Fútbol
El Barça vence al Cádiz y Ferran Torres se reivindica (2-0)
El extremo aprovecha su titularidad y rompe un partido que los azulgrana se pudieron complicar por exceso de confianza
El Barcelona (equipo) tiene que lidiar a partir de ahora con el ruido que está generando el Barcelona (club) con la noticia de Enríquez Negreira. De momento, no parece que haya afectado a los futbolistas, que sumaron una nueva victoria ante el Cádiz, que de un tiempo a esta parte siempre le ha complicado la vida, para mantener la ventaja con el Real Madrid, su más inmediato perseguidor, en ocho puntos. La Liga tiene que ser el gran objetivo de los azulgrana este curso, pero Xavi pensó en la vuelta de la Europa League contra el Manchester United y en los descansos por el calendario tan apretado, e introdujo cambios en todas sus líneas. Eran oportunidades que casi todos aprovecharon, especialmente Ferran Torres, un jugador que lleva desde hace tiempo en una aparente depresión. Claramente su bajón era más mental que otra cosa, y si falla lo de arriba es complicado que funcionen las piernas. El joven extremo se rebeló con una terapia de choque. Si los regates no le salían en los últimos meses, pues tenía que seguir intentando hacerlos. Y fue atrevido en todo momento para encarar a Arzamendia. No dejó de probar Ferran hasta que le salió la jugada de la noche, con tres quiebros en el área (al lateral izquierdo, a Alcaraz y a Fali), para centrar atrás y que Sergi Roberto, otra de las novedades, acertara tras el rechace del primer cabezazo de Lewandowski.
Rompía así el Barça un encuentro que el Cádiz le estaba poniendo muy difícil. Metió piernas el conjunto «amarillo» y no se dedicó a defender, también buscó la portería de Ter Stegen con la habilidad de Ocampo, la velocidad de Bongonda y la movilidad de Roger Martí, que incluso llegó a marcar un gol que fue anulado por fuera de juego. Se cerraba bien el equipo de Sergio cuando le tocaba replegarse o cuando perdía la pelota ante la presión de su rival. Mantenía también a Lewandowski lejos del área pequeña. El polaco tenía que salir para buscar balones lejos de la zona en la que hace más daño. Pero también desde la frontal encontró un disparo seco que llevó a la red. En tres minutos antes del descanso, el Barcelona puso mucha distancia y el Cádiz maldijo que su trabajo no le había servido para demasiado.
Quien no necesita reivindicarse es Gavi, que volvió a ser un jugador diferencial cuando recibía en la zona de la mediapunta y se giraba y lograba sortear rivales con la conducción de balón. Tampoco Christensen tiene que ganarse el favor del entrenador. El danés firmó otro partido impecable y solvente tanto en la salida de la pelota como midiendo a la perfección cuando iba al corte. Eric García también despejó muchos balones que llegaban por arriba y por abajo.
Tuvo el Cádiz un segundo gol anulado, también a Roger, por falta de Fali a Ter Stegen. No se rindió el conjunto andaluz ante un rival que tampoco tuvo muy claro si ir a por el tercero o si guardar fuerzas para batallas futuras. El debate lo pudo cerrar Lewandowski con un remate al larguero. No estaba sufriendo en exceso en Barcelona y hasta Xavi hizo el cambio menos habitual: el delantero polaco se fue a descansar. También De Jong, que había visto una amarilla.
Era arriesgado. Sí tuvo que hacer un paradón Ter Stegen a Chris Ramos, cuya entrada revolucionó a los suyos. Su maniobra fue tremenda, se giró, se marchó de Gavi y de Eric, pero no pudo con el portero alemán, que intervino abajo de forma milagrosa. Lozano incluso se encontró con el poste cerca del final. El Barça estaba fuera, pensando en lo próximo, y se pudo meter en un lío.
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