El Barça ya hace cuentas

Después de un campeonato para enmarcar, el Barcelona ya tiene bola de partido. Los azulgrana podrían proclamarse campeones de Liga el próximo sábado. Un triunfo en San Mamés combinado con una derrota del Madrid en el Calderón acarrearía el alirón «culé». Todo gracias a un gol de Cesc Fàbregas en la recta final de un partido insulso, cuando el Levante ya empezaba a soñar con un meritorio empate en el Camp Nou. Un gol que empieza a oler a título.

Desde que Tito Vilanova prioriza la Liga de Campeones a la Liga, algo que resulta evidente con sus alineaciones en las últimas semanas, no acaba el Barcelona de encontrar el camino. Va de un extremo al otro sin un destino claro. Combinan los azulgrana actuaciones brillantes como la de Zaragoza, con partidos para el olvido como los de Vigo o ante el Levante. Ningún laboratorio encontrará una fórmula mejor para curar el insomnio. Un claro ejemplo es Tello, que deslumbró en La Romareda y que ayer estuvo tan gris como el resto.

Andan demasiado cargadas las piernas de los hombres de máxima confianza de Vilanova, y las últimas semanas han servido para que el técnico haga todas las rotaciones que no había hecho hasta ahora. Con los dos ojos puestos en el partido en Múnich, el Barça formó ante el Levante, por ejemplo, con una defensa integrada por cuatro laterales. Curiosamente, los dos zurdos –Adriano y Abidal– actuaron por el centro y, los dos diestros –Alves y Montoya–, ocuparon las bandas. Exigencias del guión. Con el título cada vez más cerca, Tito se permite lujos como éstos. Lujos que no son ninguna concesión, ya que la zaga azulgrana cumplió con creces, aunque los de Juan Ignacio Martínez no le exigieron demasiado. Apenas algunos desmarques de Rubén, el más activo de la vanguardia valenciana.

Hubo muy poca tensión sobre la alfombra del Camp Nou y no se le podría reprochar a nadie que pudiera pensar que estaba asistiendo a un amistoso. El Levante jugaba con once jugadores por detrás del balón y el Barça era incapaz de dar un poco de intensidad a su juego de posesión. El guión del partido pudo haber dado un giro al cuarto de hora. Undiano Mallenco, uno de los peores árbitros de España, si no el peor, señaló penalti por un derribo muy dudoso a Iniesta cuando el manchego estaba fuera del terreno de juego. Todo un despropósito, que se encargó de culminar Villa en el lanzamiento desde los once metros. Navas, titular en la portería levantinista, empezó su recital adivinando la intención del «Guaje», desvió el balón y luego se volvió a lucir en el rechace de Cesc.

El Barça lo intentaba, eso no se le puede negar. Lo hacía desde lejos, desde la banda y por el centro. Pero entre Navas, la defensa y la mala puntería, ningún balón acababa en la red. La falta de claridad de ideas en ataque era evidente. Una carencia que se extendió hasta los últimos minutos, cuando Fàbregas, muy poco acertado hasta entonces, tuvo un momento de lucidez y se inventó un gol. Un gol que se traduce en un «match ball» para el título. Sirve el Barça; resta el Madrid.

Abidal, titular 419 días después

Aseguran los médicos desde hace días que Eric Abidal es uno más de la plantilla. Un jugador como cualquier otro, completamente apto para practicar deporte al más alto nivel. Pero después de sufrir una dolencia tan grave, la precaución debe ser máxima. El francés, sin embargo, va quemando etapas bastante más rápido de lo que muchos presagiaban. Ayer, Abidal volvió a ser titular con el Barça, cosa que no sucedía desde el 26 de febrero de 2012, en un Atlético-Barcelona (1-2). La afición le ovacionó en cada balón que pasó por sus pies.

Ficha técnica:

1 - Barcelona Valdés; Alves, Abidal, Adriano, Montoya; Song, Thiago (Pedro, m.67), Iniesta (Xavi, m.59); Villa, Cesc y Tello (Alexis, m.77).

0 - Levante: Keylor Navas; Pedro López, Vyntra, David Navarro, Juanfran; Diop, Simao Mate (Michel, m.85), El Zhar (Valdo, m.69), Barkero, Rubén (Roger, m.90); y Acquafresca.

Gol: 1-0, m.84: Cesc.

Árbitro: Undiano Mallenco (Navarro). Mostró cartulina amarilla a Diop (m.33), Song (m.66) y a Pedro López (m.89).

Incidencias: Asistieron al encuentro 70.957 espectadores, en partido de la trigésimo segunda jornada. Se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas del terremoto de Sichuan (China) y de las ocurridas en el atentado en Boston. Antes del inicio del partido se rindió homenaje a la figura del escritor catalán Salvador Espriu.