
Polémica
"No compensa ir a la selección para que me insulten y me piten"
Álvaro Morata no oculta su malestar por las constantes burlas y asegura que tras ganar la Eurocopa con España hace un año, pensaba que “la gente sería más respetuosa”

El capitán de la selección española, Álvaro Morata, asegura sentirse recuperado del problema de salud mental que sufrió el pasado año antes de la Eurocopa, pero admite que “no compensa” seguir acudiendo a la llamada del combinado nacional si es para que le “insulten y piten”.
Morata hace esta reflexión en el documental que Movistar Plus estrena este martes en el que aborda la depresión y los ataques de pánico que padeció en su recta final en el Atlético de Madrid, cómo afrontó su recuperación con ayuda de una especialista, así como su convivencia y la separación con su actual pareja, Alice Campello.
Uno de los factores que afectó a su estado psicológico fue la presión mediática y las críticas e insultos recibidos contra él y su familia durante meses por una parte de la afición en los estadios, en su vida personal y en las redes sociales, lo que le ha llevado a platearse su continuidad en el equipo nacional.
“¿Compensa que a cada sitio por donde vaya en España con mi familia tenga episodios desagradables y que la gente te vacile, se insulte y se ría de ti? No sé si compensa tanto ¿Compensa seguir viniendo a la selección para que en los estadios en los que juegas con la camiseta de la selección te insulten y te piten? No compensa”, argumenta en el documental, titulado ‘Morata: no sabéis quién soy’.
Según el delantero madrileño, tras ganar la Eurocopa con España hace un año, pensaba que “la gente sería más respetuosa”. “Si quieres a una persona, sé que es fútbol, la quieres también cuando está mal”, añade.
La reflexión de Morata sobre su permanencia en la selección se une a lo que afirmó el pasado día 8 cuando falló en la tanda de penaltis, lo que dio a Portugal el título de la Liga de Naciones.
"Es una posibilidad que no esté en septiembre"
“Es una posibilidad que no esté en septiembre”, dijo Morata tras el partido sobre su continuidad con ‘La Roja’ con vistas al Mundial del próximo año.
Morata, de 32 años, confesó en octubre del pasado año sus problemas de salud mental, lo que influyó en su decisión de irse del Atlético y fichar por el Milán, del que meses después saltó al Galatasaray, su actual equipo.
“Tenía miedo de todo. Tenía muchos pensamientos horribles, autodestructivos. Se me ha pasado por la cabeza el simular lesiones para no tener que estar. Tu cabeza te propone cualquier tipo de cosas que te haga evitar lo que te hace sufrir. Era como si estuviera en una habitación negra en la que todo el mundo me estaba mirando fijamente a mí. Mi cabeza me mandaba todo el rato señales y mensajes y voces diciéndome cosas horribles”, relata en el documental.
El capitán de la selección acudió a una psiquiatra que le recomendó su pareja para tratarse el 12 de abril, dos meses antes del comienzo de la Eurocopa.
“Cuando le vi, estaba con un sufrimiento increíble, con muchísimo estrés y con una depresión muy profunda (…) No quería ir a la Eurocopa y quería dejar el fútbol (…) No tenía piel que le protegiera de todos los comentarios o las hienas del mundo”, narra la psiquiatra Pilar de Castro Manglano, de la Clínica Universidad de Navarra de Madrid.
Morata señala que además de la medicación que tomó, pudo afrontar la Eurocopa con el apoyo de personas como el exjugador Andrés Iniesta, quien también sufrió un cuadro de depresión como jugador.
También valoró el apoyo del seleccionador, Luis de la Fuente: “Estaba en el sitio más oscuro donde una persona puede estar y confió en mí. A nivel humano, ha sido el mejor entrenador que he tenido, porque ha sabido no solo entender mi problema, sino compartirlo y vivirlo como si fuera una cosa suya”.
Muy duro para su familia
En el documental, interviene Alice Campello, quien enfatiza lo duro que es soportar las ofensas que recibe Morata. "Es duro ir a un estadio y que haya mucha gente que te insulta o ir por la calle y que te insulten o decir a los niños cosas (…) Me decía que solo con tocar la pelota le entraba la ansiedad. Ya había pasado por eso y le llevé a la psiquiatra que me ayudó”, revela Campello.
De su separación con Morata después de la Eurocopa, la atribuyó a que “ninguno de los dos estaba estable mentalmente”.
“No estaba feliz conmigo misma y él no estaba feliz consigo mismo. ¿Cómo vas a estar bien junto a alguien si no puedes dar lo mejor de ti? Solo puedes dar cosas negativas, es normal que cualquier persona choque, no es sano. No siento que ha habido una crisis de falta de amor, sino simplemente dos personas que no estaban bien”, esgrime la modelo italiana.
Según Morata, si seguía con Campello “podía poner en riesgo otra vez el coger otra depresión”, por lo que decidió irse a Milán.
La pareja se rehizo a comienzos de este año. “Ha habido momentos donde era odio máximo y otros mejor, pero cuando la rabia se va, siempre gana el amor”, se congratula Campello, con quien Morata tiene cuatro hijos.
En el documental de Morata, se recogen también testimonios de jugadores como Lamine Yamal, Nico Williams o Mikel Oyarzabal y del tenista Carlos Alcaraz.
Alcaraz subraya que el deporte profesional requiere “una exigencia mental y física altísima” porque además de querer tener resultados, buscas “satisfacer para que la gente esté contenta”.
“Ese tipo de presión es lo más difícil de gestionar. He tenido etapas difíciles, en las que me he venido abajo, que no me salían los resultados y algunos comentarios siempre te afectan”, sostiene el tenista.
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