Fútbol

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Del teatro, al fútbol

Mourinho y Simeone, dos actores en las salas de prensa antes de que Madrid y Atlético se enfrenten

El entrenador del Real Madrid saldrá solo al campo antes del derbi para que «me pite quien quiera»
El entrenador del Real Madrid saldrá solo al campo antes del derbi para que «me pite quien quiera»larazon

Madrid- Mourinho se presenta solo contra el mundo y lanza un desafío: «A las 21:20 saldré al campo. El que me quiera pitar, que me pite. Salgo solo. Llevo muchos años en el fútbol como para que me afecte». Es la manera que tiene el portugués de «calentar» a su afición para que sea como la del Betis. «Los béticos estuvieron toda la semana contra su equipo, contra su entrenador y en el partido contra nosotros han estado en cuerpo y alma», afirma. «Pegarme se ha transformado en el deporte nacional, por encima del fútbol, del tenis... Pero me alegro, porque he venido aquí para hacer a la gente disfrutar», añade.

El portugués y Simeone, el técnico del Atlético, se convirtieron ayer en actores en busca del apoyo de sus aficionados. Cada uno a su manera. Mourinho, con el aire de pereza con el que se presenta últimamente en las ruedas de prensa. Simeone, aferrado al manual básico del populismo. El argentino dirigirá por la mañana un entrenamiento abierto al público en el Vicente Calderón. «Queremos sentir la energía de la gente, la energía de la gente es buenísima y, cuando hay energía positiva, la quiero. Y la vamos a tener», asegura el preparador rojiblanco. «La unión hace la fuerza.

Desgraciadamente, las entradas cuestan muy caras, la gente no va a poder acompañarnos por la noche y queremos estar juntos», explica. Mourinho «responde» desde la distancia con ironía: «Seguro que va a hacer un entrenamiento táctico y va a ensayar jugadas a balón parado».

Simeone tiene que gestionar el derbi que más ilusión hace a su afición en mucho tiempo. También el primero en mucho tiempo en que el Atlético está por encima del Madrid. Por eso, en su conferencia de prensa había 21 cámaras de televisión. El impacto de la aparición del preparador del Atlético no supo medirlo el departamento de comunicación del club. No se cabía en la sala de prensa de la ciudad deportiva y alguno que se quedó fuera tuvo que asomar la cabeza por la puerta para poder preguntar al argentino.

El Atlético está tranquilo. No le afecta llevar trece años sin ganar al Real Madrid, ni en el Bernabéu ni en el Calderón. «No me detengo en el pasado», asegura el «Cholo». «Más allá de los números, que están ahí, cada partido se desarrolla de distinta manera. En este partido, con dos equipos que juegan bien, competitivos, ambiciosos, verticales... el que mejor interprete lo colectivo va a sacar ventaja en el partido», advierte.

Real Madrid y Atlético son dos equipos que juegan de manera parecida. Poco avariciosos con el balón, lo suyo es el juego directo, la búsqueda inmediata del gol. Pero al «Cholo» no le preocupa que eso obligue a su equipo a modificar su estilo. Y citó, sin nombrarlo, al «Coco» Basile para explicarlo: «Con las fichas somos todos buenísimos. Tenía un entrenador que decía: ''yo los coloco bárbaros en el campo, el problema es que después se mueven''».

El «Cholo» intenta unir a todo el sentimiento rojiblanco a su alrededor. Quiere que la cabeza de sus jugadores esté metida en el partido, que estén mentalizados, animados: «El fútbol es un todo. La mente, el corazón, el talento. Cuando uno reúne esa características en un jugador y logra tener diez de la misma manera es indestructible. Y a eso apuntamos». Mourinho pretende que todos se peguen contra él. Ayer volvió a utilizar a José Rodríguez, al que ha convocado para enfrentarse al Atlético, para criticar a Toril: «El chico acabó muy cansado después de jugar contra el Alcoyano porque hacía mucho tiempo que no jugaba noventa minutos». No es la primera vez que acusa al entrenador del Castilla de dar oportunidades a futbolistas que nunca van a jugar en el primer equipo por su edad y tapar a José Rodríguez.

También criticó a la prensa - «vosotros sois los mentirosos, no yo», dijo-, a Del Bosque y a Guardiola: «No tengo tiempo para hablar del Balón de Oro. Eso preguntádselo a Guardiola, que está de vacaciones, o a Del Bosque, que tiene tres meses de vacaciones hasta su próximo partido. Yo tengo uno cada tres días». Todo con una sonrisa. Cuando el encargado de prensa quiso cortar su intervención, dijo: «Eso no es una pregunta, pueden hacer otra». No tenía prisa Mourinho hasta que abandonó la sala de prensa. Después, no dejó que el autobús del equipo esperara a Kaká, Arbeloa, Pepe, Cristiano y Coentrao, que habían llegado tarde al estadio, para llevarlos al hotel de concentración.