El Barça, a contrarreloj

Tito Vilanova va a tener que posponer buena parte de las decisiones que debe tomar de cara al partido ante el Paris Saint Germain hasta el último minuto. El decisivo encuentro llega en un momento delicado para su plantilla, mermada por las lesiones y la disponibilidad de los elegidos para intentar sellar el pase a semifinales puede ser cosa de horas, sino de minutos. El técnico concedió ayer fiesta a sus hombres, pero al menos una decena acudieron a la ciudad deportiva a trabajar o a recuperarse de sus problemas físicos.

No faltó Messi, cuya lesión está siendo monitorizada por los servicios médicos a diario. Ayer fue sometido a una nueva ecografía para evaluar cómo marcha su recuperación, pero no habrá noticias al respecto hasta minutos antes del partido. El argentino se concentrará esta noche en el hotel W con sus compañeros y no se tomará una decisión hasta que la expedición llegue al Camp Nou el día del encuentro, si no hay novedades.

También se vio por Sant Joan Despí a Pedro y a Adriano. Ambos trabajan desde hace días al mismo ritmo que sus compañeros, pero siguen sin recibir el alta médica. La decisión sobre el brasileño es más compleja, debido a su historial médico, pero el extremo canario podrá ser de la partida ante el PSG con toda seguridad. Igual que Xavi, que descansó por precaución ante el Mallorca y que fue uno de los que ayer trabajaron en la ciudad deportiva.

Barça y PSG conocieron que el holandés Björn Kuipers dirigirá el partido, después del polémico arbitraje de Stark en París, queja azulgrana incluida. Kuipers dirigió la derrota del Barcelona en Glasgow, en la fase de grupos, aunque también se encargó del Barça-Milan de cuartos (3-1) de la temporada pasada, en el que señaló dos penaltis a favor de los catalanes.

En el PSG, Ancelotti desplazará hasta Barcelona a toda la plantilla, incluido Thiago Silva, que será titular a pesar de sus molestias.