LaLiga Santander
Dolorosa victoria
El Atlético gana en Getafe con el susto final de la lesión de Diego Costa, que se estrelló contra el poste al marcar el segundo gol del equipo rojiblanco
A veces es mejor no marcar un gol. Filipe Luis resoplaba y se llevaba las manos a la cara. El gesto de Villa no era mucho más esperanzador. Diego Costa lloraba de dolor junto al poste con una herida sangrante en la pierna. Poco importaba a sus compañeros que el delantero hispano-brasileño acabara de marcar el 0-2, el gol que daba la tranquilidad a su equipo en Getafe. Pensaban en lo que quedaba de temporada, en lo difícil que sería luchar sin él. Pero sólo es una brecha, un golpe tremendo que no pone en peligro su participación en los próximos partidos.
Diego Costa está bien y el Atlético se siente mejor después de los temblores. El delantero se lanzó a por el balón que le cedió Adrián como si el mañana no importara. Es su carácter. Lo da todo y a punto estuvo de dejárselo todo también contra ese poste: la Liga, la Copa de Europa y el Mundial. Pero él no mide los riesgos, sólo piensa en lo que puede hacer para que su equipo gane. Tenía ganas de dar todo lo que no pudo darle al perderse el último partido de Liga contra el Villarreal y la vuelta en la «Champions» contra el Barcelona. Además, había fallado un penalti. Demasiadas cosas como para pedirle que fuera prudente. Por eso se lanzó a por el balón que le había cedido Adrián como si persiguiera su propia supervivencia. Era tanta el hambre atrasada, tantas las ganas. Las mismas que había puesto antes en su enfrentamiento con Juan Rodríguez, al que terminó empujando. Cualquier árbitro con más afán de protagonismo y menos paciencia le hubiera enseñado la tarjeta roja. Como antes a Villa en un enfrentamiento con Alexis.
Detalles como ése que pudo costar un disgusto a Diego Costa son los que han llevado al Atlético donde está, primero, con posibilidad todavía de permitirse dos errores en los cinco partidos que quedan. Aunque ayer no le resultó sencillo. Acusaba el cansancio del partido contra el Barcelona. La tensión no era la misma, el ambiente, tampoco. Y las piernas pesaban bastante más. El sol no ayudaba. Primero Juanfran no acertó a bajar un balón porque le deslumbraba. Después falló Miranda un pase sencillo al lateral, que estaba a su lado. Malos síntomas en el comienzo.
Simeone quiso ponerlo todo en el campo desde el principio para evitar sorpresas. Ponía todos los goles que tenía, los de Diego Costa, Villa y Raúl García. El Atlético no tenía prisa y el Getafe no tenía fútbol. Los rojiblancos se han acostumbrado a desgastar a sus rivales en la primera mitad para liquidarlos en la segunda. Pero no le hizo falta esperar tanto. Antes del descanso, Juanfran colgó un balón desde la izquierda y Godín se adelantó a la salida hacia ningún sitio de Codina, el guardameta del Getafe. Que los dos defensas rojiblancos anduvieran tan desubicados era culpa de un córner que parecía que no iba a quedar en nada. Pero al Atlético no se le puede dar ninguna ventaja. Aprovecha el mínimo descuido del rival para hacer daño. Y, además, sabe protegerse.
El Getafe era un equipo desanimado. Sin capacidad para remontar. Sólo dio la sensación de poder hacerlo cuando entró Lacen en el campo y se permitió tocar en el campo del Atlético. Pero sin peligro. Apenas un remate de Juan Rodríguez de cabeza a la salida de un córner. Pero cada arrancada de Diego Costa al contraataque era una enfermedad para el equipo de Contra. Aunque la jugada que terminó por definir el partido fue el penalti que falló Diego Costa. Fueron dos en la misma jugada. Primero uno de Alexis al delantero rojiblanco, pero la jugada continuaba y Lafita impidió rematar a Miranda al agarrarlo por detrás. El colegiado podía haber elegido pitar cualquiera, pero prefirió el segundo porque la jugada seguía viva y expulsó a Lafita.
Con uno menos era prácticamente imposible que el Getafe reaccionara. Y el Atlético tenía recursos para oxigenar al equipo. Como Adrián. Es un caso extraño el suyo, ha pasado de ser el eterno descarte del Atlético a convertirse en un arma en los momentos decisivos de la temporada. Fue titular contra el Barcelona y ayer sustituyó a Villa para jugar el último tramo. Y ha vuelto como si hubiera estado congelado desde aquel 2012 en el que sus goles y su fútbol fueron decisivos para que el Atlético ganara la Liga Europa.
Simeone recupera futbolistas sin dejar de sumar puntos. Está a ocho partidos de ganar dos títulos. Y Diego Costa sigue vivo. La mejor noticia para el Atlético.
Sólo es una herida
«Diego Costa está contento y está bien. Un corte más no le hace nada al tigre», decía Simeone en la conferencia de prensa. Fue sólo un susto, un corte en la pierna que le pudieron curar en el mismo vestuario. Una lesión dolorosa que no le impedirá participar en los próximos partidos del Atlético. «Estoy contento por haber aportado el gol y haber abierto el marcador, pero mucho más contento porque el equipo ganó y lo de Diego Costa no es nada», decía Godín, consciente de la importancia del delantero para el Atlético.
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Ficha técnica:
0.- Getafe: Codina; Arroyo, Alexis, Rafa, Roberto Lago (Sammir, min. 79); Mosquera (Lacen, min. 67), Juan Rodríguez; Pedro León, Diego Castro (Colunga, min. 58), Lafita; Ciprian.
2.- Atlético de Madrid: Courtois; Juanfran, Miranda, Godín, Filipe; Raúl García (Diego, min. 71) Mario, Gabi, Koke; Villa (Adrián, min. 61) y Diego Costa (Cebolla Rodríguez, min. 55).
Goles: 0-1, min. 40: Godín; 0-2, min. 83: Diego Costa.
Árbitro: Fernández Borbalán (Comité Andaluz). Mostró cartulina amarilla a Godín (min. 16), Villa (min. 46) y Diego Costa (min. 85) por parte del Atlético de Madrid y a Mosquera (min. 22) y Alexis (min. 25) por parte del Getafe. Expulsó a Lafita con doble amonestación (min. 51 y 66).
Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo tercera jornada de la Liga BBVA disputado en el Coliseum Alfonso Pérez de Getafe ante cerca de 12.000 espectadores.
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