Restringido
Como un dolor de muelas
Cuando un equipo como el Atlético, que viene de arrastrar años de frustraciones, es capaz de ganar por vez primera en su historia dos veces seguidas en Liga en el templo del Bernabéu, es que se acabó lo que se daba y que ha triunfado la «revolución cholista». Porque ahora ganará o perderá, pero ya mira al Real de frente a la cabeza, al tronco y sí, también a las extremidades... En realidad, el Atlético se ha convertido en un dolor de muelas para el Madrid.
- Hurgar en la herida
¡Ah!, ese balón parado de Simeone que hurga en las heridas blancas y que hace sangre en el debilitado Iker. Nada nuevo, viejo. Porque este Atlético ya le ganó una final de Copa en el Bernabéu al Madrid, entonces de Mou en el banquillo y de Diego en la portería, con un testarazo de Miranda peinando en el primer palo (si, el primer palo). Aunque lo de ahora es una sangría y está provocando una hemorragia al eterno rival. Al Cholo le está sobrando en este arranque de temporada algún tic demagógico, reprobable, pero su manejo del equipo es brutal.
- La pasión turca
Afirmó el Cholo que se han ido diez o doce (pongamos que hablaba sobre todo de Courtois, Costa, Filipe, Villa...), pero inyectó más sangre en vena con eso de que «tenemos el núcleo, que es la fuerza de este grupo», y pongamos que se refería a Juanfran, Miranda, Godín, Gabi, Mario, Raúl, Tiago y... Arda. El Atlético fue inferior en el primer tiempo porque parecía darle patadas a una pelota de rugby, horroroso el Plan A. Pero la salida del turco le dio fútbol al equipo, como bajar a Koke a tocar con Tiago y la velocidad de Griezmann. Arda Turan, que quiso irse en verano aunque el club exigió que o los 40 kilos de su claúsula o nada; al final se quedó y el sábado fue el protagonista final de la pasión turca que sufrió el Madrid, como ese dolor de muelas. Carlo, todos al dentista...
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