"Caso Alves"

Dani Alves, condenado por agresión sexual: ¿Qué ocurrió realmente la madrugada de aquel 30 de diciembre?

El futbolista ha sido condenado a cuatro años y seis meses por agresión sexual

Reservado vip de la discoteca Sutton
Reservado vip de la discoteca SuttonInstagram/Archivo

Tras casi un año encarcelado en Brians 2 y un juicio que sew prolongó durante tres jornadas, el día para conocer la sentencia de Dani Alves ha llegado. La Audiencia de Barcelona condena al futbolista por agresión sexual a 4 años y seis meses de prisión. La sentencia considera que ha quedado acreditado que la víctima no consintió y que existen elementos de prueba, además del testimonio de la denunciante, para entender probada la violación. El tribunal de la sección 21 de la Audiencia Provincial de Barcelona le impone además 5 años de libertad vigilada, alejamiento e incomunicación de la víctima durante 9 años y 6 meses, así como indemnización de 150.000 euros y pago de las costas. A primera hora de la mañana, llegaba Inés Guardiola y Miraida Puente Wilson, abogadas del deportista; así como Susana Puig, procuradora del caso; y David Sáenz, compañero de Ester García, abogada de la víctima. De esta manera, el tribunal ha comunicado la sentencia este jueves a todas las partes de la causa y al propio jugador, que ha sido trasladado de prisión para recibir la sentencia. La Fiscalía había reclamado una condena de 9 años de cárcel para Alves y la acusación particular, que ejerce la denunciante, reclamó 12.

El trubunal acredita así que se produjo violación aquella madrugada del 30 de dciembre de 2022 en la discoteca Sutton. Los datos filtrados de la investigación, las declaraciones de la abogada de la víctima, los testigos e incluso las redes sociales permiten crear la cronología de la agresión. Esto es lo que ocurrió esa fatídica madrugada:

-La llegada a la Discoteca

El caso cuenta con una cronología que arranca un 30 de diciembre en la discoteca Sutton de Barcelona -muy frecuentada por futbolistas- donde, según el relato de la denunciante y los testigos, ocurrieron los hechos. El presunto delito se produjo alrededor de las cuatro y media de la madrugada del 30 al 31 de diciembre. La víctima llegó a las dos de la madrugada, acompañada por una prima y una amiga, después de que en otro local les diesen entradas gratuitas a esta sala. Una vez allí, unos amigos las invitaron a la zona vip. En el reservado, Dani Alves fichó a las chicas y pidió que se fueran con él y su amigo.

-La insistencia de Alves

En dos ocasiones, según adelantó La Vanguardia, mandó al camarero a invitar a cava a la víctima y sus acompañantes. En un principio las jóvenes rechazaron la oferta de ir con ellos pero ante la insistencia del trabajador del local terminaron aceptando. Una vez allí, la víctima se alejó un poco y el futbolista empezó a toquetear a sus amigas, agrediendo a una de ellas antes de cometer el presunto abuso sexual. Unos datos que pusieron aún más contra las cuerdas al jugador brasileño.

-Tocamientos a otra testigo

“Al mirar hacia atrás, fue cuando me di cuenta de cómo tocaba a mis amigas y de lo pegado que estaba a ellas”, declaró una amiga de la denunciante. Pero la cosa no quedó ahí y la testigo relató ante la juez como el futbolista también se propasó con ella. la joven aseguró que le “cogió la mano y la puso en su pene”. “Lo hizo dos veces, la segunda con mucha fuerza y violencia y la volví a retirar”, añadió. Es decir, esa misma noche el jugador no solo violó presuntamente a la denunciante sino que también manoseó y se propasó con otra de las chicas.

-La agresión

Las grabaciones de las cámaras del reservado coinciden con el testimonio de la mujer. También demuestran que Dani Alves la convenció para acompañarlo a otra sala VIP que resultó ser un baño. "Yo recuerdo dirigirme donde estaba él. Pero yo no sabía ni me llegué a imaginar dónde me estaba llevando. Entonces, llegamos allí y era una puerta, él la abrió y yo entré, y cuando entré vi dónde me estaba metiendo, vi que era un lavabo diminuto, vi que era muy, muy enano, yo creo que en ese momento empezó mi shock", declaró la víctima.

Durante 17 minutos, ninguno de los dos aparece en las imágenes de seguridad del Sutton, por lo que es totalmente verídico que estuvieron en un baño donde el exjugador del Barcelona podría haberla insultado, golpeado y violado, según indicó ella en la declaración. Alves se sentó en el inodoro y la instó a decirle que era «su putita». «Insistí en que parase y en que me tenía que ir, pero me subió el vestido y me hizo sentarme encima de él», relató la víctima a los Mossos d’Esquadra y a la jueza. Ante su resistencia, la tiró al suelo y la obligó a realizarle una felación, a lo que se negó, y empezó a abofetearla. Luego la puso contra el lavabo y la penetró vaginalmente: «Me resistí, pero él era mucho más fuerte que yo». «Noté que se relajaba y vi una mancha en el suelo. Sabía que había terminado». Alves, según la abogada de la víctima no usó preservativo.

- La salida del baño

El futbolista abandonó el baño y se fue a la barra a pedir una copa. La joven, visiblemente afectada también acudió a la barra donde estaban su prima y su amiga para susurrarles al oído lo que había ocurrido. La mujer informó de lo sucedido al personal de seguridad de la discoteca, que activó el protocolo pertinente en estos casos y avisó a la policía catalana.

-Se activa el protocolo

El rápido servicio nocturno de una unidad especializada en delitos sexuales permitió preservar las pruebas en el caso y ha sido determinante en la acusación contra el brasileño. “Por suerte salió de la discoteca en ambulancia y fue directa a la Unidad Central de Agresiones Sexuales (UCAS). Entonces, a diferencia de la mayoría de las víctimas de violencia sexual, quienes, por disgusto, lavan su ropa interior, ella no tuvo tiempo de pensar en eso. Rápidamente fue atendida y se recogieron las evidencias”, según la letrada de la joven. La abogada asegura que la joven, de 23 años, no bebió alcohol la noche del presunto ataque, lo que “facilitó los recuerdos del episodio”. Muchas víctimas debido a su estado de embriaguez tienen lagunas pero ella recordaba todo de principio a fin.

-La salida sigilosa de Alves

Al mismo tiempo que el portero activó el protocolo contra la violencia sexual, el director de la discoteca, Robert Massanet, se aproximó e intentó calmar a la joven que no paraba de llorar. Según especificó La Vanguardia, fue en ese momento, ante esa escena, cuando Dani Alves habría pasado sin detenerse junto a la víctima. “En esos momentos justo por ese pasillo en el que estaba Robert, el portero, la víctima y su prima, pasó casi rozándoles Dani Alves, que abandonaba la discoteca, o en otras palabras, huía sigilosamente de la sala, sin detenerse a preguntar”, describió la escena el citado medio.

- La cámara de los Mossos y el mensaje de un amigo

Al llegar la policía, uno de los agentes que se dirigió a la joven llevaba colgada de la pechera una cámara unipersonal que accionó, al parecer, de forma inconsciente o involuntaria. Sea como fuere, en ella se registraron las primeras declaraciones de la víctima, grabadas la misma madrugada madrugada del 31 de diciembre, que describían una sucesión de los hechos que la víctima mantuvo dos días después, al formalizar la denuncia, y el 20 de enero, en sede judicial. Mientras la joven estaba siendo atendida, el acompañante de Alves, un chef conocido como “Bruno Brasil” envió un mensaje a la prima de la victima preocupándose por lo sucedido y aportando su dirección en la Ciudad Condal. Esos chats en Instagram fueron aportados a la causa por la víctima y es otra de las pruebas claves de caso.

- Denuncia y plan de detención

El futbolista brasileño abandonó España entre el 1 y el 2 de enero, fecha en la que se presentó la denuncia, junto al informe médico, la ropa interior y el vestido que llevaba en la noche del supuesto delito.

A partir de ahí, se ponía en marcha un plan perfectamente ejecutado por los Mossos para detener a Dani Alves que, hasta ese momento, desconocía la gravedad de los delitos que se le imputaban.

El futbolista brasileño ya conoce su condena: cuatro años y seis meses de prisión. Sin embargo el "caso Alves" no acaba aquí. Podrá recurrir ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña y, finalmente, al Tribunal Supremo.