Confianza en los «valors»

Con la Liga en juego en dos jornadas y tres equipos con opciones, las especulaciones se disparan: se habla de maletines, de motivaciones, se especula con todo y, por si faltaba algo, ayer, Zubizarreta, director deportivo del Barcelona, se reunió con Luis Enrique, entrenador del Celta (rival del Madrid el próximo domingo) para ficharle como futuro entrenador del Barcelona. Era el último ingrediente de un campeonato donde cada día se espera una sorpresa.

Es verdad que aún puede pasar cualquier cosa, pero aunque aún hay que disputar una jornada de Liga de por medio (y el Real Madrid, un partido más, mañana en Valladolid), todas las miradas se centran en el duelo que cierra la temporada en el Camp Nou: el Barcelona recibe al Atlético. Si los tres equipos ganan los encuentros que quedan hasta ese choque y si el Madrid, también ese día, vence al Espanyol, una victoria del Barcelona daría la Liga al Madrid.

El «seny»

«Está en su 'seny' y en sus 'valors' pelear el partido», piensan desde la entidad blanca. El Barça también puede ganar la Liga si vence en ese partido y el Madrid pincha. Los choques entre rojiblancos y barcelonistas han sido muy disputados esta temporada. Una victoria sencilla del Atlético o un empate poco disputado no daría la mejor imagen del club catalán en un partido al que todo el mundo va a prestar atención. Durante los últimos años, los azulgrana han estado presumiendo por todas las esquinas del planeta de que es una entidad donde priman tanto los éxitos deportivos como los valores que los acompañan. Que ambos van paralelos. Importa tanto el triunfo, como lograrlo estéticamente, a la vez que llevaba Unicef en la camiseta.

No es una cuestión donde solamente entra la ética del Barcelona. Si el Real Madrid ganase la Liga, el Barcelona sería su rival en la Supercopa con la que se abre la temporada que viene. Se calcula que son unos 10 millones de euros lo que se recibe por jugar esa competición. ¿Va a renunciar el club catalán a ese dinero sólo por contentar a parte de sus aficionados?

En el Madrid tienen la esperanza de que estos factores sean determinantes para que el final de Liga sea disputado de verdad por los tres conjuntos que aún tienen posibilidades. El Atlético sabe que necesita cuatro puntos y nada más. No necesita hacer otras cuentas como si le hacen falta a los otros dos competidores. Para el Madrid, la única posibilidad es que los rojiblancos pierdan uno de los dos encuentros que le quedan. El Barça, además, está pendiente de que sean los blancos también los que se dejen algún punto en el camino. Pero si no sucede nada de eso la próxima jornada, el Barcelona-Atlético será el partido más decisivo. Imposible no pensar en todo lo que puede suceder.

En el último enfrentamiento entre el Atlético y el Barcelona, en los cuartos de la Liga de Campeones, tras acabar el partido del Calderón con la clasificación de los locales, las aficiones de los dos equipos se aplaudieron, se animaron o consolaron y entre los gritos sueltos se podía escuchar: «Ahora ganad al Madrid». Si hay algo que une a gran parte de los hinchas del Atlético y del Barcelona es el odio más allá de cualquier matiz al equipo blanco.

Cada movimiento se va a analizar al milímetro y ayer el Barcelona no hizo nada para esconder la reunión entre Zubizarreta y Luis Enrique. Según Cuatro, El encargado de la primera plantilla salió ayer de la Ciudad Deportiva del club catalán a las 11:45 de la mañana y media hora después, las cámaras le pillaron entrando en la casa de Luis Enrique, el entrenador del Celta y, además, rival el próximo domingo a las 19:00 horas del Real Madrid.

El comienzo de la revolución

La reunión dejó claro que el ex futbolista es el elegido para sustituir a Tata Martino y que el Barcelona no va a pensarlo mucho. El argentino, por este campeonato tan loco, aún puede ganar la Liga y, sin embargo,ya sabe que no seguirá. Él lo dejó entrever nada más empatar en el último minuto contra el Getafe, pero la reunión de ayer de Zubizarreta con Luis Enrique ya es el empujón definitivo. Ahora, Tata tiene que afrontar los dos encuentros que le quedan con la inseguridad que da haber visto en imágenes que en el club no se confía en su trabajo. Habrá que ver cómo afecta a su jerarquía ante unos futbolistas que saben que ya está en marcha la renovación deportiva y casi nadie tiene el puesto seguro.

El director deportivo del Barcelona llegó con su coche y con sus dos hombres de confianza, Albert Valentín y Narcís Juliá, a Gavá, donde tiene la casa el actual entrenador del Celta. La reunión comenzó pasado el mediodía y acabó cerca de las 15:00 horas, cuando Luis Enrique abandonó su casa y después fueron los trabajadores del Barcelona los que salieron. Un rato después, volvió a aparecer el dueño.

Luis Enrique es la apuesta de Zubizarreta para empezar la renovación de la primera plantilla. El año que viene será clave. Pero la reunión y el acuerdo de un año, según se dice, llega cuando aún no ha acabado esta temporada y cuando Luis Enrique, como Schuster (entrenador del Málaga); Escribá (Elche), JIM (Valladolid) y Javier Aguirre (Espanyol) son actores principales en el desenlace.