Barcelona
Piqué echa más gasolina al derbi
El Espanyol dice que el central «vive en la provocación». Suárez puede ser sancionado con tres encuentros. Pau afirma que su pisotón a Messi fue «una jugada puntual, como otras»
El Espanyol dice que el central «vive en la provocación». Suárez puede ser sancionado con tres encuentros. Pau afirma que su pisotón a Messi fue «una jugada puntual, como otras»
De un tiempo a esta parte, Piqué mezclado con micrófonos es sinónimo de polémica. El bochornoso derbi copero vivido entre Barcelona y Espanyol tendrá una larga resaca, y más si se tiene en cuenta que el próximo miércoles se repite el partido, para disputar la vuelta en Cornellá. Mientras jugadores como Iniesta intentan apaciguar los ánimos restando importancia a lo sucedido, para que el tercer duelo de vecinos sea simplemente un partido de fútbol, Piqué echó más leña al fuego. El central fue más allá de las valoraciones sobre la agresividad o intensidad de los jugadores del Espanyol y se metió en un nuevo charco. «Ellos se denominan una maravillosa minoría, espero que al menos llenen el campo, y no sean tan minoría como el otro día, que no estaba ni lleno», aseguró el defensa, la enésima provocación de los últimos meses, ya sea por Twitter o a través de declaraciones. Piqué se queja de que no se le valora sólo por lo futbolístico, pero tampoco contribuye a que esa situación termine. Es una persona con un coeficiente intelectual de 170, según desveló su padre, un valor muy por encima de lo normal, aunque a veces parece que se ayuda poco a sí mismo. Está consiguiendo que no se le tome demasiado en serio. Ayer encontró poca respuesta en las filas del Espanyol. «Ha pasado muchas líneas rojas. No perderé ni un minuto en comentar su última ocurrencia. Está instalado en la provocación casi permanente y parece que se siente muy cómodo», dijo Rafael Entrena, vicepresidente «perico».
«A Piqué le gusta que hablen de él y no va a encontrar respuesta en nosotros», afirmó el portero Pau López, otro de los que quedaron señalados en el partido del miércoles. Sus choques con Luis Suárez fueron constantes, y los detonantes de la mayoría de las trifulcas. Es complicado saber quién empezó, tampoco es tan importante, porque la actitud de ambos fue reprochable. Suárez celebró en su cara el segundo gol de Messi, el guardameta provocó de palabra constantemente a los jugadores del Barça y el uruguayo acabó negándole el saludo al final del encuentro. «Yo tengo cinco títulos, ¿cuántos tenés vos, boludo?», se burló el «9». «Nos dijimos cosas, pero al acabar el partido todos somos compañeros y se acaba la historia», opina Pau, que admitió que era uno de los encuentros en los que mejor se lo había pasado y que se había generado una burbuja desmesurada con lo sucedido. También negó que el pisotón a Messi fuera a propósito: «Fue una jugada puntual en un partido. Tan puntual como en la que Arda me dio en la cara en otro momento. Nunca iré a hacer daño a un jugador», se justificó, aunque en ningún momento hizo por quitar el pie cuando ya tenía el tobillo de su rival bajo sus tacos. Es difícil que sea sancionado por esta acción, porque el árbitro no lo refleja en el acta y el juez único de Competición tendría que entrar de oficio. Sí indicó Martínez Munuera que, ya en los vestuarios, Luis Suárez se dirigió a los jugadores españolistas en estos términos: «Aquí os estoy esperando, venid acá; sos un desecho». La pena para el uruguayo, que niega que fuera él quien dijo eso, podría ser una multa económica si se considera desconsideración, o la sanción de uno a tres partidos o de hasta un mes, que tendría que cumplir en Copa, si el juez único interpreta que hubo «insultos, ofender, amenazar o provocar a otro», según el artículo 116 del reglamento.
Los jugadores del Espanyol, por su parte, se quejaron de la actuación del árbitro y de una campaña contra ellos en un partido en el que no se pitaron dos penaltis a favor del Barcelona y en el que las dos expulsiones fueron claras. La sanción a Diop podría ser de más de un encuentro porque el árbitro señaló que se dirigió a Suárez con un «me cago en tu puta madre». Seguramente no fue lo más fuerte que se dijeron, pero en esa ocasión lo dijo justo delante del colegiado.
El único que contestó a Piqué fue Moisés Hurtado, ex capitán «perico», club en el que militó entre 2002 y 2010. «Si con el campo a medio llenar y parecía que os habían matado... Si se llena no os atrevéis ni a bajar del autocar. Maravillosa minoría», escribió. «Ante todo, violencia cero. Un tuit irónico en respuesta a una puntual falta de respeto al aficionado perico», matizó después.
Denuncian los cánticos contra Ney
Parte de lo que sucedió el miércoles tuvo su origen en el partido de Liga que Espanyol y Barça habían jugado el sábado. En ese encuentro se oyeron algunos cánticos ofensivos desde una parte de la grada, como la imitación de gritos simiescos cuando Neymar tocó la pelota. La Liga de Fútbol Profesional (LFP) denunció ayer esos hechos ante Antiviolencia, que estudiará una posible sanción al club blanquiazul. También denuncia otros cánticos como «Puta Barça, puta Barça, eh» y «Luis Enrique, tu padre es Amunike». En el Camp Nou, el ambiente en las gradas también fue caliente y se oyeron gritos como «Periquitos, bastardos».
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