios centenares de aficionados rojiblancos- acudieron al campo de Ipurúa a presenciar un partido de la jornada 21 de la Liga BBVA, disputado en una tarde invernal, con 5 grados de temperatura y bajo una intensa lluvia. El local Manu del Moral se fue conmocionado del terreno de juego antes del descanso. El Atlético de Madrid jugó de gris.