Milán, rival del Atleti
El despertar de Brahim
El jugador cedido por el Real Madrid es el más destacado esta temporada en el Milan, el rival del Atlético en la Liga de Campeones. Lleva cuatro goles en siete partidos
Cuando Brahim negociaba ampliar su cesión al Milan y las conversaciones se complicaban, el club decidió ofrecerle el número «10» que había dejado libre Çalhanoglu al marcharse al enemigo más cercano, el Inter. Hay números que todavía conservan ese simbolismo que tenían cuando había que ganárselos día a día y no se asignaban a un jugador para toda la temporada. El «9» era el número de los goleadores y el «10», el de los buenos, el de los que hacían jugar al equipo.
Brahim recibía con ese número una carga de confianza en su fútbol y lo está agradeciendo sobre el césped. El malagueño, que cumplió 22 años el mes pasado, se ha hecho mayor, ha ganado peso en el equipo y se ha convertido en el jugador más decisivo del Milan. Ha marcado cuatro goles, entre ellos uno al Liverpool en el estreno en la Liga de Campeones, y ha dado una asistencia en los siete partidos que ha disputado. Siempre como titular, excepto en la última jornada de la Serie A, contra la Spezia, en el que sólo disputó ocho minutos, suficientes para marcar el gol de la victoria milanista.
«Sólo intento ser la mejor versión de mí, ayudar al equipo con el trabajo, con goles y asistencias. Eso es lo más importante, ayudar al equipo. Tenemos un espíritu increíble», admite Brahim, que ha mejorado sus números de la temporada pasada. Marcó siete goles en 39 partidos, cuatro en la Serie A y tres en la Liga Europa. Y con él, el Milan también ha crecido. Se mantiene invicto en la Liga, sólo ha cedido un empate, y está a dos puntos del líder, el Nápoles, y con dos de ventaja sobre el actual campeón, el Inter.
El verano le ha sentado bien al jugador español, que disputó la Eurocopa sub’21 y debutó y marcó su primer gol con la selección absoluta, aunque fuera de manera accidental. El malagueño fue convocado para el amistoso ante Lituania, aquel que dirigió Luis de la Fuente, el seleccionador sub’21, y en el que tuvo que improvisar una convocatoria tras el positivo por coronavirus de Sergio Busquets. Después, Luis Enrique no ha vuelto a contar con él, aunque la llamada de Abel Ruiz para los compromisos de septiembre y atrevimiento del seleccionador para convocar a futbolistas jóvenes le hace mantener la esperanza de hacerse un hueco en la lista de jugadores que disputarán la fase final de la Liga de Naciones.
De momento se centra en el Milan y en su enfrentamiento con el Atlético. «Venir del Madrid influye, evidentemente. Pero ahora juego en el Milan y sólo pienso en dar lo máximo para ayudar a mi equipo», insiste. El jugador español destaca la solidaridad de su equipo en el campo. «Los compañeros luchamos uno para otro, creo que tenemos una armonía increíble, nos apoyamos, somos una familia», advierte. Y agradece la confianza que el entrenador, Stefano Pioli, ha depositado en él. Eso le ha hecho sentirse preparado para «asumir la responsabilidad» de liderar al equipo en el campo.
Algo para lo que lleva preparándose desde los 14 años, cuando se marchó de Málaga para jugar en las categorías inferiores del Manchester City. Lo acompañó toda su familia, sus padres y sus hermanos, y el apellido paterno, Abdelkader, dejó paso al Díaz de su madre, más sencillo para los británicos. La oferta del Real Madrid fue lo que le hizo regresar a España cuando tenía 19 años.
En el Real Madrid apenas tuvo oportunidades, pero siempre ha contado con el respaldo de las selecciones inferiores. «Estamos encantados con él, pero todavía hay que exigirle más. Ha sido de los más destacados, pero hay que pedirle todavía más, tiene más potencial, él lo sabe y está comprometido con esa idea», decía Luis de la Fuente hace un año después de un partido de la selección sub’21. El seleccionador sabe lo que puede hacer Brahim.
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