El Barcelona corta su racha de victorias y goleadas en Valencia. Desbordó y perdonó en la primera parte a los locales, que vieron premiada su fe con el gol de Mina. Suárez marcó en fuera de juego

Después de un mes goleando a todos los rivales que ha tenido delante, incluidos el 0-4 del Bernabéu y el 6-1 a la Roma, el Barcelona tuvo, sobre todo en la primera parte, ocasiones y buen fútbol de sobra para ganar en Mestalla, pero la fiesta continua azulgrana se detuvo ante un Valencia lleno de bajas y que parece liberado tras la marcha de Nuno. Con diez futbolistas no disponibles, cuatro canteranos para completar la convocatoria y Voro como interino en el banquillo, el Valencia le robó un punto a este Barça inaccesible, que lo fue durante muchos minutos también ayer. Lo que pasa es que le falló la puntería en los metros finales y se encontró con un rival que se mantuvo en pie cuando fue desbordado y frío al llegar su momento, que fue muy al final. Hasta el último cuarto de hora no tuvo que mancharse los guantes Bravo, que detuvo un disparo fácil desde fuera del área antes de recibir el gol.

Bakkali le puso el balón en largo a Alcácer, toda la noche solo en ataque, rodeado de defensas azulgrana, pero sin perder la fe en ningún momento. El delantero bajó de las nubes el balón con el pecho, lo acomodó con la cabeza y el pie antes de darse la vuelta y dejar de cara a Santi Mina. Remató el ex del Celta y con él, detrás, toda la grada de Mestalla, tocando un punto que parecía imposible cuando una hora antes Neymar cabalgaba sin control por la banda izquierda.

El Barça empezó alegre, porque así vive últimamente. Maneja el ritmo de los partidos con facilidad y lo cambia a su antojo volviendo locos a los equipos. Iniesta tocaba y tocaba, trabajaba Rakitic y empujaba Busquets, que tenía a todo el Barça asomado al balcón del área valencianista. Desde allí esperaban el momento de activar a los tres de arriba, que cantaron ¡uy! varias veces al comienzo. Con tiralíneas jugaban los azulgrana, Messi de mediapunta, como a él más le gusta, y los otros dos, como puñales por los costados. Vezo era un tren de mercancías ante la velocidad de Neymar, que lanzó por arriba una ocasión clarísima poco después de dar un pase magnífico a Messi, que envió también alto su remate. Santos desvió lo justo un balón que habitaba el área pequeña y Suárez se disponía a devorar en los mejores momentos del líder, al que sólo le faltaba acertar.

El Valencia de Voro ayer y mañana de Gary Neville, mirando desde un palco reservado, sufría, lo que no quiere decir que estuviera asustado. Decidió jugarle de cara al gigante y en cuanto podía salía sin dar un pelotazo y con ganas de amenazar. El problema es que Alcácer estaba muy solo y la presión del Barcelona no es cualquier cosa. De Paul, Mina y Enzo Pérez se buscaban antes de mirar a Alcácer, pero aquí se quedaba el trabajo de los locales, respondones, pero sin el poder suficiente para acechar a Bravo. Cuanto más tiempo pasaba la pelota en las botas del Barcelona más sufría el Valencia, que sintió el descanso como un alivio, aunque la sensación era de satisfacción. El público cantó el nombre de Voro como reconocimiento, ya que con Nuno mirando el partido por la tele, de momento no había enemigos a los que silbar o pedir su dimisión. Los elegidos por el técnico provisional mostraron todo el compromiso posible y bien lo sabe Suárez y su lucha con Abdennour, al que llegó a pisar jugándose la roja directa.

Precisamente cuando el partido se embarulló un poco y justo cuando el Barcelona dominaba menos, se agrandó la figura del uruguayo, el futbolista menos fino de la plantilla de Luis Enrique, lo que no le impide ser uno de los mejores. El gol no había llegado después de las deliciosas combinaciones azulgrana en el primer tiempo, así que él se fabricó una de esas ocasiones que creaba cuando era el mejor con diferencia del Liverpool. Toque de espaldas y carrera al espacio, en más que probable fuera de juego, para aguantar con el cuerpo después el choque del defensa y rematar con el alma casi cayéndose. El Barça mantenía el paso gracias a la eficacia de su delantero, pero el Valencia no se había rendido. Se recuperó del mazazo, vio cómo Neymar casi sentencia con un golazo tras un eslalon de manual y creyó hasta el final. Bakkali y Piatti llegaron del banquillo para que Alcácer tuviera compañía y Mina hizo el empate para apretar un poco la Liga y detener la fiesta del Barcelona.

Luis Suárez: «Piso sin querer a abdennour»

«No soy Mc Giver», dijo Luis Enrique para explicar que no había visto el pisotón de Luis Suárez a Abdennour. El uruguayo se subió encima del pie del central valencianista para hacer fuerza, pero asegura que no tuvo intención de hacerle daño. «Lo piso sin querer. A mí me pegaron hace un par de semanas sin querer y son cosas que pasan en los campos. La acción de la pisada ha sido sin querer y ya me he disculpado», insistía el delantero uruguayo después del encuentro. «Conociendo a Luis, seguro que fue sin querer», le disculpaba su compañero Sergio Busquets.

«Trabajamos en equipo y les hemos explicado a los futbolistas muy pocas cosas en torno a lo que no debíamos hacer y cómo explotar los puntos buenos, aunque sin profundizar mucho», aseguraba Voro, el entrenador interino del Valencia, después del partido. Hoy empieza la era Gary Neville.

Ficha técnica:

1 - Valencia: Jaume Doménech, Vezo, Santos, Abdennour, Gayà, Enzo Pérez (Bakkali, m.73), Parejo, Danilo, Santi Mina (Tropi, m.88), De Paul (Piatti, m.83) y Alcácer.

1 - Barcelona: Bravo, Dani Alves, Piqué, Mascherano, Jordi Alba, Buquets, Rakitic, Iniesta, Messi, Luis Suárez y Neymar.

Goles: 0-1, m.58: Luis Suárez. 1-1, m.86: Santi Mina.

Árbitro: Jaime Latre (colegio aragonés). Amonestó por el Valencia a Parejo, Gayà y Danilo y por el Barcelona a Mascherano.

Incidencias: partido disputado en el campo de Mestalla ante 50.000 espectadores. EFE