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Un afortunado Barcelona se acerca a las semifinales de la Champions (4-1)

El Barcelona deja la eliminatoria casi sentenciada pese a su discreto partido. Dos goles en propia puerta y un par de regalos de la Roma dejan a los de Valverde cerca de las semifinales, que no pisan desde 2015.

Umtiti celebra el segundo gol del Barcelona, que en realidad se había metido Manolas en su propia portería después de que el balón tocara en el palo
Umtiti celebra el segundo gol del Barcelona, que en realidad se había metido Manolas en su propia portería después de que el balón tocara en el palolarazon

El Barcelona deja la eliminatoria casi sentenciada pese a su discreto partido. Dos goles en propia puerta y un par de regalos de la Roma dejan a los de Valverde cerca de las semifinales, que no pisan desde 2015.

Un gol afortunado, un alivio para el Barcelona después de una primera parte espesa. No tardó la Roma en demostrar que no está de prestado en los cuartos de final de la Liga de Campeones. Sacó de centro el Barcelona, le llegó el balón a Sergi Roberto y lo recuperó Perotti, que se lanzó como una flecha hacia adelante. No renunció Di Francesco a su estilo. Dijo que serían valientes en el Camp Nou, costase lo que costase, y lo fueron, con una defensa en dos fases: la primera, apretar arriba para impedir que el juego comenzara de forma limpia, lo que propició muchas imprecisiones de los barcelonistas; y si fallaba ese plan A, repliegue rápido para acumular hombres. La montaña de piernas por la zona central era enorme. La incomodidad de Messi fue un reflejo de la incomodidad del Barça. Al argentino le costaba quedarse en posición franca para pasar, se veía obligado a superar a demasiados rivales, y su equipo se quedó sin su principal fuente de alimentación. No tenía el control del partido el equipo de Valverde, que se aproximaba a la meta de Allison a trompicones, por rebotes o por jugadas que no parecían lo que eran, como el centro de Rakitic que se convirtió en un tiro y fue al palo. Luis Suárez probó las manos de Allison, el portero de moda, que despejó bien su disparo. La Roma amenazaba con los centros al espacio, se acercaba, sin rematar, aunque una de las primeras veces Semedo pareció hacerle penalti a Dzeko.

Lo único que no pudo detener Allison fue el despeje de su propio compañero, que se convirtió en un tiro fuerte y muy ajustado al poste, con lo que volvemos al principio de la crónica, a la suerte, que también cuenta y que todavía tendría mucho que decir a lo largo de la noche. La acción comenzó con una recuperación de Rakitic, y la última pared camino del área iba para Messi cuando el centrocampista italiano interceptó el centro con mucha mala suerte.

La opción de mejorar tras el descanso era una obligación, aunque no tardó en llegar el siguiente susto, éste de verdad, tras un centro de Florenzi que Perotti remató fuera con la cabeza. Fue la ocasión pura más clara del partido hasta ese momento. El Barcelona sólo había encontrado un pequeño hueco en la banda izquierda, con las llegadas de Jordi Alba. Necesitaba más de sus jugadores ofensivos e Iniesta entró en acción con un par de cambios de ritmo y de toques para asociarse con Alba. Con Busquets tocado, Rakitic era el sostén del equipo. El croata, más pegado al mediocentro, lleva un año fantástico y agotador, pues es el futbolista más utilizado por Valverde. Siempre mantiene el orden, pero también decidió descolgarse en ataque para ser decisivo. Tras una pared con Messi, centró perfecto y la fortuna volvió a hacer acto de presencia. Más carambolas, imposible: Umtiti no acertó a rematar, pero el balón fue al poste y rebotó en Manolas para irse mansamente al «agujero». La Roma, de todas formas, ya era otra. La disciplina del comienzo se fue diluyendo. Ya le costaba más correr hacia atrás y los espacios, negados al principio, empezaron a aparecer. Por allí se coló Messi para asistir a Luis Suárez, aunque el gol lo acabaría marcando Piqué, que había seguido la jugada, después del despeje de Allison. El guardameta del momento, aunque no fue responsable de los tantos, no tuvo su mejor noche, inseguro en algunos balones blandos.

La parada de la noche se vio en la otra portería. En realidad fue solucionar un error suyo. Se equivocó en el pase, pero supo volver y lanzarse a tapar hueco para detener el disparo de Perotti. Fueron minutos en los que el Barcelona estaba sesteando. Después de marcar el tercero intentó mantener el balón para que los minutos fueran pasando. Se olvidó algo de atacar y casi sin darse cuenta tenía el culo demasiado pegado a su área. Ter Stegen paró la primera, Ter Stegen paró la segunda, pero Dzeko acertó con la tercera, ganando la acción a Alba dentro del área.

El tanto en contra era un motivo de preocupación, minimizado porque Luis Suárez aprovechó el regalo de Fazio para hacer el cuarto. Para los azulgrana, peores fueron las sensaciones dejadas durante muchos ratos. Sin hacer mucho marcó cuatro goles, pero necesitará más en esta Champions. La temporada empieza a hacérsele larga y la capacidad de sacrificio no siempre le va a servir. La suerte, además, no se casa con nadie.

- Ficha técnica:

4 - Barcelona: Ter Stegen; Semedo, Piqué, Umtiti, Alba; Busquets (Paulinho, min.66), Rakitic, Iniesta (Denis Suárez min.85), Sergi Roberto (André Gomes, min.83); Messi y Suárez.

1 - Roma: Alisson; Bruno Peres, Manolas, Fazio, Kolarov; Pellegrini (Gonalons, min.60), De Rossi (Defrel min.76), Strootman; Florenzi (El Shaarawi, min.72), Perotti y Dzeko.

Goles: 1-0, min.38: De Rossi (pp). 2-0, min.57: Manolas (pp). 3-0, min.59: Piqué. 3-1, min.80: Dzeko. 4-1, min.87: Suárez.

Árbitro: Danny Makkelie (HOL). Amonestó a Kolarov (min.44) y Struttman (min.86), por parte del Roma.

Incidencias: partido de ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones disputado en el Camp Nou ante 90.106 espectadores. Antes del partido, el club homenajeó a Leo Messi por sus 100 goles en la Liga de Campeones.