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El Cara a Cara: ¿Debe ganar Laporta las elecciones?

Joan Laporta
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Con Joan Laporta volverá el carisma, el liderazgo, la valentía y el orgullo de tener a un presidente que no se arruga ante los ataques de la caverna. Pero la memoria es débil. Y selectiva, vaya eso por delante.

Se nota, se siente, Laporta presidente

Quim Domènech

Con Joan Laporta volverá el carisma, el liderazgo, la valentía y el orgullo de tener a un presidente que no se arruga ante los ataques de la caverna. Carme, algunos queréis convertir los defectos de Laporta en su única definición. Jan no es perfecto y él mismo lo reconoció en su vídeo de presentación, pero bajo su dirección llegó el mejor Barça de la historia. Los socios presumían de tener un club con valores, UNICEF lucía en la camiseta y la cantera era un éxito. Con la llegada del candidato al que creo que apoyas, la entidad se vendió a Catar, la FIFA sancionó por fichar a menores sin cumplir la norma y el filial ha acabado en Segunda B. No quiero una junta acusada de corrupción y estafa, que vuelva a judicializar el Barça, que denuncie mano negra en lugar de hacer autocrítica y acabe insinuando que todos los males vienen de Madrid.

- Messi vota Laporta

Con Laporta como presidente el proyecto deportivo seguía una línea y tomaba decisiones consecuentes. De un tiempo a esta parte se han dado bandazos (Zubi, Tata Martino...) y sí, han llegado los títulos, pero gracias a una generación única, liderada por Messi, que se gestó durante el mandato anterior. El propio Messi es el primero que votaría a Laporta, con el que fue feliz y siempre estaba protegido. En cambio sabe que la directiva saliente se planteó su venta y jamás le defendió, sino todo lo contrario. El mejor ejemplo fue el enfrentamiento público con el vicepresidente Javier Faus, quien se oponía a renovarle y Leo le contestó que no tenía ni idea de fútbol. Laporta jamás habría tolerado algo así.

- El bombazo de Jan

Cierto Carme, las encuestas dan como ganador a Bartomeu. El triplete y la renovación de Luis Enrique le han hecho sumar puntos. Pero Laporta ya sabe lo que es ganar unas elecciones partiendo con clara desventaja. En el año 2003 no tenía ningún apoyo de inicio y su carisma le hizo arrasar. Ahora vuelve a preparar una campaña potente en la que además sorprenderá con el anuncio de un fichaje bomba. Bartomeu está asustado y los debates serán decisivos en su contra. El socio acabará decidiendo que vuelva Laporta.

Utilizó el Barça para llegar a la política

Carme Barceló

La memoria es débil. Y selectiva, vaya eso por delante. Porque estamos por primera vez ante dos candidatos que son ex presidentes y con muchos números para hacerse con la poltrona azulgrana. En ese duelo que se avecina entre Bartomeu y Laporta, los votantes tienen la suerte de poder valorar a los candidatos por algo más que el «feeling», las promesas y los programas. Barto y Jan tienen el dossier de presentación escrito con un pasado en común y otro por separado. En esa memoria histórica, Laporta acumula algunos própositos cumplidos y muchos despropósitos hechos realidad. Utilizó al Barça como plataforma para llegar a la política –nunca se escondió, más bien todo lo contrario– y aterrizó de esa aventura pronto y mal. Sugiero al lector que busque en los archivos en cuántos proyectos de ley o similar ha participado Laporta desde que se sentó en el consistorio. Pocos. Muy pocos.

- Moción de censura

Esa memoria débil de algunos la refuerzan otros recordando episodios de vergüenza histórica que se vivieron en la era Laporta y que describen al futurible. Algunos son de chascarrillo, como el quedarse en calzoncillos en un aeropuerto, y otros de suma gravedad, como el espionaje a directivos, empleados, periodistas y otros personajes del tejido social y político catalán. Por no hablar de una moción de censura que «ganó» con el 60 por ciento de los votos en contra y que supuso la dimisión de ocho directivos, avergonzados ante la situación.

- Los éxitos y los números

En el «haber» de Laporta sumamos la erradicación definitiva de los violentos en el Camp Nou, su capacidad de comunicación, su empatía con las masas y los éxitos deportivos. Con él se vivió la era Guardiola, sí, pero con los fichajes de Ronaldinho y Deco, obra de Rosell. No olvidemos que el asesor de Jan, Johan Cruyff, le instó a fichar a la triple A (Aimar, Ayala y Albelda). Visto lo visto, creo que acertó más Sandro. Y si hablamos de economía, sólo hay que acudir al último informe Forbes y constatar que cuando Laporta se fue, las arcas temblaban y hoy el Barcelona es más valioso que el Real Madrid.