«Caso Negreira»

Doctor Cabeza: «Los árbitros se compran y se venden desde que existe el fútbol»

Presidió el Atlético entre 1980 y 1982 y entonces ya denunció que un colegiado, Álvarez Margüenda, le «robó» la Liga del 81

El doctor Cabeza, en una imagen de archivo
El doctor Cabeza, en una imagen de archivo Agencia EFE

Alfonso Cabeza (Bubierca, Zaragoza, 1939) lleva días esperando a que alguien le pregunte por el «caso Negreira». Cuando era presidente del Atlético de Madrid en los primeros años 80 ya denunció la corrupción arbitral y no hace falta preguntarle para que hable.

«Estoy indignado por esto que está pasando con los árbitros porque yo en el año 81 dije que había árbitros que se compraban y se vendían en este país. Esto me costó que los árbitros me pusieran una querella criminal. Me tocó un juez, un tío más venado que la una, y me procesó. Y estuve procesado y en libertad condicional dos años y pico con una fianza de 250.000 pesetas», recuerda el hombre que siempre fue conocido como el doctor Cabeza.

«Los árbitros estaban comprándose y vendiéndose. Claro que se compraban y se vendían, pero no ahora, desde que está el fútbol. Me vienen ahora a mí a tocar los huevos 40 años después. Pues sí que han descubierto las sopas de ajo », añade con vehemencia.

¿El tiempo le ha dado la razón?

Yo solo quería que se dijera que hace 40 años ya denuncié esto. Y estuve casi tres años procesado. Los de la colza estaban en la calle con 100.000 pesetas de fianza.

¿Dejó la presidencia del Atlético por la querella de los árbitros?

Dejé la presidencia del Atleti porque yo era molesto, incómodo y me ahogaron económicamente... Yo era muy incómodo y menos violarme me hicieron de todo y entonces me tuve que ir. Me sancionaron hasta 16 meses después también. La Federación Española de Fútbol. Porque hubo un árbitro, el del Zaragoza, Álvarez Margüenda, que luego, meses después, nos lo encontramos mi mujer y yo en la Feria de Sevilla y se acercó a pedirnos perdón. Yo le dije «coño, cuando usted pide perdón es que no tiene la conciencia tranquila». No me dijo nada.

«El partido contra el Zaragoza nos lo robaron. Luego Álvarez Margüenda me pidió perdón»

Alfonso Cabeza

¿Qué pasó en aquel partido?

A mí me hicieron un homenaje el 21 o 31 de marzo del año 81 en el Meliá Castilla que fue la leche y un mes después la Castellana se me quedaba estrecha para correr porque iban detrás de mí. Esto es este país, esto es España. Estábamos perfectos, pudimos ganar la Liga, me la robaron, hubo un contubernio en un restaurante no recuerdo si Torrejón o en Alcalá de Henares en el que estaban Pablo Porta, Agustín Domínguez, Vicente Calderón y Armando Sisqués, que era el [presidente] del Zaragoza. Había otra persona que también ha muerto y fue el que me chivateó todo y me dijo «van a por ti y te van a quitar la Liga». «Si llevamos siete puntos de ventaja». «Que van a por ti». Y efectivamente, vinieron a por mí y el día del Zaragoza, un partido que teníamos que haber ganado 4-1 nos lo robaron, 1-2 y allí acabó la historia. Álvarez Margüenda, que pitó aquel partido, se debió de equivocar, debía de estar con principio de alzhéimer, creo yo que estaba, como está Negreira.

¿Cómo explica que Calderón le quisiera quitar la Liga al Atlético?

Calderón se fue, no por los resultados, porque económicamente lo habían machacado y el Atleti estaba hasta arriba de deudas. Todos los que estaban alrededor, muy sabiamente, fueron quitándose de en medio y Calderón era el que tenía que responder de todas las deudas del Atleti, que eran muchos cientos de millones. Y yo, imbécil de mí, cometí el error de quitarle todas las deudas, que tampoco soy idiota, no me las cargué yo, se las cargué al Atleti. Pensaban que yo me la iba a pegar porque había un equipo que no pintaba nada y de buenas a primeras empezó a funcionar aquello, llevábamos ocho o diez puntos de ventaja sobre el segundo y dijeron «joder, si este gana la Liga hace el golpe de estado en el cuartel de la Montaña, nos vamos todos a hacer puñetas». Vinieron a por mí y me machacaron. Me machacaron económicamente. Lo malo de este país es que como seas alto, tengas mucho pelo, y yo era un guaperas en aquellos momentos y me iba todo bien, joder a por mí. Eso no te lo perdonan. Este país es así, número 1 en envidiosos, en drogadictos, en alcohólicos, en parados, en trasplantes... ¿Quiere que le diga más cosas?

¿Qué pensó al ver el «caso Negreira»?

Pensé que alguien diría «Cabeza lo dijo hace 40 años». Es como si hubieran descubierto América. Esto ya pasaba antes de que estuviera yo en el fútbol. Lo que pasa es que yo fui el que descubrió el tema y estos señoritos árbitros no sé qué se creen. La mayoría no pasaban un examen psicológico. Son lábiles de estado de ánimo y necesitados de estimación, como se dice en psiquiatría. ¿Por qué no se les hace a esta gente antes o después del partido estudios de alcoholemia o de productos que hayan podido tomar? Que yo no creo que tomen, pero alguno seguro que sí. ¿Por qué a ellos no les hacen esos controles médicos?

«¿Por qué no se le hacen a los árbitros estudios de alcoholemia o para ver qué productos toman?»

Alfonso Cabeza

«Le voy a contar la última para que se ría», dice antes de despedirse. «En el programa de Risto Mejide, que se llama Evaristo, pero como Evaristo suena mal se llama Risto. El 11 de septiembre de hace dos o tres años estaba la Diada y estaban quemando contenedores y tal. Y me dicen ¿qué opina de esto? Digo «me parece una barbaridad y una burrada. Pero alguien tendrá la culpa». Digo ‘‘Franco, porque tenía que haber aprobado la ley del aborto en el año 50 y no hubiera nacido tanto hijoputa’’. Se dieron por aludidos los catalanes, que es lo gordo y yo no me refería a los catalanes, me refería al país entero. Pero cuando alguien se da por aludido, yo me toco la nariz por si acaso».