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Fiesta «non stop» en el Bernabéu

El Real Madrid dio una exhibición y pasó por encima del Espanyol, que fue una sombra. La grada se ha reconciliado con todos los jugadores y disfruta del juego y de las goleadas

Los jugadores del Real Madrid celebran un gol de Cristiano
Los jugadores del Real Madrid celebran un gol de Cristianolarazon

El Real Madrid dio una exhibición y pasó por encima del Espanyol, que fue una sombra. La grada se ha reconciliado con todos los jugadores y disfruta del juego y de las goleadas

Del lugar al que se iba con ganas de bronca, en busca de un culpable con el que pagar todas las frustraciones y donde ni siquiera las goleadas dejaban a nadie contento, el Santiago Bernabéu ha pasado a ser el local de moda de Madrid, porque el espectáculo está asegurado. El espectáculo y la alegría, que durante el año pasado parecía vedada.

Hay un entusiasmo en la grada y en los jugadores, que no quieren mirar más lejos del día a día, sin pensar en rivales o distancias. El Real Madrid se mira a sí mismo y se ve bien, guapo, en forma y feliz, como no se había sentido esta temporada, y preparado para disfrutar de la fiesta todos juntos. No falla nadie, ni James, el más retraído, el que más ha tardado en darse cuenta de que las caras largas han pasado de moda y que hay que ponerse a jugar al fútbol y colaborar para sacar esto adelante. El colombiano empieza a no desentonar con el resto de los compañeros y aporta, porque tiene calidad de sobra. Puso el balón en la cabeza de Benzema en el primer tanto y luego marcó otro de rebote. Jugó todo el partido, además, en un gesto cómplice de Zidane para que se sintiera importante.

El primer cambio fue Modric, en la segunda parte, con el partido resuelto y el entrenador lo hizo para que el croata se llevase una gran ovación del público, que cree en él como no lo hace en nadie de la plantilla. El estadio madridista se maravilla con Isco, se siente caníbal con Ronaldo, siente que se acerca a Benzema, pero ahora de quien se fía, de quien se dejaría llevar con los ojos cerrados a cualquier lugar es Modric. En Sevilla hizo una segunda parte de escándalo, en la que todo lo que imaginaba le salía, y ayer volvió a ser de los más destacados. Él, junto a Kroos, al que también se aplaudió al ser cambiado, manda por su estilo y porque da coherencia al fútbol. Sin mucho ruido y sin ningún gesto para la galería se ha hecho con el público y es un amor incondicional.

Aunque el socio del Madrid está encantado con todos y con razón. En la segunda mitad, Varane se marcó una ruleta al estilo Zidane en campo contrario y puede que Marcelo acabase el partido dando a la pelota de tacón más veces que de otra manera natural. Porque así está el Madrid ahora, como si alguien, Zidane, vamos, le hubiese quitado la tapa al recipiente de las esencias futbolísticas y los jugadores hubieran recuperado las ganas de jugar al fútbol. Es un equipo que actúa por banda o se mueve por el centro, con combinaciones rápidas, precisas y en ocasiones, de más. El partido de ayer dio para eso, para las virguerías, para intentar lo que se hace en los entrenamientos.

Como se preveía, el Espanyol, con demasiadas bajas y el miedo dibujado en los ojos, fue un fantasma que pasó por el Bernabéu mirando el reloj y esperando que acabase el encuentro desde el minuto uno. Sólo se atrevió a visitar a Keylor Navas en la segunda mitad, cuando el Madrid ya había hecho los tres cambios y se había calmado. Aún así faltaba el gol de Jesé y el tercer tanto de Cristiano Ronaldo, que esta temporada contra el conjunto catalán se ha puesto las botas. Hizo uno de penalti, el último de cabeza y en el segundo dejó su huella, una carrera y una exquisitez técnica para fusilar a Arla. Fue el mejor Ronaldo de los últimos partidos, el Ronaldo que se echaba de menos y que se espera sea un anuncio de lo que espera para el resto de temporada.

El Madrid funcionó a la perfección en la primera mitad, sobre todo. En los tres partidos que ha disputado el equipo de Zidane en el Bernabéu ha mostrado ambición, carácter y ganas de marcar cuando ya nada importa. Los futbolistas disfrutan y se nota. El equipo tiene el balón en casi todos lo momentos y pegar un balonazo es un recurso que se ha prohibido: la pelota siempre pasa por Modric o Kroos, y de ahí a Isco o James o a los laterales, que tienen que abrir el campo. Además, cuenta con un Benzema iluminado, con registros que no había tenido nunca, un delantero centro que deja fuera cualquier problema para dar un rendimiento exquisito en el campo.

Los de Zidane no dejan respirar al rival al comienzo del partido. La defensa juega muy arriba y los centrocampistas presionan. El resto del equipo acompaña y al rival le es imposible jugar. Y luego llega el ataque por oleadas, que no hace más que crear agujeros en la defensa. El Espanyol no supo detener al Madrid cuando éste estuvo en ebullición y llegó al descanso con cuatro goles en contra, que pudieron ser más. La segunda parte fue mucho más tranquila para los jugadores de Galca, que pudieron respirar y que aún se llevaron dos tantos más.

En tres encuentros, el Bernabéu ha visto 16 goles y los equipos llegan al estadio asustados. Disfruta el Madrid como no lo hacía, disfruta el público como no recordaba, hay una sensación de libertad y de alegría, sin pensar en más allá ni ir más lejos. Nadie esconde que la Liga se ha puesto complicada y que se va a necesitar ganar y esperar errores poco esperados. Pero, mientras eso sucede, mientras, qué alegría, oye.

- Ficha técnica:

6 - Real Madrid: Keylor Navas; Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Marcelo; Kroos (Casemiro, m.70), Modric (Jesé, m.63), Isco; James, Cristiano Ronaldo y Benzema (Lucas Vázquez, m.74).

0 - Espanyol: Arla; Javi López, Álvaro, Enzo Roco, Rubén Duarte (Fuentes, m.46); Víctor Sánchez (Abraham, m.58), Salva Sevilla (Óscar Duarte, m.46), Diop, Hernán Pérez; Jordán y Mamadou Sylla.

Goles: 1-0, m.7: Benzema. 2-0, m.12: Cristiano, de penalti. 3-0, m.16: James. 4-0, m.44: Cristiano. 5-0, m.82: Cristiano. 6-0, m.87: Alvaro Gónzalez, en propia puerta.

Árbitro: Hernánez Hernández (colegio canario). Amonestó a Casemiro (84) por el Real Madrid; y a Hernán (12), Diop (36), Mamadou (42) y Álvaro (77) por el Espanyol.

Incidencias: encuentro correspondiente a la 22a jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 65.768 espectadores. EFE