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El Cara a Cara: ¿Hay una campaña de la prensa catalana contra Luis Enrique?

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Equivocáis el objetivo: Lucho no arma el «lío»

José Luis Sánchez

Mi estimada Carme, si este inicio de temporada lo hubiese protagonizado Guardiola, aún tendría la alfombra roja en el Camp Nou. Cuánta razón tenía el maltratado Tata Martino cuando dijo aquello de «para triunfar aquí hay que ser holandés o catalán». Luis Enrique sufre una campaña de acoso y derribo por no ir a comer con quien debe, por no hacer caso de las «recomendaciones» de los diferentes medios de referencia de Barcelona. Vivís del recuerdo, del pasado, de una época que jamás volverá y le estáis pasando factura. Claro quedan sus errores, pero el margen debe ser más amplio si tenéis en cuenta el marrón que tiene.

- Autoservicio

Si está maltratado por los medios, ni te quiero contar su paciencia con la plantilla. En el Barcelona desde hace tiempo las alineaciones no las hace el entrenador, se deciden en el vestuario. Es un autoservicio. Si Messi quiere jugar de delantero, juega. Si Messi quiere ser mediapunta, pues mediapunta. Si quiere que Xavi deje de chupar banquillo, se le pone en el once. Así es imposible. O le dejáis hacer la revolución necesaria o viviréis anclados en la «Era de la Falsa Modestia». Pobre, si lo llega a saber se queda en Vigo.

- Luis Suárez

Explícame algo Carme, ¿cómo os gastáis 80 millones en un goleador para colocarle de asistente? ¿También tiene la culpa Luis Enrique? O habría que señalar a vuestro héroe en decadencia. Tras Villa, Etoo, Bojan, Ibrahimovic... Aparece el enésimo damnificado: Luis Suárez. Este uruguayo ha compartido Bota de Oro con el mejor jugador del mundo, Cristiano Ronaldo. Y llega al Barcelona, y juega de extremo. ¡Olé! Parece un chiste mal contado. Neymar es el mejor y siempre es sustituido. Rakitic es determinante, pero debe visitar el banco, y el charrúa que empieza y debe vivir cerca de la cal... La campaña equivoca el objetivo, el «Lío» lo monta otro.

Autocrítica y... manos a la obra

Carme Barceló

Es difícil leer o escuchar un ejercicio de humildad y autovarapalo en el entrenador de uno de los mejores clubes del mundo. «Ha sido nuestro peor partido», dijo Luis Enrique en Almería. Eso hizo el sábado el técnico y eso es lo que hacemos los periodistas de Barcelona. Se llama autocrítica y es una virtud que adorna a pocos y que, por rara, llama la atención. Confundir esto con una campaña de los medios catalanes contra Lucho me parece un despropósito. Lo que decimos y escribimos no es ni más ni menos que lo que vemos. Debe de ser que en ello proyectamos también una característica de la personalidad barcelonista/catalana, el autocontrol de la euforia desmedida. El primero que sabe que las cosas no se están haciendo bien ni en el césped ni en la pizarra es el propio Lucho. Hay que darle tiempo y paciencia para ensamblar a esos nueve jugadores nuevos y para que esa autocrítica pública sirva para ponerse manos a la obra.

- Lo de Piqué, grave

Si hubiera que poner el «caso Piqué» en un comunicado médico habría que hablar de «pronóstico grave». Tercer partido consecutivo sin jugar y, curioso, lo vimos calentar en Almería cuando iba a entrar Xavi y ya se habían agotado los cambios. Si piensas, compañero José Luis, que la tendencia es la de favorecer a los jugadores desde los medios, creo que no afinas el tiro.

- Luis Suárez, un 2x1

En lo que estamos casi todos de acuerdo es en que Luis Suárez es un pedazo de jugador que llegó al Barça para golear y está siendo el mejor asistente del equipo. Sin suerte en los últimos partidos y con el hándicap de esos cuatro meses en el paro, necesita el gol como agua de mayo. Lejos de amargarse, Suárez decide partidos desde las asistencias y rescata a su equipo. Tenemos un 2x1 que no quiero ni pensar lo que puede suceder el día que esté fino del todo y Luis Enrique le coloque de 9. No habrá baberos suficientes para limpiar el tsunami de baba del respetable.