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El Barça sigue donde estaba

El portero del FC Barcelona, Víctor Valdés atrapa el balón antes de introducirse en su propia porteria durante el partido de ida de octavos de final
El portero del FC Barcelona, Víctor Valdés atrapa el balón antes de introducirse en su propia porteria durante el partido de ida de octavos de finallarazon

Ganó al Manchester City en un duelo competido y polémico por el penalti a Messi, y se demostró que todavía está para grandes gestas.

Hay partidos que tienen consecuencias además del resultado. Que afectan a la moral además de al marcador; y el de ayer fue uno de ellos. Después de mostrar mejoría ante la Real Sociedad y el Rayo, el Barcelona quería demostrarse a sí mismo que no era un espejismo, que podía hacer algo parecido en la mejor competición y en los grandes escenarios. El Etihad Stadium lo es y el Barça ofreció su versión más competitiva para sacar adelante un duelo intenso y luchado, decidido en un par de detalles. Puede que ya no sea el mejor equipo de Europa, pero sí es un grupo para pelear por serlo. El hambre sigue ahí.

Pitó el árbitro y el balón, el objeto de deseo de ambos entrenadores, se fue a los pies del Barcelona. ¿Había jugado al despiste Pellegrini e iba a regalar la posesión al Barcelona? ¿Se encerró a propósito el City? Más bien pareció que salió asustado, como debutante que es en una eliminatoria de la Liga de Campeones, a pesar de los millones que hay en su plantilla. La pelota la tenía el conjunto español, posesiones de un minuto, de minuto y medio, de dos, y presión para recuperarla cuando la perdían. Parecía el City un equipo de la versión más conservadora de Mourinho más que un equipo de Pellegrini. Al Barça le iba la situación que ni pintada, pero todo fue un espejismo...

El Manchester City disputa por primera vez los octavos de la Liga de Campeones, pero sus futbolistas se han visto otras veces en batallas similares: hay campeones de la Europa de clubes como Touré, y de selecciones como Negredo y campeones de todo con España como Navas y Silva. Cuando dejó de ser el león cobarde del Mago de Oz, el duelo entró en otra dimensión de la que también salió victorioso el equipo español, aunque tuviera que sudar mucho para ello.

El encuentro pasó de ser una historia de dominadores y dominados a otra en la que no había dueño, con dos equipos de verdad, en la que el City comenzó a sentirse a gusto. Pasado un cuarto de hora, ya no le duraba tanto la pelota al Barcelona y ya llegaba en ocasiones a los pies de Silva.La primera vez que lo hizo y se giró, apareció el peligro: dio un pase a Negredo, que a punto estuvo de ganar la partida a Piqué y Valdés, pero cuando remató ya no tenía ángulo. Fue de las pocas veces que se enfrentó a su compañero de Selección. El central encargado de vigilarlo fue Mascherano, una lucha desigual en altura que el argentino compensó con anticipación. La pelea que tuvieron fue tremenda, porque aunque los centros que le llegaban al delantero eran en desventaja, los peleó todos y se llevó muchos. El Manchester City gozaba en el desorden, en la pelea de golpes en la que se sumergió el partido, en el ida y vuelta trabado, con las faltas que se sucedían para ambos lados. Especialmente mal lo pasó Alves con Koralov. Con una amarilla por reiteración desde bien pronto, actuó algo limitado, pero se soltó para terminar siendo decisivo en una gran segunda parte.

El juego iba y venía de borde del área a borde del área, pero los porteros no tenían protagonismo. Probó el Barça a Hart desde lejos, porque no llegaba a dar el último pase, y el City a Valdés por alto, con las llegadas de Navas y Kolarov desde los costados. Sufrió de nuevo el Barça en una falta lateral que desembocó en una melé. Da la impresión de que lo de los azulgrana con las jugadas de estrategia no tiene solución.

Se marchó el City a los vestuarios contento y crecido, algo preocupado el Barcelona. No es que lo hiciera mal, pero después de la fulgurante arrancada el duelo no estaba donde quería. Pese a ello, es un equipo que ha dado sobradas muestras de saber competir y de arremangarse cuando es necesario. Tiene muchas guerras en sus botas y pretendía utilizar el duelo de ayer para demostrar y demostrarse que no han perdido las ganas. Y vaya si lo hicieron.

En encuentros tan parejos, los detalles son fundamentales. Al jugar los dos equipos tan abiertos, cualquiera podía cazar al otro. Y lo hizo el Barcelona en una jugada con polémica que arrancó en una posible falta. Difícil concretar cuánto puso Navas de su parte para caer tras la entrada de Busquets. El robo pilló por sorpresa a los locales y Messi cogió la espalda a Demichelis, un jugador de esos que no suele hacer prisioneros. Se lanzó al suelo para intentar llegar al balón, pero encontró la pierna de Messi... ¿dentro o fuera del área? Parece que fuera, pero el árbitro la metió dentro: penalti y expulsión que Leo no desaprovechó. No tuvo una buena noche Eriksson, sin criterio para mostrar las tarjetas y que también se equivocó en un fuera de juego que dejaba a Cesc solo ante Hart.

El argumento volvía a dar la vuelta porque con un jugador más, todo se ponía de cara para los españoles. De nuevo se adueñaron del esférico y tuvieron durante algunos minutos a su rival dando tumbos. Pero el City no se desmoronó hasta el final. Se agarró a Silva y siguió buscando cuando podía la portería del Barcela. El canario dio una lección de visión de juego e incluso fue quien más cerca estuvo del gol con un remate al que respondió Valdés de forma espectacular. Dzeko dio el relevo a Negredo y también incordió, pero el Barça nunca dejó de atacar y de combinar, y al final Alves encontró el premio que habían buscado antes Xavi y Messi. Se coló entrando desde atrás y superó a Hart por debajo de las piernas para poner la eliminatoria muy favorable.

- Ficha técnica:

0- Manchester City: Hart; Zabaleta, Demichelis, Kompany, Clichy; Kolarov (Lescott, m.57), Touré, Fernandinho, Navas (Nasri, m.58); Silva, Negredo (Dzeko, m.74).

2- Barcelona: Valdés; Alves, Piqué, Mascherano, Alba; Xavi, Busquets, Cesc (Sergi Roberto, m.86); Alexis (Neymar, m.74), Messi, Iniesta.

Goles: 0-1: Messi, de penalti. m.54. 0-2. Alves, m.90.

Árbitro: Jonas Eriksson (Suecia). Mostró amarilla a Negredo y Kolarov (City), así como a Alves y Mascherano (Barcelona). Expulsó a Demichelis (City).

Incidencias: Partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones disputado en el Etihad Stadium (Manchester, Reino Unido).