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De repente, Casemiro

El centrocampista estuvo a prueba en el filial el final de la temporada pasada. En el Madrid creyeron en él. El fútbol le ha salvado de la pobreza

Casemiro ha sido la gran revelación de la pretemporada
Casemiro ha sido la gran revelación de la pretemporadalarazon

MADRID- Casemiro llegó al borde del área, se fijó en el desmarque de Morata y le pasó el balón por encima de la defensa. Parecía Laudrup. También vio el desmarque de Cristiano Ronaldo para darle el pase del segundo gol del Madrid frente al Inter. Y entre medias, robó balones y cambió el juego con pases largos, al estilo Xabi Alonso. Se ha hablado mucho de Illarramendi y de Isco, que son españoles y han sido fichados para cambiar el estilo del Madrid. Y no se ha hablado tanto de Casemiro, que ha costado seis millones y que al final de la temporada pasada jugó en el filial. Casemiro, 21 años, es un futbolista que iba para estrella en Brasil, que sufrió un parón y ha aprovechado la gira del Madrid en Estados Unidos para presentarse en sociedad.

«Jugar al fútbol es como montar en bicicleta, nunca se olvida», le dijo su madre, en su peor momento en Brasil, en el Sao Paulo, cuando Casemiro, por el que habían preguntado los grandes equipos europeos, se quedaba en el banquillo, no hablaba con la Prensa o llegaba tarde a los entrenamientos. Parecía que el compañero de Neymar y de Lucas Moura en la sub'20 brasileña se iba a quedar en el camino. Neymar se llevaba los titulares y se hablaba de su gran traspaso a Europa, mientras que a Casemiro el primer contratiempo le llegaba demasiado pronto y le vencía.

El presidente del Sao Paulo aseguraba que habían dejado de llegar ofertas, él ya no hablaba de triunfar en Brasil y después irse a Europa para convertirse en uno de los mejores futbolistas del mundo. Como antes se había atrevido a pedir un aumento de sueldo tras su gran papel con la selección, los medios le criticaban, como si le pasasen factura. No eran buenos tiempos y acudió a su madre: para que le recordase que no podía ser tan malo, que no todo podía ir tan mal. Que como había hecho siempre en sus escasos 20 años de vida, no se podía rendir.

El bajón en el fútbol no había sido lo peor. Lo peor es que tu padre se vaya de casa con tres años, lo peor no es tener un sitio fijo para dormir. Lo peor es dejar la familia e irse a vivir con once años a las instalaciones del Sao Paulo y saber que de lo que se haga ahí depende sobrevivir. Ahora, de él viven su madre y sus dos hermanos. «Siempre que salgo al campo, sé que tengo que correr por ella, pensando en las dificultades que hemos pasado. Sólo nosotros sabemos lo difícil que fue», reconoció en una entrevista en Fifa.com

A final del mercado de invierno de 2013, el Castilla le incorpóró mediante una cesión. Era su oportunidad. La puerta que se volvía a abrir. El Madrid era un huracán, como lo fue, para bien y para mal, durante casi toda la época de Mourinho y la llegada de un extranjero al filial despertó de nuevo las suspicacias. Y más cuando tampoco el Castilla y su técnico se salvaron de la polémica. Pero el equipo hizo una buena temporada, con Morata y Jesé como nombres más conocidos. Aunque no era el momento de Casemiro, en el Madrid se creía tanto que él, que no se le dejó volver al Sao Paulo. En verano se pagaron los seis millones de su traspaso para incorporarlo al primer equipo. Y en Estados Unidos, con Xabi Alonso e Illarramendi lesionados, al brasileño Casemiro le ha llegado la hora volver a coger la bicicleta sin miedo.

A la espera de Bale y Coentrao

El miércoles vuelve el Madrid a los entrenamientos tras llegar a la capital de España ayer por la mañana. El equipo de Ancelotti comenzará a preparar el primer encuentro de Liga, tras una pretemporada que ha dejado buenas sensaciones. El equipo está hecho y el entrenador italiano ha sabido transmitir su idea a los futbolistas. El Madrid quiere la pelota, juega rápido y está convencido de sus posibilidades.

Aunque, más o menos, el entrenador tiene claro a los titulares, falta que se defina por el portero y que sepa si va a contar con Bale y Coentrao. Con el primero, en el club han decidido tener paciencia y esperar que pase el tiempo, que también es un modo de negociar con el Tottenham. Respecto al lateral portugués, Ancelotti ya ha dicho públicamente que su futuro depende de él mismo. Si se queda, contarán con él. Si llega una buena oferta, se marchará.